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viernes, 17 de abril de 2015

En celo


Ya nos vamos poniendo tontorrones, el vello se encrespa y las hormonas se revolucionan al ritmo de unas temperaturas en leve (a veces, ya saben como las gastan los anticiclones) ascenso… ¡Pero no se asusten!, no somos los únicos animales que entramos en celo. Elefantes, chimpancés, osos, conejos, perros y gatos también ven alterado su instinto reproductor y es imposible tranquilizarlos… ¡Que se lo digan a los propietarios de algún felino…! Puertas arañadas, patas de sillas carcomidas, macetas volcadas, sillones desvencijados y pelo hasta en la sopa, son los inconvenientes de adoptar mascotas sin el consentimiento de la naturaleza… ¡Espero que al menos les busquen un entretenimiento digno de su especie!

Para que un gato juegue

No es complicado:
puedes atar a un palo
rojas cintillas
y hamacarlas al aire,
o dejar en el piso,
como al descuido,
un carrete de hilo,
un lindo ovillo,
pelotas de papel
y cajas de cartón,
y dejar que los gatos
hagan la diversión.

Germán Machado.
En: La escuela de gatos de la señorita Cara Carmina.
Ilustraciones de Norma Andreu.
2014. Buenos Aires: Calibroscopio.


1 comentario:

  1. Leeré estos poemas a Sira, la gata que nos adoptó, a ver si se calma un poco. Espero encontrar pronto el libro antes de que los felinos inunden la casa.Un abrazo, monstruo.

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