El pasado sábado se celebraron las V Jornadas sobre Bibliotecas Escolares y Planes de Lectura de Albacete, un encuentro entre los docentes que nos dedicamos
a promover esto de la lectura en niños y jóvenes, promovido por el
Grupo Colaborativo de Bibliotecas Escolares de la provincia de Albacete y
secundado por el Centro Regional del Profesorado de Castilla-La Mancha.
Acompañados por bastantes bibliotecarios municipales y dos excelentes ponentes,
Ana Garralón y Pep Bruno, además de aprender unos de otros, más de ochenta
colegas de profesión pasamos el día compartiendo experiencias y puntos de vista
sobre el verbo leer.
Como sé que muchos de ustedes se han interesado por todo lo
que allí se habló (les aseguró que algunas propuestas de trabajo fueron muy
interesantes) y no sé hasta qué punto dichas comunicaciones estarán disponibles o no,
me he decidido a traer aquí la mía, una que llevaba por título Instragram
o cómo atrapar lectores potenciales en la red social de moda. Dándole
un par de vueltas y teniendo en cuenta que aquí no tengo límite temporal, la he
re-estructurado en dos partes para facilitar su lectura y comprensión por esta
vía.
Espero que la disfruten, les plantee preguntas y les sea
útil, pero antes de entrar en harina me gustaría dar las gracias a José
Manuel, Gela, Fuensanta y tantos otros que forman parte de esta conspiración
albaceteña de mediadores de lectura y que han depositado su confianza en otros
compañeros de profesión, como el monstruo aquí firmante, para compartir sus
locuras con los libros.
Instagram, unas consideraciones orientadas a la mediación lectora
Instagram
es la red social que más ha crecido en los últimos años. Con alrededor de ochocientos
millones de perfiles activos a diario se perfila como una de las redes sociales
con más proyección a la hora de aupar iniciativas, no sólo comerciales, sino
también culturales. Si a ello unimos que la mayor parte de sus usuarios son
jóvenes entre 15 y 35 años y que alrededor de un 20% de estos confiesan que es
su red social favorita, no debemos desestimar este espacio de intercambio
virtual como una herramienta para aupar el hábito lector entre aquellos
estudiantes que la utilizan de manera directa.
De
entre todas las características intrínsecas de esta red social, sus usuarios
destacan sobre todo la positividad del formato, en contra de lo que ofrecen
otras redes sociales como Facebook o Twitter, donde la forma de desarrollar los
contenidos es menos directa, los contenidos no son del interés de esta franja
de edad, y el mensaje final se adscribe a otras esferas donde abunda la
impostura. Estemos de acuerdo o no, debemos considerar que esta percepción del
usuario puede facilitar una relación igualmente positiva con los contenidos que
alberga esta red social, por lo que deberíamos considerar una prioridad que los
libros y la lectura estén presentes en ella y circunscribirlos a uno de los
entornos comunicativos en boga. Si a ello añadimos que el vínculo que los
lectores establecen con los libros tiene un gran componente emocional, sería interesante
utilizar estas sinergias a la hora de aupar la relación de estas generaciones
con el acto lector.
En
segundo lugar debemos de tener en cuenta que Instagram está ideado para uno de
los soportes con los que más interactuamos diariamente, el teléfono móvil (N.B.:
Tanto es así que las imágenes y vídeos pierden calidad al visionarlos en otros
como la tablet o el ordenador), y por tanto es una de las redes sociales más visitadas hoy día, algo que sigue ayudando en la interacción de los usuarios
con los contenidos de la misma.
A
estas dos premisas hay que unir una tercera que considera que la forma de relacionarse
de nuestros alumnos pasa inevitablemente por las tecnologías de la información
y la comunicación, el teclado o la interfaz de usuario. Son nativos digitales, se
desenvuelven perfectamente en el mundo de internet, de los buscadores o el
software (realidad que tenemos que asimilar aquellos que no lo somos). Esto ha
servido para que muchos autores como Felipe Zayas o José Rovira Collado, consideren que el uso de las nuevas tecnologías sea un
arma eficaz para adquirir destrezas de lectura, así como incide positivamente sobre otras estrategias de mediación lectora, como por ejemplo los clubes de
lectura.
Por
último llamo su atención sobre el hecho de que niños y jóvenes se hallan
inmersos en las redes sociales desde muy jóvenes. Y son esos espacios virtuales
que utilizan para comunicarse entre sí y con parte del mundo que les rodea,
esos lugares de intercambio habitados por gente variopinta, los que podrían
formar parte del acto lector social o comunitario al que se han referido
estudiosos como Michèle Petit y sobre el que se fundamenta lo colectivo de la
literatura, una experiencia que puede partir de lo coral.
