lunes, 27 de mayo de 2013

Niños protagonistas en un mundo de adultos / Children in Adult Literature



Estarán de acuerdo conmigo en que no es lo mismo escribir para niños que escribir sobre niños, una dicotomía que amalgama un polémico debate en este mundo de la literatura infantojuvenil pero que, una vez más, confunde al lector de ciertas novelas de gran éxito aproximándolo a nuestro terreno, el de los libros para niños.
¿Por qué tendrán tanto éxito las historias con protagonistas de corta edad?... Desde el contemporáneo El niño del pijama de rayas, de John Boyne, hasta clásicos como  Oliver Twist, de Charles Dickens, son muchos los títulos que se adentran en el complejo mundo de la niñez para conectar con el lector adulto. Seguramente expertos en literatura y semiótica han desarrollado las más variopintas teorías académicas para dar explicación a un fenómeno como este, pero como un servidor no tiene acceso a publicaciones especializadas (soy un mero maestro al que no ha fichado ninguna universidad de postín), me conformo con exponer las elaboradas por riesgo y cuenta propia…
- La niñez, aunque extremadamente enrevesada, es cercana (simple y llanamente) porque cualquiera que alcance la madurez está obligado a ser niño, al menos, un día en su vida.
- Los niños suelen ser inocentes (digo “suelen” porque últimamente comienzan a escasear), lo que permite al autor contar la historia, su historia, desde un punto de vista neutral.
- El tercero de mis motivos conjuga los dos anteriores: el niño protagonista es capaz de interiorizar en el lector lo propio desde una posición ajena. Esto que se traduce en el mejor relato: transformar la tercera persona en primera.
- En la infancia, los sentimientos carecen de ciertos matices que rebujan el sentido primario, es por ello que la narración llega de una forma más clara al lector y lo traslada emotivamente.
- La última de mis razones es la misma por la que he incluido Intemperie de Jesús Carrasco (Editorial Seix Barral) en un espacio como este (supongo que no le importará, ya que tendrá mejores reseñas que atender dado el éxito de su opera prima)… La indefensión ante la que se topa un niño en el día a día es la misma con la que se enfrentan los castillos de arena ante las batientes del mar. Esa fragilidad, extremadamente fácil de ensuciar y mancillar, nos conmueve tanto que, aquel el adulto que, por puro placer, le roba el alma a un niño y deja lo que queda de él a la intemperie, merece el peor de los castigos.

You will agree with me that is not the same writing for children to write about children, a dichotomy that creates a controversial discussion in the world of children’s literature, but once again it confuses readers of some very successful novels and make them closer to our field, that of children's books.
Why have such success stories with young main characters? ... From contemporary The boy in the striped pyjamas by John Boyle, to classics like Oliver Twist, by Charles Dickens, there are many titles that delve into the complex world of childhood to connect with the adult reader. Surely, experts in Literature or Semiotics have developed the most diverse academic theories to give an explanation for such a phenomenon, but as a server does not have access to specialized publications (I'm just a teacher who has not signed any posh college), I am going to expose my own reasons ...
- Children, though extremely complicated, is close (plain and simple) because anyone who reaches maturity, needs to be a child a day in his life, at least.
- Children are often innocent (I say "usually" because lately become scarce), innocence which allows the author to tell the story, his/her story, from a neutral point of view.
- The third of my motives combines the previous two: the child protagonist is able to internalize the reader from a position outside him/herself. This provide the best story: transform the third person to first.
- In childhood, feelings lack certain nuances that eclipse the primary sense. These primary emotions make the narrative more clear and moves the reader emotionally.
- The last of my reason is the same reason that I have included Intemperie of Jesús Carrasco (Seix Barral) in a space like this (I guess he will not mind, because he will have better reviews to pay attention after the success of his debut) ... The helplessness that faces a child day by day is the same one faced by sandcastles to the swing of the sea. This fragility, extremely easy to get dirty and defiling, moves us so much. The adult who, for pleasure, steals a child's soul and leaves what's left of it in the open, deserves the worst punishment in the world.

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