Continuamos en este 2013 con el espacio dedicado a las
grandes figuras de la ilustración de Literatura Infantil y Juvenil, ese “arte
menor” que hoy día es imprescindible en cualquier libro para niños.
Prestamos este lunes atención a un gran artista, Kay Nielsen.
Danés de nacimiento (Copenhague, 12 de marzo de
1886), Nielsen, hijo de Martinus Nielsen, actor y director del Teatro Real,
destacó en la pintura desde muy joven, sintiéndose influenciado en sus inicios
por el trabajo de John Bauer –lo que se deja entrever en sus escenarios
boscosos-, el “art noveau” y la Escuela de Birmingham, sobre todo por las
pinturas de Jessie M. King.
Kay Nielsen se desplaza a París para estudiar arte -Académie
Julian y Acedémie Colarossi- entre 1904 y 1911, periodo tras el cual se muda a
Inglaterra, donde reside desde 1911 hasta 1916, constituyéndose como un
ilustrador maduro. Las ilustraciones de este periodo descansan sobre tres
pilares básicos: el arte japonés tradicional, el estilo moderno de Beardsley y los trabajos de Burne-Jones. Una
tríada de influencias que se puede contemplar en su primer trabajo, 24
acuarelas y 15 grabados para In Powder
and Crinoline (1913), editado por Hodder & Stoughton y titulado en
América, Twelve dancing princesses. A
ésta obra y durante el mismo año, le siguen otras cuatro ilustraciones que se
publicarán en la edición navideña de The
Illustrated London News acompañando a otros tantos cuentos de Perrault.
El tercero de sus trabajos fue la serie de imágenes que
realizó para la obra de Gudrun Thorne-Thomsen, East of the Sun and West of the Moon: Old Tales from the North
(1914), una serie de veinticinco acuarelas y veintiún grabados que captan la
esencia de los cuentos nórdicos y la que muchos especialistas consideran su
obra maestra, no sólo por el preciosismo de éstas, sino por la técnica empleada
(cuatro colores), diferente a la hasta entonces empleada (tres colores). Este
hecho unido a las nuevas destrezas adquiridas al contactar con la Sociedad de
Pintores a Témpera, aportan mayor solidez a su dedicación. También es en esta
época, cuando Nielsen elabora cuatro ilustraciones destinadas a ilustrar
escenas de Joan de Arc, que no serán
publicadas hasta la década de 1920.
Como a muchos de sus contemporáneos, es la Segunda Guerra
Mundial la que paraliza su dedicación como ilustrador, dedicándose a pintar escenarios
para obras del Teatro Real danés -Aladino
o La tempestad- junto a Johannes
Pulsen, e intentando abrirse camino en los complicados mercados inglés y
francés.
1924 no sólo constituye su reincorporación al campo de la
ilustración, sino el año en el que continúa trabajando en la ilustración de una
serie de cuentos de H. C. Andersen, una obligación para cualquier artista
danés, que comenzó en 1912. A esta selección le sigue otra de los hermanos
Wilhem y Jakob Grimm (1925). Entre ambas sumarán 24 ilustraciones a color y
alrededor de 60 estampas.
Red Magic aparece en 1930, siendo el último título que
Nielsen ilustrará íntegramente con 58 imágenes.
En 1939, Kay Nielsen abandona el viejo continente y
desembarca en California junto con su mujer, Ulla, de la mano de Max Reindhart
para trabajar en Hollywood, donde entrará a formar parte de “The Walt Disney
Company” a través de la recomendación de Joe Grant. En la archiconocida
compañía de animación, intervendrá en dos secuencias de Fantasía –Ave María y Night on Bald Mountain-, a partir de las
cuales se hizo imprescindible para estos estudios a los que posteriormente
propuso algunos proyectos que no cuajaron en un principio, léase La sirenita.
Nielsen abandona Disney© en 1941 y dedica sus últimos años a
pintar murales para escuelas e iglesias de Los Ángeles (Central Junior High
School o First Congregational Church), ciudad donde, sumido en la pobreza,
morirá a causa de una enfermedad respiratoria crónica, el 21 de junio de 1957,
a la edad de 71 años.
Si tuviéramos que definir el estilo de este artista con tres
palabras, un servidor escogería: evocadoras, mágicas y sutiles. ¿Cuáles
utilizarían ustedes?
Un mundo secreto, mágico y oriental. ¡Qué triste que acabara su vida en una situación tan dura!¡Qué triste que el talento tan brillante sea despreciado!
ResponderEliminar¡Me encanta cuando te pones trágica!
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