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miércoles, 8 de febrero de 2023

El infinito de Kvĕta



Si tenemos en cuenta que dedico esta semana a títulos clásicos de los que nunca antes había hablado y que desde todos los lugares monstruosos celebramos la figura de Kvĕta Pacovská tras su fallecimiento el pasado lunes, he creído conveniente detenerme en uno de los libros más especiales de esta artista que han sido publicados en nuestro país.
Incluido en la categoría de libros de artista o libros-objeto, este álbum de gran formato publicado por Kalandraka dentro de su sello Faktoría K de libros en el año 2008 supuso una alegría para muchos de nosotros ya que daba una visión mucho más compleja y perspicaz de lo que a priori se piensa que son los álbumes.


Se trata de un libro que, a pesar de tener una temática supuestamente limitada y muy infantil (números y letras), nos hace ver que cualquier motivo es capaz de desbordarse gracias a una mirada donde conviven el arte y la poética gracias a la perspicacia que ofrece el tiempo.
La materialidad del libro está muy presente en esta obra gracias a la encuadernación (cosida), el formato (grande, cuadrado), papel estucado de elevado gramaje, una camisa de plástico transparente, piezas en relieve tanto en la tapa como en la contratapa, contrastes de todo tipo, troqueles y pestañas móviles, elementos pop-up o materiales reflectantes que simulan espejos.


Pacovska tampoco olvida la funcionalidad del juego ni quiénes son sus últimos interlocutores, los niños. Les tiende la mano en este viaje a través de grafemas y fonemas que, además de invitar al conocimiento, cultivan su propio ideario tachonado de personajes que recuerdan a tentetiesos y títeres centroeuropeos, a hipopótamos y rinocerontes, a felinos y señoras respetables.



Aunque todos sus libros tienen mucho arte y merecen una mirada detenida, este alude a la legibilidad de la imagen, no solo del pequeño lector, sino de cualquiera que se atreva a pasar sus páginas sin presuposiciones, prejuicios o complejos. Interactivo y dinámico, este enorme collage propone diferentes lecturas independientes, diagonales o alternas que se alejan de la funcionalidad clásica a pesar de presentarse en forma de libro.
Lo que en apariencia es caótico, en realidad está pensado para el disfrute, romper el marco de lectura y permitir al lector-espectador ir hacia delante o hacia atrás, asomarse, esconderse o proyectar sombras chinescas, pero siempre salir triunfante de un punto de partida donde la extrañeza es cautivadora.


Esperando que alguna editorial se atreva a publicar Couleurs du jour (Editions des grandes personnes) y Un livre pour toi (Seuil), dos libros-acordeón en los que también merece la pena navegar, nos despedimos hasta entonces, infinita Kvĕta.

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