Tras dos
meses y pico de descanso no me he podido resistir a la tentación de reabrir este blog, uno que viene siendo mi mayor vicio desde hace once años, con mucha
alegría. Ya saben que en junio hacen aparición bajones y desánimos que más
tarde suelen curar los apacibles días de verano. Así que,
henchido de buenas vibraciones (¿Me oyen, me escuchan, me sienten?) y unos cuantos libros, regreso a esta casa para proporcionarles
nuevas sugerencias de lectura, curiosidades y (per)versiones.
Teniendo en cuenta que las escuelas e institutos están en
plena ebullición, he creído muy apropiado abrir el telón con el “álbum”
informativo más antiguo que se conoce, el
Orbis Sensualium Pictus de Iohannes Amos Comenius. Libros del Zorro Rojo
nos lo trajo allá por mayo en una edición bilingüe latín-castellano con el
nombre de El mundo en imágenes, y el
aquí monstruo se dispone a descoyuntarlo debidamente con unos mesecicos de retraso.
Aunque hoy día nos puede parecer un tipo de libro muy
recurrente en el ámbito educativo, en su época supuso toda una revolución por
dos motivos principales. En primer lugar invitaba a una nueva forma de enseñar-aprender. El
juego, el aprendizaje autónomo o la integración de la familia en el proceso educativo se incluían en una cartilla escolar de la mano de Comenius, un
pionero que desde su condición de protestante (no me voy a extender en una biografía plagada de episodios migratorios y
desencantos que pueden consultar con profusión en las últimas páginas de este volumen),
desarrolla ideas que recoge en su prefacio y en las que cualquier docente
podría encontrar la esencia que impregna (o debería hacerlo) la educación básica de la
sociedad occidental. Sugerencias como Muéstreseles
lo que se nombra no solo en una imagen, sino en su misma realidad […] o Permítaseles también que dibujen las figuras
con su propia mano si así lo desean; incluso incíteseles a que lo hagan […]
todavía siguen retumbando en las cabezas de los maestros actuales.
Por otro lado y en lo que respecta a los amantes del álbum y
la ilustración, he de llamar la atención sobre el hincapié que hace Comenius en
integrar texto e imágenes para asociar ideas, aludiendo al principio de la
solidaridad icónica sobre el que descansa cualquier libro-álbum y que tan
buenas producciones nos está dando en los últimos años. Es así como el autor
revela la importancia de reconocer el mundo desde dos lenguajes en pro del
entendimiento y nos dice Pónganse en las
manos de los niños las figuras para que se recreen con ellas, hasta saciarse
con su vista y las hagan del todo familiares […].
Partiendo de escenas cotidianas o no tan cotidianas (me
encantan algunas como la de la caza de aves, la de los relojes, los
instrumentos musicales y las de las estrategias bélicas), y teniendo en cuenta
ciertas salvedades anacrónicas sobre la astronomía, la anatomía, la religión o
la legislación (no olviden que este librito se escribió en el siglo XVII y puede estar desfasado), es
un título que les invito a mostrar a sus hijos, no sólo porque aprenderán del
presente, sino también del pasado (me encanta comparar el conocimiento del ayer
y del hoy).
Una delicia que nos invita a empezar el curso con muy buen pie (o eso
espero).
¡Bienvenido!!!!!
ResponderEliminarInteresante comienzo. Muy moderno este tipo. ;-)