Que el mundo está hecho para valientes y osados es algo que todos sabemos de sobra, aunque si a este mundo nos referimos y no a los pasados, habría que añadir que, para sobrevivir a sus avatares, también es necesaria la cara dura. Echarle un poco de morro a la vida no viene de más, sobre todo por toda la panda de charlatanes, vendepeines y pilluelos con los que nos chocamos de bruces, de costado o de espaldas. Y si queda salpimentado con algo de agallas y firmeza, mejor. No crean que la gallardía sólo se agradece en momentos extremos, aquellos en los que nos ponemos a prueba, sino en la vida diaria… Recordarle al dependiente que no me gusta el pan duro, que si el taquillero me ha devuelto menos de lo que correspondía, presentarse como voluntario para acompañar a unos cuantos adolescentes de viaje (véase mi caso…, temblando estoy…) o apuntarle al jefe que todos los trabajadores nos merecemos el mismo trato, son actos de templanza, aunque a veces, pese a poner los cojones sobre la mesa, también hay otras ocasiones en las que es preferible hacer alarde de inteligente silencio y emular a tortugas y avestruces. Y así, les animo a que tomen ejemplo de la protagonista del libro de hoy, La oveja Carlota, de Anu Stohner y Henrike Wilson y publicado por Lóguez en España, den un paso adelante y se enfrenten a sus miedos con total naturalidad, quizá se pierdan muchas cosas por vergüenza, decoro o mera pasividad, porque no olvidemos que todo arrojo tiene un premio, tangible o emocional, que engrandece nuestra confianza misma, nuestras ganas de vivir.
¡Bien dicho! Seguiré el consejo... Me encantan los "buenos" libros para niños y no tan niños, la ilustración infantil en especial. ¿Algún libro para entender mejor corrientes,etc, tipo manual? Muchas gracias de antemano. Sylvie
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