Está clarísimo que las papilas gustativas de los niños -como
el resto de su organismo- necesitan madurar para poder apreciar los placeres de
la comida, lo que no exime para no acostumbrarlos a comer adecuadamente,
prescripción facultativa que pocos padres tienen presente, ya que muchos prefieren
atiborrar a los hombres y mujeres del mañana con todo tipo de grasas saturadas,
bollería industrial, productos cárnicos y galguerías de todos los colores, en
vez de incluir en el menú semanal pescado, fruta y verdura.
Es el niño del ter-0
carnívoro cual ning-1
y antes de su desay-1
va a comprar al carni-0.
Apunta con lapi-0
los productos desea-2:
salchicón, empareda-2,
farinato, cabe-0.
Baja por la calle El Br-11,
detrás de la esteti-100,
pasa por el todo a 100
junto al puesto de la 11
Y llega al puesto de Br-1,
número cuarenta y 3,
que descansa, sin es-3,
porque no hay cliente alg-1.
Con el cuchillo de a-0
y movimientos pausa-2
corta las piezas en da-2
mientras cae un agua-0.
Y calado hasta los co-2
compra, a la vuelta, un bizc-8,
lo mira y, aunque está p-8,
lo paga de todos mo-2.
Con los dientes afila-2
de masticar embuti-2,
a la playa, dando aulli-2,
va a hacer dieta de pesca-2.
Raúl Vacas.
Niño frío. Rimas con números.
En: Niños raros.
Ilustraciones de Tomás
Hijo.
2011. Madrid: SM.
Genial!!
ResponderEliminarBuenísimo este poema de Raúl.
Gracias por hacerlo protagonista para que no lo olvidemos.
Ana Nebreda
Hola Ana:
ResponderEliminarMe parece el mejor libro de poesía del año,¡¿cómo no iba a reseñarlo... por partida doble?!
Un saludo.
Me ha encantado el poema!
ResponderEliminarSe lo voy a contar a mis niñas!