Este
hecho, probablemente me haya llevado a cometer errores, mínimos unas
veces, imperdonables otras, pero como nunca es tarde si la dicha es
buena, llevo varios días haciéndome una serie de cuestiones en
torno a estos libros tan especiales, de manera que pudiera aclararme
las ideas respecto a ellos y fuera capaz de reescribir el discurso
(¡revoluciones, crisis y cambios de paradigmas!).
He
aquí dieciseis preguntas con sus respectivas respuestas (en
base a mi experiencia y la de otros) que creo que les pueden ser
útiles si empiezan a preguntarse cosas como ¿Qué pijo es un álbum?
¿Un libro-álbum puede contener poesía y hablarnos de la antigua
Grecia? ¿Cuántas páginas tiene un álbum ilustrado? o ¿En qué
sección de la biblioteca tiene cabida el libro-álbum?
¡Empiezo!
Y ya saben... Si les queda alguna duda, sigan el consejo de la señora
Duthie: piensen a conciencia sus preguntas e irán construyendo la
respuesta.
1. ¿Libro ilustrado, libro-álbum, álbum o álbum ilustrado? ¿Cuál es su nombre? La sola denominación de este producto cultural conlleva muchos quebraderos de cabeza por la gran cantidad de variables a las que está sujeto. En primer lugar tenemos el nombre que recibe en el mundo angloparlante, “libro ilustrado” (picture book), uno que hace alusión a dos conceptos de formato, es más genérico, no ahonda en diferencias con otro tipo de libros y es el más antiguo, el original. En segundo lugar tenemos “libro-álbum”, una denominación más moderna, de origen francés (se acuña tras la publicación de Babar en 1931), que concibe este producto como un género nuevo, lo dota de entidad propia añadiendo el vocablo “libro” para hacer hincapié en las diferencias con otro tipo de álbumes (fotográficos o de cromos, por ejemplo), y acota ciertas características sobre su formato, especialmente en lo referente a la paginación y el uso de varios lenguajes artísticos a un mismo tiempo. El tercer nombre, “álbum” a secas, es una variación del anterior que se usa más que este por su brevedad, pero puede ser confuso al no establecer diferencias con otros tipos de álbumes. La última denominación, “álbum ilustrado”, aunque es una de las más agradables verbalmente y está muy extendida junto con la de “álbum” no es del todo correcta a la hora de hablar del nombre genérico, ya que denominaría a una tipología dentro del “libro-álbum”; no obstante y aunque el adjetivo “ilustrado” puede parecer redundante, al igual que ocurre en “libro-álbum” lo diferencia de otros álbumes, un valor añadido en esta época de buscadores cibernéticos y que si se omite puede llevar a confusión (prueben en Google y verán...). A mi juicio y a pesar de que yo utilizo más la denominación de “álbum ilustrado”, la más correcta es “libro-álbum” porque habla del objeto cultural y define tanto formato como contenido. El resto, aunque igualmente utilizadas y aceptadas dentro del mundo del libro, adolecen de indefinición por exceso o defecto, pero lejos de academicismos, son igualmente utilizadas.
De Brunhoff, Jean. 1931.
Histoire de Babar le petit eléphant. (Edición española:
Babar. Todas las historias. Blackie Books, 2015).
2. ¿Qué es un libro-álbum? Teniendo en cuenta las variables más importantes
(a mi juicio) de un libro-álbum, podríamos definirlo como
“artefacto u objeto cultural concebido en inicio con
aspecto de libro de
pequeña extensión dirigido al público infantil, que
contiene un discurso eminentemente poético creado con
lenguajes y técnicas artísticas variadas que dependen de la
intencionalidad de los contenidos a transmitir”.
