Créanme, la Nesspreso no es más que una reminiscencia de los tiempos de bonanza. De ahora en adelante los patucos que la tía Juana tricota como churros, la heredada vajilla de porcelana o los botes de tomate en conserva que cada año nos regala ese buen vecino, serán objetos de culto… Y en el caso de que no sepan usar sus manos para el disfrute de otros, siempre quedarán esos manuales de reciclaje que tanto polvo han cogido durante los años pasados.
La escasez de recursos que esta crisis ha parido es la cura más eficiente para todo tipo de tonterías. Dudo seriamente sobre la capacidad de los españoles a la hora de recuperar la imaginación que perdimos cuando nos llovían los billetes y los bancos “regalaban” pasta sin orden ni concierto… aunque siempre podemos confiar en el mercado negro, el trueque o la economía sumergida, híbrido de compra-venta y picaresca, práctica hispánica muy socorrida desde no se sabe cuándo.
En fin, que si se ven sin un duro para adquirir los juguetes que unos y otros han solicitado a los magos de oriente, les recomiendo recurrir a la sinceridad (“Hijo mío, los reyes pasarán de largo este año…”) o, en su defecto, a un clásico tablero de parchís, la baraja de naipes, un dominó, el juego de la comba o trompos y peonzas, que, si bien es cierto que son bastante más baratos que muchos artilugios sin sustancia, también son mucho más divertidos que pasar las horas desenrollando los cientos de cables de la Wii®.
¡Se me olvidaba! También pueden acudir a una librería y comprar un libro… pero ¿cuál? Prefiero no inmiscuirme y dejarlo a su elección, aunque bien es cierto que, por no ser egoísta (recuerden al Scrooge de Dickens…) y ayudar a una buena causa, les invitaría a comprar los libros de la colección “Barco de vapor” de la editorial SM y aquellos que pertenecen a la línea editorial de Silabario (en las imágenes tienen un buen título de ambas propuestas), compañías que cooperan con parte de sus ventas en proyectos solidarios, que a fin de cuentas, también es ayudar.
La escasez de recursos que esta crisis ha parido es la cura más eficiente para todo tipo de tonterías. Dudo seriamente sobre la capacidad de los españoles a la hora de recuperar la imaginación que perdimos cuando nos llovían los billetes y los bancos “regalaban” pasta sin orden ni concierto… aunque siempre podemos confiar en el mercado negro, el trueque o la economía sumergida, híbrido de compra-venta y picaresca, práctica hispánica muy socorrida desde no se sabe cuándo.
En fin, que si se ven sin un duro para adquirir los juguetes que unos y otros han solicitado a los magos de oriente, les recomiendo recurrir a la sinceridad (“Hijo mío, los reyes pasarán de largo este año…”) o, en su defecto, a un clásico tablero de parchís, la baraja de naipes, un dominó, el juego de la comba o trompos y peonzas, que, si bien es cierto que son bastante más baratos que muchos artilugios sin sustancia, también son mucho más divertidos que pasar las horas desenrollando los cientos de cables de la Wii®.
¡Se me olvidaba! También pueden acudir a una librería y comprar un libro… pero ¿cuál? Prefiero no inmiscuirme y dejarlo a su elección, aunque bien es cierto que, por no ser egoísta (recuerden al Scrooge de Dickens…) y ayudar a una buena causa, les invitaría a comprar los libros de la colección “Barco de vapor” de la editorial SM y aquellos que pertenecen a la línea editorial de Silabario (en las imágenes tienen un buen título de ambas propuestas), compañías que cooperan con parte de sus ventas en proyectos solidarios, que a fin de cuentas, también es ayudar.
¡Hola Román! Nos encantó tu blog. Somos ediciones iamiqué, nos dedicamos a tratar de hacer los libros informativos y de ciencias más lindos, creativos y divertidos del mundo, para niños de 2 a 100 años! Te invitamos a que conozcas nuestra página en Facebook. ¡Saludos!
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