No supe que José Hierro vivía en Getafe hasta que un día, invitado por una compañera de clase a las fiestas de esta localidad, pasamos por la puerta de su casa, un chalet adosado a las afueras de la citada ciudad. Me resultó muy curioso. Por lo general, las casas de las figuras conocidas se visitan después de que estos hayan fallecido y los herederos o la Administración monten una casa-museo entre los muros donde residió la personalidad.
Así que nada, les dejo con una de sus poesías, que ensalza la niñez y otras muchas más cosas del ser, estar y parecer humano… Hasta el lunes:
Así que nada, les dejo con una de sus poesías, que ensalza la niñez y otras muchas más cosas del ser, estar y parecer humano… Hasta el lunes:
Con tus manos hiciste libres
-con tus propias manos- las aves.
Hijo: que sueñas, sombra, símbolo
del hombre que rompe sus cárceles,
del que libera pensamientos,
palabras que se lleva el aire;
del que dio canto y dio consuelo
y no halló quién lo consolase.
Solitario, mudo, ceñidas
las sienes de hojas otoñales.
En la boca reseca el gusto
de la sal de todos los mares.
La sal que dejaron las olas
de los días al derrumbarse.
-con tus propias manos- las aves.
Hijo: que sueñas, sombra, símbolo
del hombre que rompe sus cárceles,
del que libera pensamientos,
palabras que se lleva el aire;
del que dio canto y dio consuelo
y no halló quién lo consolase.
Solitario, mudo, ceñidas
las sienes de hojas otoñales.
En la boca reseca el gusto
de la sal de todos los mares.
La sal que dejaron las olas
de los días al derrumbarse.
José Hierro
El niño de la jaula vacía.
En: Libro de las alucinaciones.
1995. Madrid: Cátedra.
Imagen extraída de http://sinfoniadeletras.wordpress.com/
La poesía y la foto son preciosas.
ResponderEliminarGracias por hacer hueco a ambas cosas en tu blog.
Un saludito, Miriam