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miércoles, 11 de mayo de 2016

Analizando ilustraciones con John J. Reiss



Tomando como excusa la reedición de dos obras de John J. Reiss, Formas y Colores, por parte de la editorial Blackie Books, y teniendo en cuenta que la ilustración puede considerarse una disciplina artístico-pictórica, no tanto por las técnicas utilizadas (a veces se utilizan técnicas tridimensionales como en la escultura), sino porque el soporte elegido para su reproducción es bidimensional, me atrevo a proponerles un análisis visual de las ilustraciones de ambos títulos, algo que hasta ahora no he hecho en este lugar monstruoso repleto de libros con imágenes.
Los que acogemos la pintura o cualquier medio de expresión artística bidimensional como afición o profesión, sabemos que, dejando a un lado la calidad de la ejecución, existen una serie de elementos que la condicionan enormemente. Estos elementos (o signos, cuando nos referimos al lenguaje gráfico) se dividen en plásticos e icónicos. Como cada maestrillo tiene su librillo, y un servidor sabe que muchos lectores del libro-álbum desconocen los plásticos (los icónicos se basan en la experiencia previa y el contexto cultural, más accesibles, espero, a todos), he decidido utilizar los parámetros plásticos clásicos que, a mi juicio, nunca fallan.
Antes de empezar hay que decir que estos dos álbumes y sus ilustraciones se prestan a este tipo de análisis, no sólo por considerarse álbumes gráficos en los que el elemento ilustrativo tiene un mayor peso que el narrativo, sino por tener muy poco texto, un elemento que, aunque verbal, tiene cierta importancia debido a su naturaleza tipográfica como elemento físico y compositivo dentro de la doble página. Así que, al lío...
Respecto al PLANO DE EJECUCIÓN, es decir, el espacio total en el que se desarrollan las imágenes de estos libros, debemos decir que son dos, la página sencilla y la doble página, que vienen definidas por las dimensiones del formato, en este caso a la francesa, es decir, más alto que ancho y en vertical, unos 27 cm x 22 cm (similar al bastidor universal número 3 de tipo figura). Llamar la atención de que no existen márgenes en ninguno de los casos.
Sobre la COMPOSICIÓN o los elementos que se incluyen en ellas, podemos hablar de varios tipos dependiendo de la disposición de estos en el plano (N.B.: las denominaciones que siguen son de mi propia cosecha) como por ejemplo


la composición de “dos tercios un tercio horizontal”, 


la de “paisaje”, 


la de “figura”, la “doble figura” 


o la de “página y dos medias páginas” que se repiten alternativamente a lo largo de las secuencias que constituyen ambos volúmenes.
Atendiendo al PESO, hay que destacar que en la mayoría de las ilustraciones está muy conseguido pero destacar que en algunos casos no está bien definido, sobre todo por el juego que se establece entre los colores del fondo.
Los CENTROS visuales están claros en ambos libros, por un lado tenemos la omnipresencia de las figuras y por otro lado los colores. Llamar la atención sobre los personajes que aparecen en las ilustraciones que, aunque son llamativos para el lector, funcionan como meros apoyos expositivos.


Dependiendo de las diferentes composiciones tenemos diferentes EJES DE VISUALIZACIÓN, es decir, los recorridos visuales que realiza el espectador, el lector. Los hay verticales de arriba a abajo, horizontales a doble página, circulares y por viñetas. Hay que llamar la atención sobre la repetición rítmica de las diferentes composiciones, lo que ayuda al lector a familiarizarse con ellas y poder establecer un esquema mental de dichos ejes.


Hablemos también del EQUILIBRIO. La estabilidad de estas ilustraciones, aunque tienen muy presentes los aspectos ya tratados, está basada en dos elementos que veremos con posterioridad (color y forma) y que consiguen un buen balance de los valores en cada página / doble página. Todo es coherente y consistente; a veces demasiado estático, macizo, que bien mirado desde el punto de vista del primer lector, puede constituir una baza inmejorable.


Para terminar decir que el autor decide prescindir de la LÍNEA (ausencia de límites en los elementos ilustrativos) y la TEXTURA (colores planos y sin volumen) a la hora de desarrollar las ilustraciones de estos libros, y prefiere darle un mayor protagonismo al COLOR y la FORMA. Ambos elementos son los verdaderos leitmotiv de estos libros, en lo que podemos sumergirnos, curiosear y extraer conclusiones... Reiss consigue el equilibrio en las composiciones a doble página usando colores complementarios (amarillo-violeta; rojo-verde; azul-naranja) y rellenando los huecos vacíos con el negro y el blanco (como he hecho notar antes, también hace que la tipografía sea importante dentro de la composición), como ocurre en Colores. En el caso de Formas, aunque la complementariedad también está presente, Reiss prefiere utilizar el cromatismo, las tonalidades y las diferentes gamas dentro de una misma ilustración, dándole cierta cohesión y ritmo.


Como nota decirles que, si tienen objeciones y/o sugerencias, háganlas, estoy abierto al aprendizaje y al debate con todos aquellos que, como amateur o como profesionales, saben más que yo de estos asuntos.
Y no se olviden de lo dicho, déjense seducir por las ilustraciones de este autor que, aunque bien pueden parecernos sencillas, no sólo porque estos dos álbumes ilustrados estén dirigidos a los pre-lectores (en una edición bilingüe por cierto), sino porque a pesar de parecer básicos en cuanto a diseño, son exquisitas y tienen tanto o más intringulis que otras cualesquiera.

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