Lejos de ser
el noticioso noticiario que todos los monstruos esperan de un servidor,
para variar, en esta breve nueva, me haré eco tarde de
lo ocurrido en la última feria de ilustración Bologna Ragazzi, la del 2013, una
cita ineludible para los miles de ilustradores dedicados a la difícil tarea de
poner imágenes a las palabras, bien propias, bien de otros.
Como me es imposible ir (no sé para qué…: ni hay
dinero en exceso, ni la administración valora mi labor de “enterao lijero”, ni
sé italiano, ni aspiro a hacerme fotos con todo quisqui...), he echado mano de
una serie de lugares para empaparme de lo allí acontecido e informarles de los
títulos que me han llamado la atención, bien por premiados, bien por estar
implicados artistas o editoriales patrias, o bien para sacarles punta… Los
elegidos son:
Come funziona la
maestra
de Susanna Mattiangeli y Chiara Carrer (¡Me han robado la idea!).
L’Eco de Alessandro
Riccioni y David Pintor (artista español seleccionado entre los 77 participantes
junto con Violeta Lopiz… Me encanta su colorido, su línea temblorosa, su vis
cómica y su estilo a-“cartoon”-ado).
Eyes de Iwona
Chmielewska (Premio en la categoría de ficción).
L’ Etranger
Misterieux
de Mark Twain y Atak (sobre el escritor hay poco que decir, sobre el ilustrador
decir que me gusta la apuesta por el “vintage”, un recurso que ha gustado en
esta feria).
Dictionnaire fou
du corps
de Katy Couprie (véase otra autora que echa mano del estilo de los sesenta…).
Diccionario para
armar
con decenas de autores (imposible competir con un título que reúne a lo más
florido en ilustración sudamericana…).
Toutes les maisons sont dans la nature de Didier Cornille (arquitectura a go-go).
Paul Thurlby’s
Alphabet
de Paul Thurlby (esperando que se edite en España para hacerme con un ejemplar…).
La Ihla de Joao Gomes
Abreu y Yara Kono (Exquisitez venida de tierras de ultramar, que denota la
hegemonía de la creatividad de una latinoamérica emergente).
Nocturno. Recetario de sueños de Isol (un ejemplo
del saber hacer del último premio Astrid Lindgren).
Rita, la
lagartija
de Irene Blasco (aplicación digital de la empresa española Irene Blasco Estudio).
Por cuatro
esquinitas de nada
de Jerome Ruilier (otra aplicación digital de la también con-ciudadana Dada
Company).
En mis años de carrera descubrí "Rita, la lagartija" (aunque yo leí primero la versión en valenciano "Anna, la sargantana") y desde entonces siento gran admiración por la ilustración de Irene Blasco. La incorporación de la obra al mundo de las aplicaciones me resulta casi surrealista pero es todo un logro en la digitalización cultural.
ResponderEliminarUn saludo,
Isa Romero Cortijo.
"Pablito" está a punto de nacer...