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viernes, 25 de diciembre de 2009

El día de la víspera


1. Hemos dejado atrás la Nochebuena.
2. La Navidad ha llegado con un Papa lisiado.
3. Cada año nos atiborramos menos de turrón y más de ácido úrico.
4. Estoy harto de tanto alcohol a propulsión.
5. Más harto si cabe de tanta gente deseosa de consumismo.
6. Echo de menos niños pidiendo el aguilando.
7. Me duelen los riñones de limpiar tanto serrín.
8. ¿Qué regalarán en los bares que a todos nos vuelven locos?
9. ¿Por qué en estas fechas nos acordamos de los que no están y nos olvidamos de los que quedan?
10. Se me olvidó la letra de ese villancico...
11. ¿Dónde habré metido el belén?
12. Paz, armonía y mucho interés.
13. ¿Solidaridad, fraternidad o caridad? Pregúntenle a mi padre: se las sabe todas.
14. ¡Qué vuelvan los besos!
15. Aviso: No contestaré ningún SMS insustancial que reciba durante estas fiestas.


Este cúmulo de circunstancias me ha obligado a tomarme unas pequeñas vacaciones hasta nuevo aviso, pero antes les dejo con uno de los mejores cuentos navideños que conozco (este año... el próximo, Dios dirá). 
El regalo de los Reyes Magos, es un relato corto escrito por O. Henry, pseudónimo del estadounidense William Sydney Porter, considerado uno de los maestros del género y que sintetiza de forma magistral el espíritu de la navidad en esta historia de una pareja neoyorquina que sacrifica sus bienes más preciados para hacer feliz al otro en un tiempo de penurias económicas.


Si además lo leen en esta edición en formato álbum (editorial Cuatro Azules), quedarán deslumbrados por las ilustraciones de Lisbeth Zwerger, artista austriaca que recibió en 1990 el H. C. Andersen. Unas imágenes de colores cálidos, aguadas sutiles y composiciones estudiadas que, además de aportar movimiento y una estética muy cinematográfica, ensalzan un cuento que, como otros muchos ambientados en esta época, ahonda en la necesidad de compartir humanidad en vez de refugiarse en lo material.


Luminosa, sencilla y escueta, léanla estos días de despilfarro y excesos, que a veces lo más valioso crece en el corazón gracias a las palabras adecuadas.
¡Ah! ¡Y Feliz Navidad!

6 comentarios:

  1. Feliz Navidad, Román!!! Y ánimo que esto es sólo una vez al año... Un abrazo.

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  2. La verdad es que esto de la Navidad es un enorme negocio y se ha perdido la esencia de lo que alguna vez fue. Estas no son precisamente unas buenas Navidades para mi familia y para mí. La sombra del paro revolotea sobre las cabezas de mis padres atada con un hilo a la vida profesional de mi hermana y los impagos de Ayuntamientos, Organismos Oficiales y Empresas Morosas me hacen sombra a mí que sufro el mal del autónomo, con toda la virulencia que esta enfermedad tan contagiosa, despliega sobre las carnes de muchos pequeños empresarios. Así que este año, hemos intentado envolver el malhumor en papel de vivos colores y, aunque no lo hemos conseguido del todo todo, sin regalos, pero la familia reunida, hemos conseguido superar la prueba de la nochebuena y de la Navidad. Ahora sólo quedan cuatro días más difuminados y suaves, fechas en las que te puedes perder, no importa donde, y contar despues a tus amigos que comiste las uvas en la "cochinchina", aunque realmente estuvieses metido en la cama intentando pasar de todo.

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  3. "...la vida está hecha de sollozos, resoplidos y sonrisas, con predominio de los resoplidos."

    Es curioso, hace unos días encontré en la biblioteca (por casualidad) esta hermosa historia y ahora me la encuentro en tu blog. Que pases unas felices fiestas (en la medida de lo posible).

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  4. Este relato de O´Henry lo han adaptado al cine dentro de una película que lleva el título de "Cuatro páginas de la vida: http://elclubdelosociosos.blogspot.com/2009/11/cuatro-paginas-de-la-vida.html

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  5. Una historia preciosa, con las mejores ilustraciones posibles y un final a lo O. Henry ¿Se puede pedir más? Gracias Román, por recordarnos este libro.

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  6. Apunto otro: Asalto al Capitolio.
    Cosas veredes, Sancho.
    Te mando un beso por Reyes.

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