Incluyo los conceptos de
“artefacto” por su naturaleza antrópica; apunto que es
“cultural” y no literario porque de ese modo englobo otras
manifestaciones artísticas; subrayo que “en inicio” tiene
apariencia de libro dirigido al público infantil puesto que en los
últimos años su aspecto físico y los soportes han empezado a
cambiar y ya no sólo se ofrece a los niños, sino también a todo
tipo de público; y por último hago hincapié en la variedad de
técnicas utilizadas en este tipo de libros (lingüísticas,
musicales, pictóricas, fotográficas o papirofléxicas) que de
manera aislada y conjunta le confieren distintas atribuciones sobre el
mensaje final.
3. ¿Qué define al libro-álbum? Aunque algunos autores ofrecen múltiples
parámetros a estudiar en los libros-álbum, todos ellos se pueden
resumir en dos tipos de variables: las que se refieren al
continente y aquellas que tienen relación con el contenido.
Cada libro-álbum se crea sobre unas características físicas y unos
contenidos determinados que dependen la mayor parte de las veces de
la intencionalidad que sus creadores quieran otorgarle. No pueden
tener el mismo formato un libro-álbum de tipo “board-book” que
otro “pop-up”, ni expresan del mismo modo un álbum ilustrado de
poesía y uno gráfico. He aquí la verdadera dificultad de un tipo
de libro que es capaz de aunar tantas intenciones, tantos tipos de
mensajes y tantas formas de expresarlos, algo que origina multitud de
piezas híbridas con compleja clasificación dentro de lo canónico.
4. ¿Cómo es el continente de un libro-álbum? Como bien indica su nombre en
inicio tiene aspecto de libro que utiliza como soporte el álbum.
Este álbum suele tener distintos formatos (con diferentes
dimensiones y con una paginación restringida (en inicio) que suele
oscilar entre las 24 y 32 páginas, pero pueden presentarse en mayor
(ilimitadas) o menor número (10-12 mínimo). Dependiendo del
material utilizado (generalmente papel, cartón, acetato o plástico),
se encuadernan de diferente forma aunque la más común es en tapa
dura o cartoné (excepto en los países de habla inglesa en los que
está muy presente la tapa blanda) y cosida.
Como unidad de superficie y tiempo (también podemos llamarla escena) se
suele tomar la doble página, un lugar en el que irán organizados
los elementos que la compongan que articularán el mensaje
dependiendo, no sólo de los contenidos y de las
interacciones que están implícitas entre sus elementos, sino de la relaciones emergentes entre el contenido y la forma (también llamado discurso). Sobre este punto hay que
indicar que, como en cualquier otro libro, generalmente, las imágenes se conciben
para ser reproducidas en dos dimensiones lo que muchas veces limita el contenido.
5. ¿Pueden existir variaciones a esta apariencia inicial del libro-álbum? En
los últimos años y gracias a la introducción de nuevas materias
primas y al desarrollo de diferentes técnicas como las
transparencias o el troquelado, surgen nuevas
concepciones en cuanto a la aspecto físico
del libro-álbum, uno en el que tienen cabida los libros “pop-up”,
los libros desplegables, los libros táctiles, los libros-mapa, los
libros-juego o los libros-objeto, lo que supone una redefinición en
este campo de cuasi-infinitas posibilidades.
García
Lorca, Federico y André da Loba. Arlequín.
Barbara Fiore.
Boisrobert,
Anouck & Rigaud, Louis. En
el bosque del perezoso.
Hipótesi.
Kveta
Pacovska, Kveta. Hasta el
infinito. Faktoria K de
Libros.
6. ¿Qué contenido tiene el libro-álbum? En el
libro-álbum podemos definir diferentes contenidos
primarios en base a
distintos criterios. Si consideramos las
técnicas artísticas y los estilos
utilizados para su elaboración podemos hablar de literarios
(narrativa, ensayo o poesía), musicales, ilustrativos (gouache,
acuarela, fotografía o lápices de colores), entre otros. Si
consideramos el código
utilizado para expresar el lenguaje
podemos hablar de literarios, expositivos, visuales, didácticos,
pedagógicos, de actividades, sobre inteligencia emocional o
autoayuda, pero generalmente hablamos de dos códigos, el código verbal o lingüístico y el código gráfico. Una vez que, tanto las técnicas artísticas, como los
códigos cohabiten en las páginas, surgirán nuevos contenidos
emergentes
como el juego, la teatralidad, la cinematografía, el movimiento, las
variaciones rítmicas, etc.
