Teniendo en cuenta que la
mayor parte de las publicaciones o bitácoras dedicadas a la
Literatura Infantil marginan a la poesía como a un hijo bastardo, y
lejos de emular a Shelley (a Percy, no a su esposa), hoy me he
atrevido con este pequeño alegato.
A pesar de que el mundo
editorial presta cada vez más atención a las obras poéticas (al
César lo que le corresponde) y que, durante los últimos años, se
han buscado nuevos autores y formatos en los que darle protagonismo
-véase el álbum ilustrado, las antologías y otras obras más
personales y experimentales-, su visibilidad dentro de los círculos
lijeros sigue siendo la misma: testimonial. Aunque si bien es cierto
que poetas y poetisas han abandonado esa imagen mística del pasado
para hacer gala de cierto aperturismo mundano, rimas y sonetos siguen
varados, a la espera de que especialistas, mediadores y lectores, por
ella queden encantados (pareado al canto).
Aunque esta marginación
va perdiendo gravedad, hay que seguir gritando que todo lo que no sea
narrativa permanece en un segundo plano (y menos mal que no estamos
como el teatro infantil, eso sí que es para llorar...) y es
necesario darle alas entre los lectores para que las palabras sigan
volando, algo que defiende la (mi) concepción (visión) diversa de
la palabra, esa en la que todo cabe.
¿No creen que es una
pena? Si no me equivoco, la mayor parte de nosotros (no digo todos
porque siempre hay excepciones), procedamos de un sitio u otro,
pertenezcamos a una u otra cultura, nos hemos criado al son de nanas,
canciones, retahílas, rimas, juegos de palabras y, por supuesto,
rimas, esa patria común por la que, hace mucho tiempo, decidí
dedicar los viernes a este género.
Jean Cocteau dijo en
cierta ocasión “Sé que la poesía es imprescindible, pero no sé
para qué”, y es hora de esgrimir una buena tanda de motivos para
replicar a tan absurda aseveración: ¿Quién de ustedes no conoce el
fragmento de un poema? ¿Quién no ha declamado una rima en voz alta
jamás? ¿Nunca han buscado versos en las palabras? ¿Fue consonante
o asonante su primer amor? ¿Sabía usted que las bromas lucen más
con ritmo y entonación?
Está claro que la poesía
está presente en las ocasiones especiales, pero también nos cuenta
cosas, nos transmite mensajes que, aunque rítmicos y sonantes,
tienen inspiración en lo cotidiano. Es por ello que narrativa y
poesía se cogen de la mano... Al igual que novelas, cuentos y
relatos, la poesía toma prestada la realidad para ordenarla en otro
formato, quizá más estético, menos mundano, pero, al fin y al
cabo, toda la literatura confluye en el mismo punto, el ser humano,
sólo que los poemas saborean su existencia con ritmo, sonido y
métrica, con pureza y tiempo, pero nada vano.
[...]
En un instante , la
tinta de sus dos caligrafías
se fundió en un rojo
bermellón,
tan intenso como su
pasión.
Y el beso se vistió de
amor,
Un amor transparente,
dulce, cálido.
Con un toque de bruma y
espuma
y una pincelada de
papel celofán.
Un amor de caricias y
adverbios en flor,
de palabras tendidas al
sol.
Un amor de verbos
conjugados
en el vapor de
recuerdos y anhelos.
Un amor rumor de
galaxias, espiral en el tiempo.
Un amor de ecos,
sonidos y voces mirando al cielo.
Un amor con mil
mariposas dentro.
Un amor casi sueños...
casi versos...
[…]
Asunción Carracedo.
En: Leyenda de un beso.
Ilustraciones de Bett.
2015. Villaobispo de las
Regueras (León): Amigos de Papel.
Imágenes de la entrada: Bett.
hermosoo!!!
ResponderEliminarExcelente libro!!!
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