martes, 27 de enero de 2015

Cambios que se repiten


Comparar el presente con el pasado conlleva una serie de repetitivas evidencias (yo las nombraría como desavenencias, pero seamos menos sarcásticos) que ese tándem tiempo caprichoso-sentido común, se encargan de dilucidar para muy pesar nuestro.
Tomemos como ejemplo la forma de vestir… Ropa un par de tallas más grande, flequillos -muy, muy- (en)lacados y engominados, chupas de cuero, pantalones vaqueros rotos y deshilachados, hombreras, zapatos de plataforma, botas militares, pantalones de campana (estos ya venían de los 70), camisetas canallas… Toda una suerte de vestiduras que marcaban nuestros felices ochenta y noventa, y que hoy parecen haberse retomado en pro del moderneo y la música pop de última generación (in-bailable, por cierto… ¿Dónde está Mecano?).
Lo mismo sucede con mis alumnos. Yo, que creía que esos tiempos en los que El Vaquilla y El Torete habían quedado enterrados en los archivos de TVE, me he visto sorprendido durante los últimos años con un resurgimiento de la España más lumpen y descuidada, ¡eso sí! ataviada con tecnología de última generación, zapatillas de alta gama y unos padres que recogen a los nenes en coche y se cargan con sus mochilas no sea que sufran de escoliosis.


¡Hasta los populismos han vuelto a nuestra vida! Con sabor a yogur griego o a paella universitaria (¡Viva el rancho!), hacía décadas que no emergía la idiosincrasia bananera, esa que aboga por la miseria y las colas de cinco horas para comprar papel del culo en vez del libre mercado. ¿Volveremos a las cartillas de racionamiento y los economatos franquistas? Espero que elijan una digna sucesora de Marisol… ¡¿Asistiremos al nacimiento de un folklore fascista-estalinista?!... Esperemos que no todo se repita, porque si no… Como decía el poeta “Todo pasa y todo queda…” 


En fin..., menos mal que la madre naturaleza, esa de sentido práctico, de menor interés comercial y aficionada a los cambios lógicos (aunque también sean cíclicos), nos avitualla de verdaderas, esos que se pergeñan al margen de los hombres y sus inventos llenos de ardid y codicia. Un recorrido que nos propone Antes y después, un álbum de imágenes de Anne-Margot Ramstein y Matthias Aregui de una calidad gráfica exquisita (recomendado para todos los artistas digitales y aspirantes a modernos) y que publica en castellano la editorial SM.
Conforme pasamos las páginas de este libro, nos damos cuenta de que no sólo existe una conexión entre cada doble página y las siguientes, sino que en él conviven historias complejas cuyos episodios van saltando de una parte del libro a otra, y que gracias a la observación del lector irán cobrando vida. 
Con guiños metaliterarios (¿descubren algún cuento clásico), fenómenos naturales, situaciones infantiles o conceptos de aprendizaje básico, es un título delicioso que basado en los juegos visuales y de perspectiva temporal (incluso espacial), gustará a cualquier lector. 
Y mientras disfruto con estas páginas llenas de colorido y significado, seguiré sentado esperando al vendedor de enciclopedias, los  Airgamboys®, el walkman, las pegatinas de la Teleindiscreta y la reposición de McGyver, que llegarán…


2 comentarios:

C de cuentos dijo...

Si tus alumnos se contagian de tu expresión escrita estás delante de una buena cantera de escritores.
La recomendación del libro maravillosa. Un abrazo monstruoso.

Román Belmonte dijo...

No sé yo... Se hace lo que se puede: con la expresión escrita y con el contagio..., je,je,je ¡Un saludo!