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jueves, 4 de enero de 2024

Nuevos propósitos


Un nuevo año se abre ante nosotros y montones de propósitos llenan las redes sociales. Que si las dietas, el gimnasio, coleccionar discos de vinilo, dejar de fumar, ir al cine todas las semanas, o leer un buen puñado de libros a lo largo de los próximos 365 días. Todo el mundo se plantea objetivos que muy pocos logran hacer realidad, más todavía si somos españoles y nos encanta procrastinar.
Y no es que yo tenga mucho en contra de esta cultura tan nacional, pero si nos comparamos con otros países, sobre todo los de tradición protestante, no tenemos nada que hacer. Primero porque son especialistas en carreras de fondo, y segundo porque tienen menos distracciones callejeras (clima y horas de sol son cruciales en eso de rascarse la barriga).


Lo peor de todo viene cuando alguien logra su meta contra viento y marea, y tiene que aguantar las mofas de algún cuñao, jeta o retrasado. El colmo del cainismo patrio y la envidia hispana que tanto mal hace a nuestro progreso como sociedad. Una faceta que todas las aves de rapiña que nos gobiernan promueven y utilizan en su propio favor.
Desde aquí les pido que respeten a sus iguales en sus retos, que los apoyen e incluso se unan a ellos u otros diferentes. Cuando alguien invierte sus esfuerzos en mejorar, cambiar o simplemente disfrutar de una faceta de su vida se acerca más a su propia realidad, identifica mejor sus fortalezas y potencialidades, explora espacios desconocidos y contribuye a un enriquecimiento personal y colectivo.


Así, con una perorata más propia de Mister Wonderful® que de un monstruo como yo (que tantas New Year's resolutions ha dejado por el camino) empiezo el 2024 con un librito muy agradable.
El libro del año, escrito por Joanne Ruelos Díaz, ilustrado por Annelies Draws y publicado por la editorial Tutifruti, recién fundada por Irene Álvarez Lata, una experta en esto de traernos a los estantes libros con mucho swing, nos presenta sus 365 ideas inolvidables para disfrutar durante todos los días del año sin necesidad de coger un avión, convertirse en astronauta o correr una maratón.


Un libro muy ilustrado lleno de actividades sencillas y cercanas que invitan al conocimiento de nuestro entorno, curiosidades para todos los público (¿Saben quiénes inventaron la pegatina, cuál es el día de los carteros, el del paraguas o el de los gaiteros? Entonces necesitas este libro) o aprender cosas nuevas, como por ejemplo adoptar un gato negro, perderse en un maizal, empaparse de cómo funcionan los molinos de viento, crear una lista de canciones o memorizar un poema.
Si has empezado el nuevo año con mucho aburrimiento, no lo dudes, este calendario ilustrado con forma de libro transforma cuestiones mínimas en toda una aventura, una forma muy saludable de darle un vuelco a tu vida diaria y sacarle el jugo a los días con una perspectiva muy amable y llena de buen rollico.

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