Hoy es 10 de junio y toca celebrar el cumpleaños de Maurice Sendak, ese genio que nos regaló obras tan trascendentales como la que da título a este espacio. Para una vez que me acuerdo (soy muy malo para las fechas), he creído conveniente hablar de la infancia de este hombre y de algunas curiosidades de su libro más conocido. ¡Que 93 velas no se soplan todos los días! ¡Empezamos!
El padre de Sendak, Philip, llegó a Estados Unidos en 1913, en busca de una chica de la que se había enamorado en Polonia, pero fue demasiado tarde: ella ya se había casado. Poco tiempo después, se enamoró de nuevo, esta vez de la madre de Sendak, Sarah, otra inmigrante polaca. Ambos se conocieron en una boda mientras ella leía un pasaje del gran escritor yiddish Shalom Aleichem como parte de la ceremonia. Después de casarse, Philip y Sarah comenzaron a traer a los parientes de Sarah a Estados Unidos.
Cuando iban a cenar durante los fines de semana, Maurice Sendak, un niño estadounidense al uso, quedaba impresionado por la apariencia, el habla y los modales de sus tíos europeos. En su mente se convertían en figuras grotescas: “Fumaban puros, sus dientes eran terribles, y tenían pelos saliendo de sus narices, ¡¿qué les pasaba…?! Esperar a que mi madre preparara toda la comida -y ella siempre tardaba-, significaba que esta gente podía comerte. Si tuvieran suficiente hambre, te comerían", comentó. Un momento en la vida de Sendak que inevitablemente lleva a pensar que esa sea la razón por la que algunos de estos monstruos tienen nariz humana, y al mismo tiempo me recuerda a un pasaje de Donde viven los monstruos, ¿adivinan cuál? Sí, ese que dice "... ellos rugieron sus rugidos terribles y crujieron sus dientes terribles y movieron sus ojos terribles..."
En alguna ocasión, Sendak bautizó a los monstruos que protagonizan esta obra tan conocida de la Literatura Infantil. Si se fijan en la imagen siguiente, les diré que los dos de la izquierda llevan el nombre del propio Sendak. El primero es Moishe, Maurice en yiddish, mientras que el segundo, el que se parece a un toro, es Bernard, su segundo nombre. Los tres monstruos de la derecha son Bruno, Emil y Tzippi. Este último era el nombre de un amigo de la infancia de Maurice, de cuando vivía en Brooklyn a los siete años.
Sendak afirmó que el título del libro se inspiró en una expresión yiddish. Como él mismo explicaba, "Vildechaya es literalmente, "monstruo”, y es lo que casi todos los padres y madres judíos le dicen a sus hijos: "¡Estás actuando como un vildechaya! ¡Para ya!”, algo que viene al pelo si recuerdan el comportamiento de Max, el protagonista de este libro, antes de la cena.
Una de las escenas más memorables de Donde viven los monstruos (editorial Kalandraka) es la “fiesta salvaje”, esa en la que Max y los monstruos se desatan. Si se fijan, es la única imagen de todo el libro en la que los monstruos apartan los ojos de Max y se centran en la luna llena, un símbolo misterioso en sí mismo y muy importante para Sendak (pueden encontrar muchas referencias a nuestro satélite en sus libros), y que también recuerda a las leyendas de hombres lobo y otras bestias que se deleitan bajo su luz.
El barrio de Sendak, Bensonhurst, era una comunidad mayoritariamente judía e italiana. Cuando era joven, Sendak pasaba mucho tiempo en la ventana, observando y dibujando niños y adultos en su vecindario. En sus primeros libros dibujó niños traviesos de cabello oscuro como Max o Rosie. Eran los mismos niños inmigrantes que pululaban por su vecindario. Unos personajes que rompieron con los estereotipos establecidos en la industria editorial sobre cómo los niños estadounidenses debían ser y comportarse.
Personajes autosuficientes, valientes, inteligentes y juguetones; situaciones que mostraban la ira, la frustración y la soledad, unas emociones que clásicamente se habían considerado inapropiadas en la Literatura Infantil, cambiaron la perspectiva de la sociedad hacia la infancia. Todo esto gracias a la realidad más humilde de los barrios obreros estadounidenses y los niños que, como Maurice Sendak, desarrollaron en ellos sus primeros años de vida.
***
Nota bibliográfica: Gran parte de la documentación para la elaboración de este post procede del catálogo de la exposición In a Nutshell: The Worlds of Maurice Sendak organizada durante el año 2011 por la American Library Association Public Programs Office junto al Rosenbach Museum & Library de Philadelphia, institución que atesora gran parte de las obras originales de Maurice Sendak.
Me ha encantado... somos monstruos y queremos pasarlo bien!!!!
ResponderEliminar