Cuando un cuento nace, un momento se congela, callan los
hombres y una palabra brota. Las palabras se enredan en el alma, se prenden al
viento y corren por el mundo. Un mundo de detalles infinitos, sensaciones
olvidadas y lugares perdidos. Perdidos y encontrados, fingidos o reales, que
vuelven a la vida. Una vida que, a veces áspera, a veces mullida, queda encerrada
en los cuentos que congelan los momentos y hacen callar a los hombres.
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