Ziraldo,
Alves Pinto. Flicts. This side up. (libro-álbum ilustrado de
contenido literario).
Scieszka,
Jon & Smith, Lane. El apestoso hombre queso y otros cuentos
maravillosamente estúpidos. Thule. (libro-álbum narrativo de
contenido literario).
Como
he apuntado anteriormente en la pregunta-respuesta número 3, esta gran
variabilidad de contenidos es muy importante ya que, por lo general,
es lo que más nos confunde a los lectores y da lugar a que, por
ejemplo, algunos padres y maestros busquen contenidos pedagógicos en
libros literarios que no han sido creados para tal efecto. Hay que
tener muy claro que, cuando un libro-álbum se concibe como literario
nunca tendrá un fin didáctico y cuando un álbum se crea con
técnicas literarias pero concebido como didáctico (véase el caso
de un libro-álbum gráfico informativo) será muy difícil que
alcance el estatus de literatura propiamente dicha (siempre hay
excepciones).
Sís,
Peter. El árbol de la
vida. RqueR.
(libro-álbum ilustrado de contenido informativo).
Alemagna,
Beatrice. Un león en
París. SM. (libro-álbum
ilustrado de contenido literario/informativo).
Tan,
Shaun. El árbol rojo.
Barbara Fiore. (libro-album ilustrado de contenido
literario/autoayuda).
Toro,
Grassa y Ferrer, Isidro. Cuaderno
de vacaciones. Libros del
Zorro Rojo. (libro-álbum ilustrado de actividades).
7. ¿El libro-álbum se lee o se mira? Aunque solemos limitar la lectura a la esfera lingüística y su expresión escrita, leer consiste en descifrar e interiorizar lo que se nos transmite a través de un código. También se leen la hora, las partituras y los cuadros de Velázquez, Goya o Egon Schiele. Entonces, ¿por qué no vamos a poder leer los mensajes simultáneos que nos ofrece un libro-álbum? Sería una pena si tenemos en cuenta que estamos preparados para ello, puesto que nuestra época nos ha dotado de una alfabetización visual (no hablo de la estética, otra cosa diferente...) que hemos alcanzado gracias a los lenguajes posmodernos, esos simultáneos y fragmentados en los que nos encontramos sumergidos por culpa del cine y su plasticidad, la televisión, el dibujo animado y los videojuegos. Las imágenes, además de ser polisémicas, icónicas y metafóricas, están supeditadas a contextos amplios en los que paratextos e hipertextos hablan por sí solos y dejan al lector experimentar más allá de la doble página. La lectura de un libro-álbum es una lectura enriquecida puesto que utilizamos para ello signos verbales, plásticos e icónicos y, sobre todo, diferente a la que conocemos de manera clásica: no leemos literatura, leemos otra cosa.
8. ¿Qué tipos de libros-álbum podemos definir en base a los lenguajes artísticos que contienen? La sistemática y clasificación del libro-álbum es un terreno pantanoso por la convergencia de dos lenguajes y sus múltiples elementos. Aunque las hay complejas y muy elaboradas (por ejemplo la de Nikolajeva y Scott o Van der Linden), yo soy más partidario de algo sencillo y bien nombrado por lo que distingo tres tipos de libro-álbumes: el libro-álbum textual,
el libro-álbum ilustrado y el libro-álbum gráfico.
Dado que, en ciertos casos, las fronteras entre ellos pueden adolecer
de indefinición y ser un tanto difusas, debemos realizar varias
lecturas -obviando las ilustraciones, centrándonos en el texto,
tratándolas conjuntamente...- para valorar cualitativamente su grado
de interacción, aunque muchas veces veremos que es muy difícil
asignarlos a uno u otro grupo.
