lunes, 5 de octubre de 2020

Un lunes dulce y limpio


Como la semana pasada anduve bastante liado con la ponencia que expuse en el 2º Congreso de Creatividad y Literatura Infantil organizado por la asociación alicantina Va de cuentos, no tuve tiempo de publicar mi “reseña” poética de los viernes. Como no soy río y voy por la vida a mi antojo, he decidido resarcirme este lunes y de paso, llevar a la práctica lo que defendí al mismo tiempo que les traigo un poco de belleza en forma de versos con uno de esas obras de poesía muy especiales que se merecen un rincón en esta casa de monstruos y palabras. 
Haciendo alusión al libro de hoy cuando todavía no estaba editado en nuestra lengua, decía Juan Senís que toda la poesía infantil -como la adulta- debía ser limpia como un cerdito y dulce como un pepinillo. No sé si llevaba razón en su asimilación (desde entonces he visto muchas cosas sucias y empalagosas ascendiendo a los altares), pero lo tengo clarinete que este libro rompe muchos esquemas, no sólo formales, sino también discursivos de la poesía infantil contemporánea. 
Fresco, complejo, vivaracho, reflexivo, locuaz o absurdo, podrían ser un buen puñado de adjetivos para referirse a esta veintena de poemas que se publicarían por casualidad en 1964. Si bien es cierto que no existe mucha conexión con el resto de la obra de esta autora americana, bien podríamos decir que explora como pocos el ideario humano. Y eso, señores, es, al fin y al cabo, en lo que consiste la literatura. 

¿A qué altura está el cielo? 

El cielo está más alto que un árbol que yo me sé. 
Y más alto que un avión, también. 
Pero en noches repletas de estrellas 
miro y pienso: ¿qué está más alto, 
el cielo o ellas? 


A veces me pregunto 

¿Por qué iba a preguntarme dónde está dondequiera? 
Dondequiera son las tiendas y los niños, los árboles y el aire, 
la valla de casa, nuestro jardín: todo esto es dondequiera. 
Pero a veces, mamá bonita, papa querido, me pregunto: 
¿dónde está ninguna parte? 

Carson McCullers 
En: Dulce como un pepinillo, limpio como un cerdito. 
Ilustraciones de Rolf Gérard. 
2020. Madrid: Siruela.


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