martes, 9 de junio de 2015

De álbumes ilustrados para adultos


Transcurrido un fin de semana la mar de agitado, no sólo por el convulso (y repetitivo, era de esperar…) panorama político y los torpes comentarios que algunos futbolistas se marcan para alimentar ego y otras ínfulas que poco tienen que ver con la elegancia, sino porque a un servidor el tiempo no le da de sí, necesitaba un lunes para redimirme de mis pecados y estructurar una semana que se presenta más vertiginosa que la anterior, así que aquí me tendrán martes, miércoles y jueves (¡triplete!) para hablarles de lo que se me ocurra, que no es poco.
Tras pasearme por las ferias libreras de Madrid y Zaragoza (¡lo que uno puede hacer en las redes sociales! ) y constatar que el libro infantil tiene su tirón y somos muchos quienes lo aupamos pese a todo, hoy me he pasado al otro bando, ese de los ¡libros para adultos… (Nota: no se queden boquiabiertos, que hay truco)… ilustrados!
Ya saben que, a pesar de mi afición por los libros para niños, de vez en cuando también gusto de prestar atención a los álbumes ilustrados dirigidos a un público más instruido (o eso queremos creer…), que como niños, se interesan por la comunión entre letras e imágenes, un enlace que aúna dos lenguajes en un mismo formato en el que se pueden construir múltiples historias sobre argumentos más “maduros”, más variopintos, una idea tan válida como otra cualquiera pero que, sobre todo a la hora de la comercialización, tiene sus problemas.
En primer lugar deberíamos hacernos una batería de preguntas sobre este género tan minoritario pero 
1. ¿Existe el álbum ilustrado para adultos? Sí, sin lugar a dudas existe, pero hay que encontrarlo.
2. ¿Qué es un álbum ilustrado para adultos? Aunque muchos confunden el álbum ilustrado para adultos con la novela gráfica, otros con la novela ilustrada, los menos con el cómic, y una minoría, con un capricho editorial, les diré que álbum ilustrado para adultos es aquella obra literaria que aúna texto e ilustraciones, de peso equilibrado y con valor artístico similar, en un corpus que no sobrepasa las 50 páginas y que por su naturaleza es poco o nada comprensible para el lector infantil en todos o la mayoría de sus múltiples niveles semánticos.
3. ¿Qué diferencias existen entre el álbum ilustrado para adultos y el dirigido al lector infantil? Si atendemos a un criterio literario, podríamos decir que toda la buena literatura adulta es extrapolable a los niños (¿y viceversa?), salvando el carácter lingüístico (aunque podríamos vender y/o encasillar Moby Dick dentro de la novela de aventuras, cualquier niño -por no decir ninguno- no se podría leer hoy su edición íntegra) y paratextual (en el Alicia de Carroll hay tantas sutilezas perversas y encriptadas que un lector principiante no se da cuenta de éstas), sabemos de sobra que la literatura infantil, esa de la que todo el mundo habla (ya saben que me da mucha rabia esta concepción tan pobre…), está ligeramente dulcificada, trata de ser inofensiva y adolece de mucho constructivismo (¡Más madera!), algo que obvian estos álbumes. Además, en este caso, debemos de añadir otro elemento: el tipo de ilustración. Generalmente, las imágenes del álbum ilustrado para adultos son diferentes a las del álbum ilustrado infantil. ¿Cómo de “diferentes”? Sinceramente no sabría definirlo (N.B.: No me quiero meter en brete diciendo que son más complejas, más detalladas, más grises o más estudiadas, porque mentiría y tendría una jauría de ilustradores insultándome en los comentarios, y no es cuestión… Así que me quedo con “distintas”).
4. ¿Dónde podemos encontrar el álbum ilustrado para adultos? Estos libros, como otros cualesquiera, hay que buscarlos donde viven, es decir, librerías, bibliotecas, grandes almacenes, ferias del libro, etc. Aunque déjenme avisarles de que, en este caso, no tienen sección fija, bien porque el librero no los lee, bien porque no tiene espacio, o bien porque el bibliotecario decide que estos dibujos tan bonitos están hechos para niños, algo que repercute negativamente sobre la visibilidad y valoración de estos libros por parte del público en general. Les ilustro… Si un niño (estándar, que sé que los hay muy listos) ve uno de estos libros en la estantería de literatura infantil se escuchan comentarios como “¡Qué libro tan raro!” “¡Qué dibujos tan feos!” o “Mamá, ¿de qué va este libro?”. Por el contrario, si un adulto se topa con ellos en la sección apropiada, aunque al principio se muestre reticente y le parezca algo muy sencillo para su ¿tan formada? inteligencia, interaccionará con él sin tantos prejuicios, de una manera más natural, y puede que establezca un vínculo con ellos a pesar de constituir un formato transicional entre el cuento/la novela clásica/la novela gráfica/la novela ilustrada.
Asimismo también podríamos destacar la influencia del “contexto lector”, es decir, la aceptación que un mismo álbum ilustrado puede tener en distintas sociedades. Hay álbumes ilustrados que en Japón son comprendidos por los niños, mientras que en Italia son leídos por los adultos. Cosas de la cultura y otras realidades geográficas...
5. ¿Algún ejemplo de álbum ilustrado para adultos? A pesar de que muchas editoriales los rehúyen, otras más valientes optan por ellos dentro de sus colecciones y aquí abajo encontrarán una buena muestra de álbumes ilustrados de reciente hornada que, bajo mi criterio (parte de él se lo acabo de exponer pero otra parte subyace en mí y no encuentro palabras que me ayuden a vomitarla) reúnen una calidad más que aceptable. Con ellos, esperando que compartan muchas veces este post que me ha llevado más de una hora redactar y animándoles a que los ojeen en esas ferias del libro que llenan la geografía española, les dejo hasta mañana, que será otro día.
N.B.: Y si ven algún vástago mío en esta selección, no se extrañen; a los hijos hay que cuidarlos aunque sean de papel.


Tabucchi, Antonio & Giandella, Gabriela. 2014. Irma sirena. Barcelona: Libros del Zorro Rojo.


Ranz, Olalla H. & Nafria. 2012. La hierba más verde. Barcelona: A buen paso.


Lunde, Stein Erik & Torseter, Øyvind. 2015. No puedo dormir. Granada: Barbara Fiore Editora.


Lafont, Emmanuelle. 2014. La otra mitad / The other half. Málaga: Canica Books.


Gorey, Edward. 2014. La procaz intimación. Barcelona: Libros del Zorro Rojo. (ver más títulos del autor en la misma editorial).



Delicado, Federico. 2014. Ícaro. Pontevedra: Kalandraka.


Cerro, Miguel. 2015. Dejadez, inconformismo y otros retratos. Córdoba: Libros de un extraño árbol (Autoedición).


Brecht, Bertold & Wagenbreth, Henning. 2014. Balada del consentimiento a este mundo. Barcelona: Libros del Zorro Rojo.


Benegas, Mar & Guridi (Nieto, Raúl). 2014. Abecedario del cuerpo imaginado. Barcelona: A buen paso.


Belmonte, Román & Harnett, Katie. 2014. Tras mi ventana. Fraga (Huesca): La Fragatina.

1 comentario:

nomada dijo...

s de que, en este caso, no tienen sección fija, bien porque el librero no los lee, bien porque no tiene espacio, o bien porque el bibliotecario decide que estos dibujos tan bonitos están hechos para niños, algo que repercute negativamente sobre la visibilidad y valoración de estos libros por parte del público en general. Les ilustro… Si wikitree.es/que-fue-la-revolucion-cubana/