9. ¿Qué define al libro-álbum textual? En un libro-álbum textual, la mayor parte del mensaje recae sobre la parte literaria o texto del mismo, mientras que la ilustración sólo lo acompaña y apoya, es decir, el nivel de complementariedad entre lenguajes es bajo. Por todo esto el libro-álbum narrativo sí puede adscribirse dentro de los géneros literarios para su clasificación en biblioteconomía y documentación, aunque lo más correcto sería que ocuparan parte del corpus general dentro del libro-álbum.
Hole, Stian. El final
del verano. Kókinos.
Silverstein, Shel. El
árbol generoso. Kalandraka.
Juster, Norton. El
punto y la recta. FCE.
Ezra Keats, Jack. Un
día de nieve. Lata de Sal.
Steig, William. ¡Shrek!
Libros del Zorro Rojo.
10. ¿Qué define al libro-álbum ilustrado? Es aquel libro-álbum en el que lo
literario se impregna de la imagen y viceversa. El grado de
complementariedad es elevado y pesan lo mismo texto e imágenes.
Hay que apuntar a que la suma de dos lenguajes diferentes provoca la
surgencia de un discurso emergente con propiedades diferentes a
estas formas de expresión, es decir, si una de ellas desaparece en
una obra de estas características, su comprensión global es
imposible. Si además añadimos los elementos peritextuales que
muchos de ellos presentan, la cosa sigue complicándose. (N.B.:).
Browne, Anthony. Gorila.
FCE.
Lionni, Leo. Pequeño
azul, pequeño amarillo. Kalandraka.
Van Allsburg, Chris. Los
misterios del señor Burdick. FCE.
Newell, Peter. El
libro inclinado. Thule.
Klassen, Jon. Este no
es mi bombín. Milrazones.
11. ¿Qué define al libro-álbum gráfico? En un libro-álbum gráfico, el discurso
de las imágenes es prioritario sobre el literario. Existen casos en
los que el texto desaparece en pro de la ilustración originándose
lo que se conoce como “silent book” o “libro-álbum sin
texto/palabras”, el máximo exponente de este tipo de libros-álbum en los que las imágenes expresan por sí solas el mensaje.
Lee, Suzy. La ola.
Barbara Fiore.
Ponti, Claude. El
álbum de Adela. Lata de Sal.
Banyai, Itsvan. El
otro lado. FCE.
Sáez Castán, Javier &
Murugarren, Miguel. Animalario universal del profesor Revillod.
FCE.
12. ¿Se podría considerar al libro-álbum ilustrado o al libro-álbum gráfico dentro de la Literatura y sus géneros? Si el libro-álbum
ilustrado presenta contenidos textuales con finalidad
literaria suficientes para
enmarcarlo dentro de un género (narrativa, poesía, teatro,
ensayo...), sí. En cambio, la realidad del álbum gráfico
es otra: el discurso se articula mayoritaria mente sobre el
lenguaje de la imagen por lo que debería clasificarse aparte, aunque
existan excepciones...
El soldadito de plomo
de Jörg Müller (Lóguez) es una de ellas. Este título sin
texto está creado a partir de imágenes secuenciales por lo que
debería ser tratado como álbum gráfico, pero como el texto subyace
aunque no exista, ya que el autor reinventa y reinterpreta un cuento
de Andersen, este libro-álbum podría ser considerado narrativo
porque tiene en cuenta la experiencia previa del lector para
descodificar las imágenes. A pesar de esta narración verbal
subconsciente, soy partidario de que este tipo de libros deberían
incluirse en la esfera del álbum gráfico en pro de una taxonomía
clara y concisa.
No obstante hay que decir
que el libro-álbum se puede entender desde diferentes
cosmovisiones artísticas en las que prevalece un punto de vista
conjunto y por ello, como el cómic y la novela gráfica, es un
producto cultural diferente a los ya existentes que
debería clasificarse aparte. Otro caso es lo que
suceda en la práctica..., una en la que influye, tanto un nivel de
subjetividad -bastante elevado-, como la experiencia con este tipo de
libros, la autonomía para decidir sobre la ordenación y ubicación
de los volúmenes o el siempre limitante espacio.
