Aunque
no lo crean, poco a poco voy recogiendo las aportaciones y comentarios que
muchos de ustedes hacen en las redes sociales sobre la labor de difusión de un
lugar como este en el terreno de la LIJ. Aunque muchas de ellas son bastante
positivas, algo que siempre he agradecido en mi andadura en los libros para
niños, otras no lo son tanto…
Últimamente,
no han sido pocos los que me tachan de pedante e insulso… ¡Mil perdones! Siento
ser tan enrevesado, subordinado y correcto. Quizá serían necesarias más faltas
ortográficas, menos subordinación, y obviar unas expresiones lingüísticas tan
relamidas.
También
otros hablan de mi incongruencia, mi falta documental, y de mi superficialidad
a la hora de tratar temas que les interesan. A estos segundos les digo que
bastante es que tengo ciertas ideas, que las intento desarrollar brevemente y
que abro ciertos derroteros por los que puede continuar la labor de otros. El
tiempo es oro y un servidor invierte en este lugar el que cree necesario ya que
es un sitio de recreo y distensión, nunca encorsetado ni lucrativo, algo que
espero sea respetado, no sólo con afecto, sino también con deportividad.
Los
terceros hablan de lo poco que hablo de los libros que acompañan a cada
entrada, de mis reseñas que nada tienen que ver con el título citado, y su, a
veces, falta de congruencia. Para ellos, mi retahíla más larga: Señoras,
señores, hablo de lo que cada libro me da a entender. La buena literatura nos
hace llegar mensajes, unas veces relacionados con la actualidad, otros con los
problemas humanos de carácter universal, otras nos evocan episodios personales
y otras te inspiran nuevas sensaciones. ¿Para qué voy a destriparles un libro?
¿Para qué decirles si es bueno o malo?... El mero hecho de nombrarlos ya
expresa mucho: son importantes; en su mano queda acercarse a ellos y juzgarlos
por sí mismos. “Sí, Román, pero hay elementos muy interesantes en los libros a
los que nunca apuntas…” ¿Para qué hablar de su paginación, del tipo de
ilustración, del juego entre imágenes y texto? ¿Para qué comentar su
encuadernación, de si son verticales u horizontales? ¿Para qué barajar sus
posibilidades didácticas? ¿Para qué datos biográficos de sus autores, para qué
otras curiosidades, para qué relacionarlo con otros títulos más antiguos? ¿Para
qué?... Ya hay demasiadas revistas, blogs y sitios especializados que se
dedican a esta labor más informativa y académica. Ya hay páginas
institucionales, de pequeñas y grandes bibliotecas que les ofrecen listados de
libros, guías de lectura y millones de recursos más. Por ello, mi labor no es
hablar de libros, es hablar con ellos, conversar en voz alta con los libros.
Quizá
todo ello peque de un exceso de originalidad, de cierta excentricidad que no
siempre gusta y a la que siempre apelo como excusa, pero les hago saber que
siempre he confiado en los productos diferentes, en desechar los sucedáneos y
la repetitividad. Reinventar las reseñas, hacerse eco del mundo utilizando como
hilo conductor un libro para niños, es la mejor idea que tuve para llegar a los
monstruos que, como yo, no recurren a las vagas imágenes de los álbumes
ilustrados como mero entretenimiento, sino que profundizan en su sentido, en su
mensaje, y vociferan desde cualquier esquina que niños y mayores estamos hechos
de la misma pasta, esa a la que llamamos vida.
Ilustraciones: Simona Ciraolo.
Ilustraciones: Simona Ciraolo.
Pues para romper la tónica, a mí me gusta tu espacio, me cuenta cosas interesantes sobre libros que no conozco y me da nuevas visiones de los que conozco. Supongo que las críticas son inevitables, y nos ayudan a crecer pero, en este caso, bueno, como tú dices hay miles de blogs de todo tipo, cada cual puede visitar los que más le guste, ¿no?
ResponderEliminarEn cualquier caso, un blog es algo libre y cada uno lo enfoca como mejor le parece, siendo, en general, un trabajo muy respetable.
Desde aquí, mi aplauso y mi apoyo a tu andadura.
A mí, personalmente, me gusta este blog. Y agradezco mucho el esfuerzo que supone mantenerlo, que no es ninguna tontería.
ResponderEliminarComo dice Matilda, las críticas son inevitables, así que hay que quedarse con las aportaciones que ayudan a crecer y las que no, no sirven para nada. Bueno, quizás sí: para descubrir a aquellos lectores de tu blog que están encantados de leerte.
Bueno, yo soy una persona práctica: los libros que recomiendas resultan ser unos imprescindibles, otros interesantes, inquietantes, bellos,... cada uno tiene su punto. Por lo que se puede decir que tu blog puntúa alto. Y por otro lado, efectivamente, no necesito que hagas un "comentario literario" del libro, en plan trabajo de literatura.
ResponderEliminarNo busco en tu blog escuchar mis propios pensamientos, sino escuchar otra voz. Y a veces opino como tú y otra veces, no. Como con mucha gente que aprecio. Pero siempre me quedo con tus recomendaciones.
Yo es de los pocos blogs que leo cada uno de los posts. Y en muchísimos casos estoy de acuerdo con tus reflexiones.
ResponderEliminarSalut i endavant!
'Muchas gracias a todas (¡qué cantidad de lectoras femeninas!) por esas palabras de reconocimiento!
ResponderEliminarPara tus detractores: ¡Y eso que no lo conocen en persona!
ResponderEliminarMe encantan tus comentarios, aún cuando no esté de acuerdo con ellos. Envidio tu forma de expresarte llena de perspicacia y frescura. Admiro la libertad con la que expresas tus pensamientos. Busco los libros que recomiendas porque sé que siempre aportan algo nuevo. Y te recomiendo a todos aquellos que quieren adentrarse en esta selva de la lij; depende de quien te acompañe en el camino, el viaje puede ser más o menos interesante, pero contigo, nunca es aburrido.
Me hace gracia lo fácil que es hablar sobre los demás, como es gratis... como si no fuera tu espacio de reflexión y en el pones lo que vulgarmente diría "lo que te sale del coñ.."
ResponderEliminarA mi me encanta tu blog pero si no me gustara, me parecieras pedante, etc, no lo leería y punto...
(Me he partido leyendo este post xD)