Los hay que son partidarios de releer un libro una y otra vez, buscando en él todo tipo de sensaciones y momentos, porque, tanto nosotros, lectores, como ellos, libros, cambiamos con el paso del tiempo, y eso, en mi pueblo, se llama evolucionar.
Un servidor no se encuentra entre este grupo de afectados por la repetición, ya que, excepto un par de libros, no acostumbro a releer. He aquí mis razones:
a. Escasez de tiempo y abundancia de obras. El lector que se precia de serlo, aboga por la diversidad, es plural, es decir, lee esto y aquello, lo de aquí y lo de allí, por ello, si dedica las horas a releer, se está perdiendo otras lecturas que también disfrutaría (o no).
b. Principios y finales. Todo, desde la misma vida hasta un viaje en tren, tiene comienzo y final. Sería pretensión divina prolongar lo que no ha sido concebido como tal. Sería comportarse como roedores al entrar en un bucle repetitivo que no nos dejase ver otros mundos, saborear otras palabras.
c. No releer cualquier cosa. Hay libros más susceptibles que otros de ser releídos. Si releyésemos cualquier “best-seller” de novela histórica, estoy seguro de que desistiríamos a la mitad, en cambio, si hiciésemos lo propio con El Quijote, encontraríamos otros puntos, otros caminos.
d. Libros y momentos. El lector que lo es, selecciona los libros que va a leer y estas elecciones siempre dependen de las variopintas situaciones que vive. Elegir un libro implica un deseo sujeto a las palabras del título, los comentarios oídos o la siempre omnipresente crítica, por ello, si releemos, ese sentimiento primario decae, se apaga, y por tanto el libro no será el mismo. Cada libro tiene su momento.
Hecho esto les dejo que me pongan en los comentarios sus razones para releer o no hacerlo. Y para todos aquellos que gustan de leer una y otra vez, y sin que sirva de precedente, les invito a leer, o mejor dicho contemplar, ¡¡Máaas!! (editorial Lóguez), ya que este título reduce su texto a dos palabras, y en el cual, Peter Schössow, hace una hermosa defensa de eso que los humanos llamamos repetir.
Un servidor no se encuentra entre este grupo de afectados por la repetición, ya que, excepto un par de libros, no acostumbro a releer. He aquí mis razones:
a. Escasez de tiempo y abundancia de obras. El lector que se precia de serlo, aboga por la diversidad, es plural, es decir, lee esto y aquello, lo de aquí y lo de allí, por ello, si dedica las horas a releer, se está perdiendo otras lecturas que también disfrutaría (o no).
b. Principios y finales. Todo, desde la misma vida hasta un viaje en tren, tiene comienzo y final. Sería pretensión divina prolongar lo que no ha sido concebido como tal. Sería comportarse como roedores al entrar en un bucle repetitivo que no nos dejase ver otros mundos, saborear otras palabras.
c. No releer cualquier cosa. Hay libros más susceptibles que otros de ser releídos. Si releyésemos cualquier “best-seller” de novela histórica, estoy seguro de que desistiríamos a la mitad, en cambio, si hiciésemos lo propio con El Quijote, encontraríamos otros puntos, otros caminos.
d. Libros y momentos. El lector que lo es, selecciona los libros que va a leer y estas elecciones siempre dependen de las variopintas situaciones que vive. Elegir un libro implica un deseo sujeto a las palabras del título, los comentarios oídos o la siempre omnipresente crítica, por ello, si releemos, ese sentimiento primario decae, se apaga, y por tanto el libro no será el mismo. Cada libro tiene su momento.
Hecho esto les dejo que me pongan en los comentarios sus razones para releer o no hacerlo. Y para todos aquellos que gustan de leer una y otra vez, y sin que sirva de precedente, les invito a leer, o mejor dicho contemplar, ¡¡Máaas!! (editorial Lóguez), ya que este título reduce su texto a dos palabras, y en el cual, Peter Schössow, hace una hermosa defensa de eso que los humanos llamamos repetir.
Releer por entero, lo solía hacer mucho de niño, por re-vivir la experiencia. Ahora me basta con hojear y re-leer algunos fragmentos y con eso basta para soñar.
ResponderEliminarDepende del libro y depende del momento. Hay libros que "necesito" releer cuando se terminan porque se me han quedado cortos, y otros prefiero esperar a que se me olviden (años...) Pero tampoco veo nada malo en releer, cada libro es especial por su contenido y su contexto. Si cambiamos el contexto, puede que el libro tambien nos resulte diferente!
ResponderEliminarInteresantes apreciaciones sobre si releer o no. Yo no suelo releer mucho, como bien dices hay tanto que leer y tan poco tiempo que si me pongo a releer tengo la sensación que le robo tiempo a otros libros que aún no leí. Pero si que hay algunos que tengo la necesidad de releer, aunque muy pocos.
ResponderEliminarsaludos