lunes, 2 de marzo de 2009

Amor nada empalagoso


Empalagoso. Esa es la palabra que no tiene cabida en mi diccionario personal. Aunque pueda parecer estrechamente relacionado, uno puede ser romántico, dulce o poético y, por el contrario, nunca empalagoso. No es lo mismo, ni es igual. Pese a ello, créanme, la realidad es otra cosa: el mundo entero se derrite ante estampas caramelizadas de poca monta, los jóvenes pretendientes se deshacen en cursis piropos a fin de conquistar féminas por desflorar, y hasta los divorciados/as recaen, una y otra vez, en palabras que producen arcadas con sólo oírlas… Ante lo que yo me consuelo pensando que, mientras se vuelquen en tales muestras de embeleso no se dedicarán a otras artes menos cándidas, como el hurto o la drogadicción… ¡Ea! Y conformémonos, que, en época de crisis, no es poco.
En un principio y a tenor de este comienzo de semana tan amoroso, me planteé seleccionar alguna obrita de corte clásico con tintes amatorios, pero disuadido por las Musas (de vez en cuando es necesario hacerles caso a estas divinidades griegas…), me he decidido por la reedición, por cierto muy deseada, de un título para regalar (compartir hace más asequible la existencia), Rosa y Trufo (o Trufo y Rosa, todavía no sé cuál es el título real…), de Katja Reider (texto) y Jutta Bücker (ilustraciones). Rosa y Trufo es una historia de amor al uso, sencilla y común, con pocas florituras y mucho significado, cuestión no muy llamativa si tenemos en cuenta que la Literatura Universal está llena de este tipo de narraciones. Lo extraño de este noviazgo viene dado por la curiosa edición en la que se presenta: dos viajes que se unen en un único destino, páginas simétricas que hilan vidas paralelas para concluir en un mismo punto… ¿y qué es la vida sino eso?

1 comentario:

José Rovira Collado dijo...

Con un poco de retraso, ¡¡Felicidades!! por el cumple del blog.
Perdona por el retraso, pero ya sabes que esto de estudiar la LIJ 2.0 da mucho trabajo :). Un saludo