En
mitad de este panorama nacen los bookstagramers, jóvenes más o menos anónimos
que, sin ser especialistas en mediación lectora, desarrollan diferentes
estrategias que congregan a multitud de seguidores de corta edad en torno a los
libros y sobre las que merece la pena detenerse, más todavía cuando estas
iniciativas son mejor valoradas por el público lector potencial que las de
otros perfiles profesionales o bitácoras, institucionales o personales, que
cuentan con un gran número de seguidores en otros formatos y redes sociales
pero no alcanzan notoriedad en esta.
A
pesar de todos estos pros con los que supuestamente contarían estos
bookstagramers, son muchos los sectores de la mediación lectora que no ven en ellos un acicate para la creación de nuevos lectores y mucho menos lectores
competentes reales por diversas razones entre las que se cuentan:
- que
la mayor parte de las sugerencias de lecturas se adscriben al universo
paraliterario lo que supone dudas sobre su formación y compromiso literario,
- que
quedan patentes intereses comerciales en muchos de ellos
- que
se busca la trascendencia de lo efectista en detrimento de una experiencia
estética,
- y
que la palabra, ese invento sobre el que descansan lo literario y la lectura,
queda relegada a un segundo plano en una red social en la que prima la imagen.
Si
bien es cierto que no debemos obviar todos estos peros, también hay que hacer
una llamada de atención sobre que, tanto los bookstagramers, como los
booktubers, constituyen los mayores ejemplos conocidos de mediación lectora
entre iguales, un tipo de mediación poco habitual ya que tradicionalmente en
estos procesos ha primado el modelo intergeneracional. Es a través de ellos
cómo el libro adquiere un carácter de vínculo entre multitud de jóvenes de
diferentes procedencias, constituyendo así una comunidad en la que todos se
sienten parte activa y donde pueden compartir una experiencia de lectura, un
vínculo nada desdeñable teniendo en cuenta la gran capacidad de influencia que
todos tienen sobre el resto a la hora de leer.
Tras
desgranar este contexto y en lo que se refiere a perspectivas futuras sobre el
papel de la mediación lectora en Instagram, podemos apuntar a tres conclusiones/líneas
de trabajo:
a. Supone
un reto para los mediadores de lectura formados lanzarse a estas plataformas
digitales y aupar el objeto libro y sus visiones literarias desde una perspectiva
profesional.
b. Igualmente
se deberían fomentar aquellos perfiles que puedan contribuir a la pluralidad en
lo que a sugerencia de lecturas se refiere, y por tanto empujar a los usuarios
inmediatos hacia una educación literaria real y no a los clichés y
convencionalismos que tanto abundan en esta red social.
c. Por
último, sería deseable una mayor presencia de los profesionales de la mediación
lectora en este tipo de foros para velar por la calidad de los contenidos y una
diversidad de espacios adecuada a los lectores y otros mediadores, de manera
que la literatura no se viera subyugada a otros intereses.
Buenos
bookstagramers: características y selección
Teniendo
en cuenta el contexto anterior y partiendo de mi propia experiencia con
Instagram a partir de la cuenta que Donde Viven Los Monstruos LIJ tiene en esta red social @dondevivenlosmonstruosblog , he creído
conveniente hacer una serie de consideraciones que les pueden servir como guía
a la hora de seleccionar a bookstagramers cuya labor sea notable en pro de los
libros y la lectura, ya que no todo consiste en colocar a tíos/as buenos/as con
un libro en las manos haciéndose los interesantes (hay Instagram más allá de
los it-boys/it-girls). He aquí algunas de las características en las que yo me
detendría…
Contenidos generales
-Diversidad:
Es
importante que, siguiendo la línea temática a la que se adhiera el perfil, se
conjuguen diferentes tipos de contenidos que desarrollen un nexo común. Si mi
perfil trata sobre LIJ es importante prestar atención a novedades y clásicos, a
diferentes formatos como el libro-álbum, la novela, el cómic o el libro de
conocimientos, presentaciones de libros, lugares comunes, etc. Es decir,
constituir un espacio digital donde la diversidad de contenidos preste una
función lúdica e informativa.
-Intertextualidad/Interdisciplinariedad:
Teniendo
en cuenta los déficits con los que cuenta esta red social, urge buscar
sinergias entre la literatura y el mundo que nos rodea a la hora de atrapar
lectores. Poner en relevancia elementos visuales y textuales que tienen que ver
con la literatura, buscar una contextualización que no sólo parta del aspecto
estético, sino que abrace a la obra que presentamos o buscar detalles que
puedan generar un debate, pueden ser armas más que interesantes.
-Interactividad:
Comentarios
públicos o privados, invitados, sugerencias recíprocas, sorteos, retos,
encuestas, peleas de gallos o emisiones en directo son puntos fuertes de esta
red social por la que fluye la comunicación de una forma más instantánea que en
otras, y que un buen bookstagramer debe usar en caso de necesidad (también es
interesante no abusar) para interaccionar con el resto de personas que
configuran su comunidad de seguidores.