13. ¿Qué diferencia al libro-álbum del cómic? Mientras que en el libro-álbum se
presta mucha atención al formato, en el cómic no es así, uno que
la mayoría de las veces esta ideado a la francesa (vertical), puesto
que este aspecto no tiene mucha intencionalidad. También podemos
apuntar a la unidad-espacio: mientras que en el cómic se hace uso de
la viñeta como espacio esencial, el libro-álbum suele se toma como
referencia la doble página y a veces la página sencilla. Se puede
hablar de la secuenciación, una con más ritmo en el cómic que en
el álbum ilustrado, y del bajo nivel de complementariedad entre
ilustración y texto. Aunque a veces el libro-álbum se decanta por
recursos propios del cómic o la historieta para enfatizar la acción
espacio-temporal, son dos productos diferentes.
Briggs, Raymond. El
muñeco de nieve. La Galera. (Libro-álbum gráfico con técnicas de cómic).
14. ¿El álbum ilustrado es un tipo de libro dirigido sólo a niños? Categóricamente, no. Debido a la asociación errónea que se ha hecho del libro-álbum y la infancia desde sus comienzos, este ha sufrido un menosprecio por parte del lector adulto, relegándolo a un segundo plano por creer que el lenguaje de las imágenes es más primario y menos rico frente al literario. En las últimas décadas este pensamiento colectivo ha empezado a cambiar y el libro-álbum deja de ser una parcela exclusiva del lector infantil. El adulto atraviesa la frontera y ve nuevas posibilidades a un producto cultural enriquecido. Aunque se tiende a una clasificación en la que dos categorías (libro-álbum infantil y libro-álbum para adultos) pugnan por dos públicos diferentes, hay que llamar la atención sobre que los buenos productos culturales son universales y tienen diferentes niveles discursivos que pueden adaptarse a diferentes miradas. A nivel práctico y como bien apunté AQUÍ, la clasificación por edades es útil y orientativa respecto a los contenidos, pero no es fehaciente cuando se trata de responder a intereses individuales.
Greder, Armin. La
isla. Lóguez.
Erlbruch, Wolf. El
pato y la muerte. Barbara Fiore.
Van Ommen, Sylvia.
Regaliz. Kókinos.
15. ¿Cuál es el origen del libro-álbum y cómo evoluciona? Aunque a partir del
siglo XVII aparecen las primeras publicaciones que utilizan la imagen
en libros de carácter didáctico dirigidos a los niños, el
libro-álbum nace a finales del siglo XIX, sobre todo con
libro-álbumes de corte textual (la imagen ayuda a comprender el
mensaje pero no tiene suficiente entidad), un producto que evoluciona
poco a poco hasta que, a principios del siglo XX, empiezan a surgir
los primeros libro-álbumes ilustrados, unos con un protagonismo
compartido entre texto e imagen. Ambos tipos de álbumes coexisten en
el tiempo y sufren una co-evolución en paralelo, algo que no sucede
con el libro-álbum gráfico que tiene una evolución más puntuada
al verse influenciado por tendencias ajenas al mundo literario. Al
mismo tiempo tenemos que apuntar a que estos tres tipos de álbumes
sufren procesos de multiplicidad importantes conforme avanzan los
siglos XX y XXI originando un crecimiento exponencial de los títulos
publicados, una cuestión que por un lado se debe a que cada vez son
más los creadores y autores intervinientes (multiplicidad de ideas e
influencias) y por otro a la mercadotecnia y negocio editorial que
supone la Literatura Infantil y Juvenil (multiplicidad económica).
Comenius, Johan-Amos.
1650. Orbis sensualium pictus.
Hoffmann, Heinrich. 1845.
