Hoy cumplo 2000 posts en este espacio. 2000 notas, artículos, selecciones o monográficos. ¿Se imaginan la cantidad de horas que he pasado frente al ordenador? ¿Se imaginan la cantidad de libros que he tenido que leer, que diseccionar? ¿La de ideas que he tenido que hilvanar? ¿Las tontunas que he tenido que decir? Como mínimo 2000.
Haciendo una recapitulación de todo lo que he hablado en ellos, me he percatado de que nunca les he ofrecido unas píldoras para mediar en el proceso lector de esas criaturas (de 7, 17 y 77 años) que tienen alrededor. Pues eso es lo que voy a hacer hoy (si es que la agenda me deja…).
Tampoco voy a descubrir América, ni les voy a asegurar que aplicándolas vayamos a pasar de la nada al todo. Ya se lo digo yo. Lo verdaderamente interesante es que les echen un ojo y reflexionen sobre ellas para establecer un punto de partida dentro de su mediación lectora familiar, escolar o vital.
Nadie tiene la varita mágica para que otros seres humanos lean, pero sí tiene la llave para entreabrir la puerta de la lectura. Unos entrarán raudos y veloces, otros irán adentrándose paso a paso, y los de más allá (tan abundantes hoy día) la cerrarán de golpe. Pero está claro que alguien tiene que quitarle el cerrojo.
Aquí les dejo estos consejos (o tips, que es el anglicismo de moda). Quince consideraciones que habrán escuchado todos estos años pero que, de un modo u otro, ayudan a inocular el veneno de la lectura en gentes de toda calaña y condición. ¡Allá van!
1. Leer y escribir, hablar y escuchar. Los cuatro verbos forman parte de uno mismo: comunicar. Esto quiere decir que podemos establecer puentes y sinergias entre estos verbos de muy diversas maneras para auparlos mutuamente. Si además tenemos en cuenta que la comunicación también es plural (verbal, corporal o gráfica), las posibilidades de interacción se multiplican todavía más. Obras de teatro, talleres de escritura creativa, programas de radio, películas... ¡Pídanles ayuda con la lectura!
2. Periódicos, revistas, folletos publicitarios, manuales de funcionamiento… Las formas de la letra impresa son muy variadas y todas deben ser contempladas. El camino hacia la lectura comienza de manera instrumental pero puede terminar en otros planos más nutritivos.
3. Acostúmbrate a leer sobre el papel. Si bien es cierto que las pantallas son un soporte igualmente válido, no tienen las mismas características visuales, táctiles, sonoras, ni emotivas.
4. El libro tiene contenido, pero también es un continente. Forma, dimensiones, textura, color, olor, y hasta sabor. Un objeto viene definido, tanto por su uso, como por su materialidad. Ambas son complementarias y de ellas podemos extraer nuevas propiedades emergentes en pro de la lectura.
5. Lee en público y en privado. El ejemplo físico es igual de necesario que el intelectual. No vale decir que lees, cuando nadie te ve. La mentira también pulula entre los lectores farsantes y desacredita al resto de lectores honestos.
6. Crea expectativas frente a un libro, siempre y cuando no exageres su realidad. No intentes endiñarle a cualquiera con una piedra envuelta en un celofán. Duele todavía más. Tampoco destripes un libro por mero entusiasmo: tras un buen aperitivo siempre queremos más.
7. Establece rutinas y/o juegos agradables en torno a los libros. Te ayudarán a establecer asociaciones de ideas y el subconsciente relacionará esos momentos positivos en torno a los libros.
8. Dedica tiempo y espacio de calidad a la lectura. Muy poca gente puede leer en cualquier lugar y a cualquier hora. Cada lector tiene sus preferencias horarias y espaciales. Hacerlo en una biblioteca silenciosa, bajo el sol de la tarde, en el bullicioso parque o bajo las sábanas. Encuentra tu momento y tu lugar para hacerlo.
9. No utilices los libros como vehículo aleccionador. Quizá funcione en ciertos aspectos y en algunos lectores, pero no en otros. Si lo haces, unos cortarán su vínculo con ese libro, si no lo haces, dejarás que todos establezcan su propia hoja de ruta.
10. Habla de los libros desde tu experiencia. Si no lo haces, la impostura desatará la verdad. Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. P.D.: Y por favor, evita el tono afectado, burlesco o impostado.
11. También debes invitar a otros a dar su opinión sobre un libro leído, a compartir su experiencia. Muchas veces la timidez o la falta de locuacidad impiden a muchos lectores expresar las ideas generadas a través de la lectura. Ser paciente, plantear situaciones cercanas y crear vínculos afectivos y/o culturales, ayuda a exteriorizar e interiorizar lo leído.
12. Considerar el discurso de otros, no solo pone el tuyo en una perspectiva plural, sino que apuesta por las diferentes interpretaciones de un mismo libro, te descubre nuevas percepciones con las que comparar la tuya propia, y nos hace a todos partícipes de un logro común, una experiencia coral: mirarnos en un mismo espejo.
13. Si además esas opiniones se intercambian entre iguales, mucho mejor. Al compartir la experiencia con un grupo de gente afín, convierte a los lectores en aliados por la defensa de esa mirada conjunta y caleidoscópica.
14. La libertad es una condición fundamental para la lectura. Si bien es cierto que el verbo leer comienza con una obligación (como todo lo que necesita de esfuerzo), decidir, censurar, juzgar y criticar no tiene cabida en la continuidad y formación lectora. No olvides que cualquier deber acaba convirtiéndose en esclavitud. Sugerir, diversificar, seleccionar, ampliar y regalar son las acciones más deseables para que leer se convierta en afición, y para eso están los mediadores, las bibliotecas y las librerías.
15. Conecta la vida misma con la lectura. Esto es lo que llevo haciendo desde el post número 1 hasta este post número 2000. Si me sigues leyendo, por algo será…
Gracias por tu constancia y por haber llegado a 2000. Yo no he sido constante siempre en la lectura de tu blog, pero siempre te he sido fiel, sigues siendo mi monstruo preferido.
ResponderEliminarFelicidades, Román. Pedazo monstruo de este blog enciclopédico y LIJero. Preciosa entrada y las ilustraciones son muy bellas. Amo este sitio. Miriam
ResponderEliminarFelicidades por todas estas entradas que nos regalas. Seguiré leyéndote.
ResponderEliminarEnhorabuena y ¡Hurra! por tu valiente constancia. Tu blog es alimento y nutriente con buenas dosis de humor. Chapeau!
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