-Regularidad/Inmediatez:
No
debemos olvidar que estos lugares son bitácoras y que permiten estar al día, no
sólo de novedades editoriales, sino de temas de actualidad literaria,
celebraciones en torno a los libros, presentaciones y otras actividades, es por
ello que mantener un ritmo constante de publicaciones y estar al tanto de lo
que sucede, ayuda en un buen bookstagram.
Contenidos específicos
-Gráficos:
Por
un lado tenemos las imágenes, que para mí, deben tener tres requisitos
fundamentales: ser originales, creativas y estéticas (Nota: No debemos olvidar
que Instagram nació como una red social para amantes de la fotografía y este
punto es esencial). Si además de esto, se relaciona con el libro de alguna
manera (no es una árida imagen publicitaria) y sugiere otros discursos, mejor que
mejor. Los amantes de las literaturas gráficas sabemos que las imágenes pueden
decir muchas cosas por sí solas, y en la mano del bookstagramer está el buscar
detalles, coincidencias, inspiración, curiosidades o incluso erratas que den
valor a la obra sobre la que se habla. En algunos casos efectistas, en otros
con menos fuegos de artificio, pero el caso es llamar la atención de los seguidores
sobre esa imagen y presentar la obra de un nuevo modo, sin pasar desapercibida.
Por
otro lado tenemos los vídeos en los que, además de las características
anteriores, yo añadiría la de ser sintéticos (existe la limitación temporal en
los de la bandeja de entrada) y estar bien editados.
-Textuales:
Reseñas,
resúmenes, citas, referencias
bibliográficas, datos de interés, contenidos relacionados con la imagen, opiniones,
enlaces y hashtags, son detalles que no se le pueden escapar a un buen
bookstagram, más todavía cuando lo que intentamos inculcar es el gusto por la
palabra, por la lectura, y de esta manera también aupamos la lectura
instrumental a través de hipertextos.
Y
teniendo en cuenta estas premisas (siento no tener tiempo para un análisis más
exhaustivo y objetivo), llego a unos cuantos bookstagramers que, aunque no
recojan todas ellas en cada uno de sus perfiles, pueden ejemplificar varias y
sirven como orientativos a la hora de seleccionar/recomendar un bookstagram
aceptable. Animándoles a seguirlos y de activar las notificaciones para cada uno
de ellos (incluido el mío, jejeje), les dejo con mi selección particular donde
abundan -¡cómo no!- los dedicados a la literatura Infantil y Juvenil.
Parejas de buenas lecturas y helados con buen criterio.
Guardas, tapas y camisas de álbumes con mucho que decir.
Estanterías y librerías a rebosar de libros.
Una bitácora excelente de libros para niños y gente que gusta de serlo
Buenas lecturas teatralizadas e interpretadas en imágenes
Canal de YouTube en portugués sobre LIJ con un gusto exquisito
Presentación de álbumes ilustrados del mundo anglosajón actuales desde Australia
Librería argentina especializada en LIJ con un instagram más que interesante.
Sugerencias de lectura de gente como tú y yo desde los andenes de metro de Nueva York, Londres, Ciudad de México y El Cairo.
Clásicos desde Corea en bellas atmósferas
Presentaciones de libros coloristas sin objetividad (que también es un criterio).
Fantásticas propuestas con mucha relación con los álbumes y la ilustración infantil
Desde Sau Paulo con muchas propuestas de álbum ilustrado
Literatura infantil y álbumes de todo tipo con buena selección en portugués
Todas las imágenes y vídeos que acompañan a este artículo, exceptuando las capturas de pantalla de los diferentes perfiles que se han seleccionado, pertenecen a @dondevivenlosmonstruosblog / Román Belmonte.
Te sigo desde hace tiempo. Leo todas tus reseñas. Me inspiran. La selección de libros de LIJ que haces es totalmente afín a mis gustos. Descubro álbumes a través de ti que se quedan ya para siempre conmigo. Me encanta tu rollito. GRACIAS ;-)
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por tus palabras, Bea! Lo mejor es que esos libros te acompañen. ¡Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarHay que estar en el mundo 2.0 o ya no sé si hemos avanzado de versión. Es una forma de expresión y de difusión de ahora que no está reñida con las de ayer y con las de antes de ayer. Es una más. Me gusta que le dediques una entrada.
ResponderEliminarY que haya gente como tú que esté por encima del postureo, aunque sí, todos lo ejercemos en mayor o menor medida.
Tu Instagram es de lo mejor: en fondo, estética y LIJereza.
En realidad, todos mostramos lo que queremos o sabemos mostrar de nosotros en público tanto en vivo y en directo como en la realidad virtual.
Gracias por la entrada, he absorbido cual esponja lo que me ha resultado más interesante. Tienes razón, hay que estar al día o al menos intentarlo que ya es mucho. Abrazo fuerte!
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