Struwwelpeter. (Edición española con contenidos anexos contemporáneos: Pedro Melenas y
compañía. Impedimenta, 2015).
Caldecott, Randolph.
1878. The house that Jack built.
Sendak, Maurice. 1963.
Where the wild things are. (Edición en castellano: Donde
viven los monstruos. Kalandraka, 2014).
16. ¿Cuál es el futuro del libro-álbum? Desde que el grafismo irrumpe en el
mundo del libro-álbum se han abierto innumerables puertas, no sólo
en lo que se refiere al mundo de la imagen, sino a las posibilidades
en cuanto al aspecto físico del objeto en sí mismo. La revolución
en el campo de los materiales nos traerá nuevos tipos de tintas,
papeles sensibles al calor y con gran conductividad que ofrezcan
nuevas pautas de interacción en las que la era digital tendrá un
papel esencial. El juego y, sobre todo, las ideas que surgen de los
laboratorios de lectura, incorporarán interactividad y diversidad de
público al libro-álbum, un nuevo género que, esperemos, perdure en
vez de cavar su propia tumba retornando de nuevo a la página en
blanco, una que, al fin y al cabo, es la madre de todas las artes.
Personas, lugares,
libros y artículos que me han ayudado a preguntarme sobre el
libro-álbum y a los que hay que darles las gracias:
-
José Manuel Garrido. Bibliotecas Escolares en Red de Albacete.
-
Grupo de Facebook La biblioteca de los peques: literatura infantily juvenil.
-
Grupo de Facebook Álbum ilustrado.
-
Librería Circus.
- Nicolajeva, María y Scott, Carole. 2001. How picturebooks work? Psychology Press.
- Nicolajeva, María y Scott, Carole. 2001. How picturebooks work? Psychology Press.
- Van der Linden, Sophie.
2016. Álbum[es]. Ekaré.
- Zaparain, Fernando y
González, Luis Daniel. 2010. Cruces de caminos. Álbumes
ilustrados: construcción y lectura. Universidad de Castilla-La
Mancha/Universidad de Valladolid.
- Colomer, Teresa. 1996. El
álbum y el texto. Revista Peonza, 39: 27-31.
Muchas gracias por la información tan completa así como las reseñas.
ResponderEliminarGracias a ti una vez más, por visitar este espacio. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarTe invito a que eches un vistazo a esta entrada de mi blog, en relación con el tema que comentas.
ResponderEliminarhttp://annabel-elsabordelascerezas.blogspot.com.es/2014/11/trabajo-final-de-grado-el-album-como.html?m=1
Saludos.
Te invito a que eches un vistazo a esta entrada de mi blog, en relación con el tema que comentas.
ResponderEliminarhttp://annabel-elsabordelascerezas.blogspot.com.es/2014/11/trabajo-final-de-grado-el-album-como.html?m=1
Saludos.
¡Hola Annabel!Me he pasado por ahí pero parece que está incompleta o no hay enlace... No sé... ¡Un abrazo!
ResponderEliminarInteresantes preguntas con sus respuestas. Aunque muchas veces utilizo los álbumes, no me había parado ha reflexionar sobre todos los aspectos que comentas.
ResponderEliminarUn saludo
Angeles Ortega
La maleta de la Lili
http://lamaletadelalili.es/
¡Gracias por tus palabras, Ángeles! Espero verte por aquí a menudo.
ResponderEliminarGenial !!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada, felicidades. Muy bien estructurada y nos sirve, a los docentes, como referente para introducir este tipo de libro en las bibliotecas escolares y escuelas donde la narrativa tiene el "dominio".
ResponderEliminarMe encanta, la compartiré con el Grupo Cooperativo de Bibliotecas Escolares en Red de Albacete.
Nos seguimos leyendo, ;-)
Un abrazo, paisano.
P.D.: Gracias por la mención.
Hola! quisiera saber quién define "libro álbum" para hacer una cita en una monografía de esta definición que aparece en la pregunta qué es un libro álbum. Gracias.
ResponderEliminar