Tras
pasearme por las ferias libreras de Madrid y Zaragoza (¡lo que uno puede hacer
en las redes sociales! ) y constatar que el libro infantil tiene su tirón y
somos muchos quienes lo aupamos pese a todo, hoy me he pasado al otro bando,
ese de los ¡libros para adultos… (Nota: no se queden boquiabiertos, que hay
truco)… ilustrados!
Ya
saben que, a pesar de mi afición por los libros para niños, de vez en cuando
también gusto de prestar atención a los álbumes ilustrados dirigidos a un
público más instruido (o eso queremos creer…), que como niños, se interesan por
la comunión entre letras e imágenes, un enlace que aúna dos lenguajes en un
mismo formato en el que se pueden construir múltiples historias sobre
argumentos más “maduros”, más variopintos, una idea tan válida como otra
cualquiera pero que, sobre todo a la hora de la comercialización, tiene sus
problemas.
En
primer lugar deberíamos hacernos una batería de preguntas sobre este género tan
minoritario pero
1.
¿Existe el álbum ilustrado para adultos? Sí, sin lugar a dudas existe, pero hay
que encontrarlo.
2.
¿Qué es un álbum ilustrado para adultos? Aunque muchos confunden el álbum
ilustrado para adultos con la novela gráfica, otros con la novela ilustrada,
los menos con el cómic, y una minoría, con un capricho editorial, les diré que
álbum ilustrado para adultos es aquella obra literaria que aúna texto e
ilustraciones, de peso equilibrado y con valor artístico similar, en un corpus
que no sobrepasa las 50 páginas y que por su naturaleza es poco o nada
comprensible para el lector infantil en todos o la mayoría de sus múltiples
niveles semánticos.
3.
¿Qué diferencias existen entre el álbum ilustrado para adultos y el dirigido al
lector infantil? Si atendemos a un criterio literario, podríamos decir que toda
la buena literatura adulta es extrapolable a los niños (¿y viceversa?),
salvando el carácter lingüístico (aunque podríamos vender y/o encasillar Moby Dick dentro de la novela de
aventuras, cualquier niño -por no decir ninguno- no se podría leer hoy su
edición íntegra) y paratextual (en el Alicia
de Carroll hay tantas sutilezas perversas y encriptadas que un lector principiante
no se da cuenta de éstas), sabemos de sobra que la literatura infantil, esa de
la que todo el mundo habla (ya saben que me da mucha rabia esta concepción tan
pobre…), está ligeramente dulcificada, trata de ser inofensiva y adolece de
mucho constructivismo (¡Más madera!), algo que obvian estos álbumes. Además, en
este caso, debemos de añadir otro elemento: el tipo de ilustración.
Generalmente, las imágenes del álbum ilustrado para adultos son diferentes a
las del álbum ilustrado infantil. ¿Cómo de “diferentes”? Sinceramente no sabría
definirlo (N.B.: No me quiero meter en brete diciendo que son más complejas,
más detalladas, más grises o más estudiadas, porque mentiría y tendría una
jauría de ilustradores insultándome en los comentarios, y no es cuestión… Así
que me quedo con “distintas”).
4.
¿Dónde podemos encontrar el álbum ilustrado para adultos? Estos libros, como
otros cualesquiera, hay que buscarlos donde viven, es decir, librerías,
bibliotecas, grandes almacenes, ferias del libro, etc. Aunque déjenme avisarles
de que, en este caso, no tienen sección fija, bien porque el librero no los
lee, bien porque no tiene espacio, o bien porque el bibliotecario decide que
estos dibujos tan bonitos están hechos para niños, algo que repercute
negativamente sobre la visibilidad y valoración de estos libros por parte del
público en general. Les ilustro… Si un niño (estándar, que sé que los hay muy
listos) ve uno de estos libros en la estantería de literatura infantil se
escuchan comentarios como “¡Qué libro tan raro!” “¡Qué dibujos tan feos!” o
“Mamá, ¿de qué va este libro?”. Por el contrario, si un adulto se topa con
ellos en la sección apropiada, aunque al principio se muestre reticente y le
parezca algo muy sencillo para su ¿tan formada? inteligencia, interaccionará
con él sin tantos prejuicios, de una manera más natural, y puede que establezca
un vínculo con ellos a pesar de constituir un formato transicional entre el
cuento/la novela clásica/la novela gráfica/la novela ilustrada.
Asimismo
también podríamos destacar la influencia del “contexto lector”, es decir, la
aceptación que un mismo álbum ilustrado puede tener en distintas sociedades. Hay
álbumes ilustrados que en Japón son comprendidos por los niños, mientras que en
Italia son leídos por los adultos. Cosas de la cultura y otras realidades
geográficas...
5.
¿Algún ejemplo de álbum ilustrado para adultos? A pesar de que muchas
editoriales los rehúyen, otras más valientes optan por ellos dentro de sus
colecciones y aquí abajo encontrarán una buena muestra de álbumes ilustrados de
reciente hornada que, bajo mi criterio (parte de él se lo acabo de exponer pero
otra parte subyace en mí y no encuentro palabras que me ayuden a vomitarla) reúnen
una calidad más que aceptable. Con ellos, esperando que compartan muchas veces
este post que me ha llevado más de una hora redactar y animándoles a que los
ojeen en esas ferias del libro que llenan la geografía española, les dejo hasta
mañana, que será otro día.
N.B.:
Y si ven algún vástago mío en esta selección, no se extrañen; a los hijos hay
que cuidarlos aunque sean de papel.
Tabucchi,
Antonio & Giandella, Gabriela. 2014. Irma
sirena. Barcelona: Libros del Zorro Rojo.
Ranz,
Olalla H. & Nafria. 2012. La hierba
más verde. Barcelona: A buen paso.
Lunde, Stein
Erik & Torseter, Øyvind. 2015. No puedo
dormir. Granada: Barbara Fiore Editora.
Lafont,
Emmanuelle. 2014. La otra mitad / The
other half. Málaga: Canica Books.
Cerro,
Miguel. 2015. Dejadez, inconformismo y
otros retratos. Córdoba: Libros de un extraño árbol (Autoedición).
Brecht,
Bertold & Wagenbreth, Henning. 2014. Balada
del consentimiento a este mundo. Barcelona: Libros del Zorro Rojo.
Benegas,
Mar & Guridi (Nieto, Raúl). 2014. Abecedario
del cuerpo imaginado. Barcelona: A buen paso.
Belmonte,
Román & Harnett, Katie. 2014. Tras mi
ventana. Fraga (Huesca): La Fragatina.
s de que, en este caso, no tienen sección fija, bien porque el librero no los lee, bien porque no tiene espacio, o bien porque el bibliotecario decide que estos dibujos tan bonitos están hechos para niños, algo que repercute negativamente sobre la visibilidad y valoración de estos libros por parte del público en general. Les ilustro… Si wikitree.es/que-fue-la-revolucion-cubana/
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