Se hace llamativo que muchos colegas de este mundo “bloguero” de la LIJ, cuenten, entre sus enlaces, con las propias editoriales. No es que me oponga, pero no puedo evitar que me asombre… Si esta “autopista de la información” (como muchos redactores de ciertos medios de comunicación se empeñan en llamar a Internet) tiene ese componente de libertad, que no libertinaje (excepto ciertos casos), sobre todo en lo referente a poder verter las opiniones personales, así como la no dependencia ni, por un lado, de la censura, ni, por otro, de ciertas entidades patrocinadoras, no entiendo como muchos de los espacios que frecuento tienen apartados dedicados exclusivamente a las editoriales, todo ello sin apercibir ni un céntimo por parte de dichas empresas (otra cosa es que, publicitándolas, reciban manteca colorá, cuestión en la que no entro, ya que cada uno es libre de ganarse el pan de la forma que más le guste).
Opino que bastante hacemos por cada editorial de la que recomendamos un título, puesto que, además de dignificar la labor del escritor, ilustrador o traductor, colaboro en el engrandecimiento de dicha empresa, y de la que, dicho sea de paso, no obtengo ni un mísero agradecimiento, aunque tan sólo sea en forma de libro, del libro que recomiendo, que a la postre, tonto de mí, voy y costeo con dinero de mi propio bolsillo. Demencial, simplemente demencial… ¿será eso lo que nos diferencia de los que no leen?
Opino que bastante hacemos por cada editorial de la que recomendamos un título, puesto que, además de dignificar la labor del escritor, ilustrador o traductor, colaboro en el engrandecimiento de dicha empresa, y de la que, dicho sea de paso, no obtengo ni un mísero agradecimiento, aunque tan sólo sea en forma de libro, del libro que recomiendo, que a la postre, tonto de mí, voy y costeo con dinero de mi propio bolsillo. Demencial, simplemente demencial… ¿será eso lo que nos diferencia de los que no leen?
Imagen: Ouka Lele
Hola: desde mi punto de vista, es una información más, que puede resultar útil para el lector con interés en la LIJ. Por ejemplo, le puede descubrir editoriales que no conozca. (Tú te has movido por el ámbito rural, no hace falta recordarte la escasez de fondos de muchas librerías, que traen poco más que lo que piden las escuelas.) Y si pensamos en los demás casos, tampoco creo que un enlace (mío o de cualquier otro) en un blog pueda engrandecer o afectar de ninguna manera a bestias de la edición como SM o Anaya.
ResponderEliminarEn fin, esa es mi parte. Un saludo cordial,
Gonzalo
Hola Gonzalo... Si te soy sincero, esperaba tu comentario como agua de mayo -aunque estemos terminando noviembre- (sabría que te darías por aludido... je, je, je), porque me alegra que tengas otra visión, que también comparto (todo no es tan blanco o tan negro)... Era por darle candela. Gracias, espero que todo te vaya bien por aquellos lares.
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