Con estas temperaturas y con lo revolucionadas que andan las aulas, podemos considerar que la primavera ya ha llegado…, aunque no siguiendo la estela de otros años, es decir, pasito a pasito, que esta vez ha sido de golpe y porrazo, bruscamente, como una tormenta de verano. Y así ha pasado, que la libido de mis alumnos, más pingos y casquivanos que nunca, anda por la estratosfera (les confieso que casi rozando la mía, ja, ja, ja)… Aviso, por si no se han percatado, que no sólo los centros educativos están corrompidos de ese tufo a feromonas, sino que en cualquier callejón pueden darse de bruces con un par de tórtolos y arrumacos sin mesura, por lo que será mejor curarse de espanto y dejar que las artes amatorias fluyan estos días de calidez y olor a yerba segada…, quienes puedan, de eso no hay duda, porque los que andamos a dos velas, tenemos que conformarnos con eso que algunos llaman la sana envidia… o no, que en cualquier momento nos puede dar un aberrunto y echar al lazo a un/a buen/a mozo/a para que soporte las rondas nocturnas de esta o aquella guisa, que, ya dicen los viejos, siempre se encuentra roto para un descosido… Lo poco deseable es que no encajen como es debido, pero para eso, ya está la soledad, que siempre halla lugar donde quedarse. Y no nos pongamos melancólicos ni llorones, que se abatojan los ojos de lágrimas y no queda lugar para la risa…
Y como hoy celebro la llegada de Cupido a nuestras vidas, he creído conveniente reseñar un álbum ilustrado de lo más amoroso, que esos también me gustan aunque no los reseñe con la misma frecuencia que otros… La gran fábrica de las palabras, un texto de Agnès de Lestrade acompañado por las ilustraciones de una seguidora de este blog (no sé si considerarme famoso…, je, je, je), Valeria Docampo y editado por la editorial catalana Sleepyslaps, nos habla de las palabras que a unos les sobran, de las palabras que otros recogen y de esa hermosa conjunción entre unas, otras y el silencio, que siempre pilla a mano cuando queremos declararnos a alguien.
¡Y que viva el amor, “manque pierda”!
Y como hoy celebro la llegada de Cupido a nuestras vidas, he creído conveniente reseñar un álbum ilustrado de lo más amoroso, que esos también me gustan aunque no los reseñe con la misma frecuencia que otros… La gran fábrica de las palabras, un texto de Agnès de Lestrade acompañado por las ilustraciones de una seguidora de este blog (no sé si considerarme famoso…, je, je, je), Valeria Docampo y editado por la editorial catalana Sleepyslaps, nos habla de las palabras que a unos les sobran, de las palabras que otros recogen y de esa hermosa conjunción entre unas, otras y el silencio, que siempre pilla a mano cuando queremos declararnos a alguien.
¡Y que viva el amor, “manque pierda”!
B.S.O.: Wo ist die Liebe in? Lea-Marie, http://www.youtube.com/watch?v=KWc13wHcBCk
Buenos dias, Román! preciosas ilustraciones de Valeria y el texto por tus palabras debe ser muy bueno, para los que estan enamorados, para los que se enamoran de otras cosas, en fin, mucho cariño :) que es muy necesario :)
ResponderEliminarPrimero lo editaron en francés y se conseguian solo en Francia , Bélgica y Canada, ahora tienen la suerte que lo editaron en catalán, yo estoy deseando que lo editen en castellano y conseguirlo por estos lados, los pagos de Valeria Docampo.
ResponderEliminarUn saludo, me gusta mucho lo que publicas en tu Blog!
Hola de nuevo, me acabo de enterar que tb está editado en Castellano menuda tar... mañana si no te importa quería dedicarle un post a este libro, llevo tiempo esperando que salga en Castellano, ahora a esperar que cruce el charco.
ResponderEliminarHola Daniela: mi permiso tienes para reseñarlo. Y sí, está editado en castellano por la editorial Sleepyslaps (Barcelona) como bien digo en mi post.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta mucho tu mirada sobre la literatura y tu forma tan íntima de escribir sobre ella.
ResponderEliminarNo soy de dejar comentarios en los blogs por timidez, pero siempre leo lo que escribes y me haces reír mucho.
Muchas gracias por reseñar el libro, espero que te haya gustado. Cariños, Valeria.