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viernes, 19 de marzo de 2010

A Miguel Hernández (3)



Me alegra que, de vez en cuando, las editoriales me puncen con alguna sorpresa y no sean tan previsibles como acostumbran. Es el caso del título de hoy, un libro que se ha abierto camino entre la ingente cantidad de publicaciones que conmemoran el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, más que nada, porque, además de ser un poemario que incorpora una edición cuidada y con unas ilustraciones muy apropiadas para las rimas, recoge poemas inéditos del autor. Con una de esas poesías les dejo este día de San José (mis felicitaciones a todos los que conmemoran su onomástica) y me despido hasta la próxima semana.


Un ciprés: a él junto, leo.
(El sol va acortando un poco
a poco su fulgor loco.
Preludia un ave un gorjeo).

Me acuesto en la hierba. Leo.
(Es el poniente de hoguera:
contra él una palmera
tiene un débil cabeceo).

Echo el ojo al hato. Leo.
(Da el sol un golpe mayúsculo
a una montaña…
Crepúsculo.
Se oye de un agua el chorreo).

Me pongo sentado. Leo.
(La mugiente luz se enjambra
fingiendo una gran Alhambra
de mármol cristaloideo).

(Trunca el ave su gorjeo.
Por el oriente descuella
la noche.
¿Nace una estrella?).
No quedan luces… No leo.

Miguel Hernández.
Leyendo.
En: El silbo del dale.
Selección, introducción y notas de Juan Nieto Marín.
Ilustraciones de Paula Alenda.
2009. Zaragoza: Edelvives.

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