Me invade la burocracia. Certificado por aquí, impreso por
allá, facturas de esto o aquello… Espuertas de papeleo que le quitan a uno las
ganas de trabajar, sobre todo cuando se supone que los docentes nos dedicamos a
enseñar en vez de al “fill the gap”.
Hasta hace bien poquito, nunca me había planteado la
jubilación. Siempre he visto el trabajo como una parte necesaria de la vida, más
que nada porque nací pobre y tengo que pagar comida, el agua, la luz, el gas,
la gasolina y un largo etcétera de necesidades básicas. También pensaba que
retirarse del mundo laboral puede hacer de ti un ser inerte que pierde
destrezas sociales y agilidad mental (He visto a muchos caer en picado tras el
deseado retiro). Y no pocas veces me ha dado en qué cavilar el hecho de que
muchos desafortunados terminen en el hoyo poco después de recibir su primera
pensión (soy un poco supersticioso, lo he de admitir).
Acompañado de estas tres premisas daba gracias a la vida por
hincharme a currar, pero el caso es que últimamente he cambiado el chip y no
me importaría tener más tiempo para hacer lo que me gusta. Leer, viajar,
escribir, dibujar, nadar, pasear, comer, charlar... Incluso me faltaría tiempo.
Está claro que esto pienso ahora, con una edad en la que no estoy lo
suficientemente ajado física y mentalmente (con setenta años me parece que voy
a estar para pocos trotes), así que rápidamente me digo que hay que aprovechar el momento, ahora y después (si llega, que ya saben cómo están
las arcas públicas), y pasarlo fenomenudo sea cual sea nuestro estado laboral.
Y así llego hasta mi admirado Shaun Tan y uno de sus últimos
álbumes. Editado por Barbara Fiore, su editorial de cabecera en nuestro país,
este libro nos habla de muchas cosas que se refieren al mundo laboral y sus
miserias. Veamos…
Tan nos presenta a un protagonista construido en torno a un
insecto personificado, al que incluso otorga un nombre científico ficticio, Cicada officium, la "cigarra trabajadora".
Pero, ¿por qué una cigarra? ¿por qué elige este insecto? Seguramente por haber sido considerado un símbolo de inmortalidad (¿Tendrá esto
que ver con ese renacer tras una vida dedicada al trabajo?) y que incluso queda recogido en otras obras literarias como La
Ilíada de Homero. Tampoco debemos pasar por alto que Cigarra no habla con
corrección nuestra lengua, que Cigarra procede de otro lugar, de otro país.
Casi toda la acción (excepto la guarda trasera) se desarrolla en un medio urbano y claramente
antrópico, un escenario que muestra tres puntos esenciales. Por un lado su color gris nos habla de un ambiente
opresor, deprimente y lúgubre, por otro esa falta de luz que genera muchas sombras y penumbras que
entristecen la atmósfera, y por último los motivos geométricos que nos hablan
de densidad, repetitividad y monotonía. Esto nos lleva a un universo de soledad
y alienación laboral con el que muchos se pueden identificar. Laberintos, prismas y
otras formas angulosas (en las que veo la huella de Jeffrey Smart -una vez más-, a Escher, los cubistas o el monumento
del holocausto sito en Berlín… ¿tendrán algo que ver?) son el espejo de
sociedades encorsetadas por las normas y los dictados.
Con todos estos elementos, el autor da vida a una alegoría
maravillosa sobre los pormenores laborales en las sociedades occidentales y de
paso se interna, una vez más, en la crítica social, concretamente en la
explotación laboral de los inmigrantes donde marginación, explotación y acoso
laborales son el pan de cada día. Escenas donde se observa un linchamiento o en
las que situaciones cotidianas como coger un ascensor se hacen cuesta arriba,
nos hablan del horror diario que sufren muchos trabajadores que por diferentes
motivos se encuentran trabajando en la diáspora.
El libro termina con un deje de silencio al borde de la azotea (me encanta este
recurso tan tenso y cinematográfico), donde a través de un salto al vacío lleno de guiños kafkianos, nos preguntamos muchas cosas para dar fin (o principio) a la historia. Una catarsis poética, un final ideal
para un álbum hermoso, valiente y muy bien pensado.
Impactante!!!!
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