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miércoles, 18 de enero de 2023

Dormir como unos benditos


Dormir es un placer. Más todavía cuando te acuestas a tu hora y al día siguiente no tienes que despertarte al maldito son del despertador, ese aparato del demonio que a veces hace de las suyas y tienes que salir corriendo hacia el trabajo con legañas incluidas.


No es que yo sea muy dormilón, pero llevo a rajatabla mis siete u ocho horas diarias. Tampoco abuso de las siestas. El fin de semana y poco más. Y no es porque no esté cansado (que los años ya pesan), sino que prefiero hacerlo de noche y del tirón, que parece que uno se levanta de otra forma.


Cuando se acercan las once y emito el tercer bostezo, dejo de hacer porra, aparco lo que estoy haciendo, modo avión al canto, y me dirijo al sobre a ver si al menos, dejo volar mi imaginación y mis deseos se convierten en sueños, que ya es bastante en estos tiempos que corren.


Y como se me han acumulado sobre la mesa del salón unos cuantos álbumes sobre cuestiones nocturnas, he decidido traerlos aquí para que cojáis ideas, no solo dirigidas a los lectores más pequeños, sino también para los grandes, que eso de leer un poco antes de ponerse a roncar, es una delicatesen de agárrate y no te menees.


El primero de este quinteto es Sueños en la noche, un libro de Laurent Moreau que fue publicado por Pípala hace unos años, pero del que nunca había hablado. Para quitarme la espinita (este hombre me encanta), acudo a él en este día, para que apuntéis este libro en la lista de la compra.
Una niña acaba de meterse en la cama y sus padres se despiden de ella hasta la mañana siguiente. De repente, todo un universo de fantasía se despliega en la oscuridad de su habitación y ella decide salir de la cama y sumarse a la fiesta.


Casi sin palabras (apenas trece) este libro es una secuencia de imágenes donde la imaginación y los sueños tienen mucho que decir. Cada escena se divide en dos partes, mientras en la izquierda aparece la puerta de la habitación entreabierta y recordándonos que al atravesarla entramos en el mundo real, en la derecha sucede sucede la acción, una que poco a poco también conquista ese universo adulto.


Formas geométricas, sombras chinescas, montones de quiméricos, personajes quiméricos y una mariposa que nos guía en mitad de la noche, llenan una historia donde paredes, mobiliario y juguetes tienen un papel esencial.


El segundo de a bordo es un libro de Bjørn Arild Ersland y Lene Ask titulado En el bosque y publicado en nuestro país gracias a la editorial Galimatazo. Adscrito a la categoría de foto-álbum (álbumes donde las ilustraciones son fotografías), este libro se adentra en esa experiencia tan infantil de dormir en el exterior.


Maya y su hermana deciden dormir bajo la tienda de campaña del jardín durante esa noche. Todo va bien y al día siguiente deciden hacerlo en el bosque. Pero bajo los árboles la cosa es diferente… Las siluetas oscuras de los árboles, ruidos extraños… Incluso una visita inesperada. ¿Quién será?


Cotidiana y sencilla, esta historia nos invita a experimentar desde la mirada infantil. Imágenes evocadoras donde los planos generales y los primeros planos se van alternando en una suerte de escenas evocadoras donde la tenue luz del atardecer se filtra por los cabellos rubios de sus protagonistas para trasladarnos al norte de Europa


Continuamos la selección de hoy con ¡A dormir! (como animales), un álbum de Kjersti Annesdatter y Mari Kanstad que acaba de publicar Pípala y que se centra en el ritual de momentos que rodean el momento de irse a la cama.
Bo, su protagonista, es un chaval con mucho desparpajo al que le ha llegado la hora de irse a la cama. Mientras el crío se prepara para meterse en el sobre –cena, baño y piruetas varias- va relatando con la ayuda de su madre las diferentes formas en las que muchos animales duermen (o eso se cree) al mismo tiempo que desarrollan juntos diferentes juegos. ¿Logrará echarse a dormir?


Un paleta de color potente y llamativa, líneas un tanto grotescas, mucho movimiento y miradas cómplices entre madre e hijo, son las mejores bazas de unas ilustraciones donde se cuelan guacamayos, osos panda, murciélagos, ardillas y jirafas que invitan al descubrimiento antes de cerrar los ojos


El cuarto en discordia es Buenas noches, mundo, un libro de Sachie Hattori publicado por la editorial Pastel de luna. En este álbum la hora de dormir se acerca y mientras una niña se pone el pijama, su madre la invita a decirle buenas noches a todos. "¿A todos?" se extraña la protagonista. Como buena criatura se lo toma al pie de la letra y, ni corta ni perezosa, acude a despedirse de todo quisqui.


Una situación cotidiana sirve como interruptor de una acción que rebosa imaginación. Un canto onírico que da empaque y consistencia a la ceremonia de irse a la cama. Escenarios coloristas que contrastan con el sempiterno cielo estrellado, situaciones fantásticas que invitan a la ensoñación y una frase de fondo que simula las retahílas.


Ya saben: si tienen algún niño (o adulto) al que le cueste dar las buenas noches, no pueden hacerle mejor regalo que este, porque seguramente acabarán despidiéndose de todo quisqui.


Por último toca hablar de El rebaño, un álbum de Margarita del Mazo y Guridi publicado hace una década y que recupera NubeOcho. Esta historia, en cuya primera edición tuve el privilegio de participar,  tiene mucho humor, una pizca de magia e incluso una sorpresa final. 
El bueno de Miguel quiere dormir y decide ponerse a contar ovejas. La primera, la segunda, la tercera... La cosa se pone fea cuando la oveja número 4 no aparece. No hay quien la encuentre y no puede seguir. ¿Dónde diantres se habrá marchado? ¿Conseguirá conciliar el sueño este niño?


Escondites, rebeldía y hasta una carta, aparecen en una narración que se resuelve con una vuelta de tuerca donde la ruptura del marco de lectura y el sinsentido nos sacan una sonrisa (hubo una primera versión que era todavía más surrealista). Sí, los dos autores del álbum patrio consiguen ese toque vivaracho que también nos regalaron en Las gafas de ver, y añaden además una de prejuicios (en este caso ovino) con mucho ritmo. 


Y si estos os parecen pocos libros, siempre podéis acudir a la etiqueta Álbumes y buenas noches y a esta selección de libros para irse a la cama que, a pesar de no estar muy actualizada (perdónenme pero es tanto lo que me llevo entre manos que me es imposible tener todos los recovecos de esta casa como me gustaría), les ofrece más posibilidades sobre este tema.

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