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viernes, 11 de diciembre de 2015

Niebla y kiosco


Hace años, cuando la niebla empezaba a rebosar y la noche oscurecía el parque, los chavales buscábamos refugio en las calles y, bajo la luz de las farolas y entre las risas de la niñez, buscábamos unas pesetas en los bolsillos para amenizar lo que quedaba de la tarde de otoño con pipas y golosinas del kiosko. Y vivir.

Lo pensó toda la tarde
y lo pensó en el recreo,
en el autobús del cole,
mientras se lavaba el pelo...
Se lo preguntó a su madre,
a la abuela ¡y hasta el perro!
¡Guau!, respondió el muy relisto
¡Bien, le contestó el abuelo.
Y ¡toma!, añadió la abuela
mientras le daba dos euros.
Mamá le dio dos abrazos.
Papá tiró de su oreja
y le confesó un secreto:
-Yo a mamá la conquisté
con un solo caramelo.
Era de esos de palito
con un corazón latiendo.
¡Como ya tenía de todo
marchó al kiosco corriendo!

María Rosa Serdio.
Corazón de caramelo.
En: Bolso de niebla.
Ilustraciones de Julio Antonio Blasco.
2015. Avilés: Pintar-Pintar.

1 comentario:

  1. Acabado el año 2015 y viendo la multitud de listas y selecciones de libros de todo colorido y temática, el asombro viene a poblar la vista y me alegro de la osadía de las pequeñas editoriales que ponen en pie proyectos como "Bolso de niebla" cuyo camino aún está empezando.
    Y,precisamente por ello, agradezco este guiño en un blog de referencias aunque la selva sea densa y, demasiadas veces, la niebla también. Muchas gracias por el gesto y siempre por la lectura.
    Un saludo.

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