Dedicado a José Rovira Collado
Entrando de lleno en este año 2009 (no sé que tal se portará conmigo, espero que, como mínimo, transcurra como el que acabamos de aparcar), creo que se hace necesario hacer una breve reflexión sobre la repercusión que la Web o Red Social (2.0 para algunos) está teniendo sobre la Literatura Infantil y Juvenil.
Actualmente, consideramos Internet como ese gran espacio donde tiene cabida la mayor parte de la información, pseudo-realidad que nos hace pensar que cualquiera tiene acceso a ésta, de ahí que todas las opiniones y pensamientos, por el mero hecho de ubicarse dentro de esta –digámoslo suavemente- entelequia, se validan rápidamente.
Aunque esta opinión es la generalizada, tras mucho utilizar esta herramienta, uno suele percatarse de que esto no es cierto ya que, refiriéndose a parcelas del saber más concretas, véanse por ejemplo las disciplinas científicas, este entramado de libre información está casi vacío, muchas veces encontrándose blindado al usuario no familiarizado con estas plataformas de conocimiento especializado. En pocas palabras, las áreas específicas y sus contenidos siguen inaccesibles al ciudadano medio o final, tanto en la Red, como fuera de esta.
Pese a ello, la Red aporta una mayor visibilidad a campos que antes parecían ocultos bajo la sombra de otras áreas de estudio más generalizado. Este es el caso de la LIJ, género literario que ha visto favorecido su estudio y desarrollo gracias a la Web social.
La Web Social para la LIJ, no es sino el simple reflejo de un engranaje ya existente en el cual, las piezas que lo configuran y configuraban siguen “in situ” y son exactamente las mismas: los mismos individuos con las mismas aficiones y pasiones que utilizan este nuevo entramado cibernético como un megáfono que aumenta la intensidad, que hace reverberar los avisos y llamadas, que ayuda a la propagación de una pasión compartida, pero que en pocos casos amplía la magnitud de la señal informacional.
Sucede igualmente con la calidad de estas aportaciones. Excepto ciertas publicaciones on-line especializadas cuyo acceso queda restringido por cierto montante monetario, son pocos los ejemplos de aportaciones notables y artículos de mención sobre la LIJ, que dependen exclusivamente, y en la mayoría de los casos, del altruismo de autores desconocidos que brindan sus conocimientos en blogs y foros de opinión. Es cierto que abundan innumerables sitios donde abundan todo tipo de reseñas y recomendaciones literarias, pero no son tantos los espacios donde se recojan buenos estudios y artículos de investigación bien fundamentados. Por mencionar un hecho sorprendente, en la Wikipedia, herramienta de uso generalizado entre la población educativa de todo el Globo, las referencias a los autores de LIJ y sus obras, son mínimas.
Cierto es que esta Web Social viste pañales todavía y que, paulatinamente, su diseño irá ampliándose y creciendo, ayudando de este modo al desarrollo de los diferentes campos técnicos y su acercamiento global a la Sociedad.
Actualmente, consideramos Internet como ese gran espacio donde tiene cabida la mayor parte de la información, pseudo-realidad que nos hace pensar que cualquiera tiene acceso a ésta, de ahí que todas las opiniones y pensamientos, por el mero hecho de ubicarse dentro de esta –digámoslo suavemente- entelequia, se validan rápidamente.
Aunque esta opinión es la generalizada, tras mucho utilizar esta herramienta, uno suele percatarse de que esto no es cierto ya que, refiriéndose a parcelas del saber más concretas, véanse por ejemplo las disciplinas científicas, este entramado de libre información está casi vacío, muchas veces encontrándose blindado al usuario no familiarizado con estas plataformas de conocimiento especializado. En pocas palabras, las áreas específicas y sus contenidos siguen inaccesibles al ciudadano medio o final, tanto en la Red, como fuera de esta.
Pese a ello, la Red aporta una mayor visibilidad a campos que antes parecían ocultos bajo la sombra de otras áreas de estudio más generalizado. Este es el caso de la LIJ, género literario que ha visto favorecido su estudio y desarrollo gracias a la Web social.
La Web Social para la LIJ, no es sino el simple reflejo de un engranaje ya existente en el cual, las piezas que lo configuran y configuraban siguen “in situ” y son exactamente las mismas: los mismos individuos con las mismas aficiones y pasiones que utilizan este nuevo entramado cibernético como un megáfono que aumenta la intensidad, que hace reverberar los avisos y llamadas, que ayuda a la propagación de una pasión compartida, pero que en pocos casos amplía la magnitud de la señal informacional.
Sucede igualmente con la calidad de estas aportaciones. Excepto ciertas publicaciones on-line especializadas cuyo acceso queda restringido por cierto montante monetario, son pocos los ejemplos de aportaciones notables y artículos de mención sobre la LIJ, que dependen exclusivamente, y en la mayoría de los casos, del altruismo de autores desconocidos que brindan sus conocimientos en blogs y foros de opinión. Es cierto que abundan innumerables sitios donde abundan todo tipo de reseñas y recomendaciones literarias, pero no son tantos los espacios donde se recojan buenos estudios y artículos de investigación bien fundamentados. Por mencionar un hecho sorprendente, en la Wikipedia, herramienta de uso generalizado entre la población educativa de todo el Globo, las referencias a los autores de LIJ y sus obras, son mínimas.
Cierto es que esta Web Social viste pañales todavía y que, paulatinamente, su diseño irá ampliándose y creciendo, ayudando de este modo al desarrollo de los diferentes campos técnicos y su acercamiento global a la Sociedad.
Mil gracias por la aportación, una vez más felicidades por los blogs. Estoy totalmente de acuerdo en muchos aspectos y me has dado muchas ideas para desarrollar mi estudio. Por ejemplo la presencia de la LIJ en wikipedia, aunque pido a mis alumnas de magisterio que la usen para buscar información sobre los autores, es una cuestión que no me había planteado y que incluiré en la tesis.
ResponderEliminarSeguimos leyéndonos, y de nuevo gracias
¡A ver si voy a tener que cobrar derechos de autor!... Eso sí, una vez publicada la tesis doctoral, espero te dignarás a enviarme una copia -que a un servidor también le gusta aprender de los demás-.
ResponderEliminarEl caso de Wikipedia es bastante notable... Lo sé porque fui yo quién agrandó la entrada dedicada a la LIJ, puesto que estaba hecha un asco...
Un saludo.
Por cierto, lei tu artículo en la revista digital, al cual podría hacer ciertas apreciaciones, de todos modos está bien planteado.
Reitero mi saludo.