Después
de la gran aceptación que, entre todos los monstruos, ha tenido esa miscelánea
comentada de sellos editoriales emergentes que están apostando por la
Literatura Infantil, y tras denotar que me había dejado unas cuantas en el
tintero, aquí regreso con una secuela de esta película que se ha filmado a
golpe de crisis económica y que nos está sorprendiendo, no sólo con títulos
diferentes, sino con nuevos autores e ilustradores que no tienen cabida en las
grandes editoriales de este país y que también son susceptibles de ser leídos y
admirados por un público creciente en esto del género del libro ilustrado.
Como
bien decía el otro día AQUÍ, tenemos diversas categorías dentro de los nuevos
sellos editoriales dedicados al libro ilustrado.
En
primer lugar tenemos aquellos dedicados a la producción propia, donde podemos incluír
dos editoriales igual de pequeñas, Babulinka Books (apuesta por libros de más
pequeño formato y con un tipo de ilustración de corte clásico -tonos más
apastelados y con más volumen-) y Diego Pun Ediciones (¡ole por estos
canarios!), que se queda con los cuentos hechos poesía de Gabriela Mistral (una excepción comprada a la
editorial Amanuta), libros coloristas y transgresores, y con mucho arte en sus
páginas. Cerrando esta categoría tenemos a Batiscafo en el mar y su proyecto de
relatos breves ilustrados colectivo donde podemos encontrar participantes como
Natascha Rosenberg, Susanna Isern, Laura Miyashiro o Adolfo Serra.
En
segundo lugar tenemos editoriales que apuestan tanto por la producción propia
como por la publicación de títulos foráneos, como Ediciones Fortuna, con un
fondo editorial numeroso que va afianzándose con una distribución adecuada,
aunque deben mejorar la estética de sus libros. Lo mismo sucede con Creotz, de
álbumes ilustrados más simples y gráficos. Ambas están cada vez más presentes
en las librerías por la misma razón: apuestan por una base clara, el libro como
diversión.
Seguimos
con editoriales independientes que apuestan principalmente por la co-edición y
la compra de derechos extranjeros. Entre ellas destaca Lata de Sal que,
abanderada con sus colecciones “Vintage” (Lucía
Manchitas o Un día de nieve) y
“Gatos”, se ha abierto hueco dentro del mercado español.
El
grupo siguiente lo componen aquellas editoriales que nacen a la sombra de
sellos mucho más grandes y que trabajan géneros muy dispares. Llamaré la
atención sobre siete:
-
B de Blok (una filial de Ediciones B) y Miau (que depende de la editorial
Jaguar), han apostado principalmente por la compra de derechos del extranjero.
Editan bien y tienen gran aceptación entre el público infantil.
-
Almadraba Literatura Infantil (dependiente de su homónima dedicada al material
didáctico), desarrolló hace un par de años unos cuantos álbumes ilustrados de
producción propia muy agradables y sigue con su colección de poesía infantil
más que recomendable.
-
SD Edicions es un sello catalán que hace un tiempo se decantó por la creación
de su colección “Cabeza Borrada” entre la que se cuentan títulos de producción
propia más que reseñables.
-
Algar Ediciones tiene su propia línea de álbumes ilustrados coloristas y vivarachos,
en gran parte escritos e ilustrados por autores patrios, aunque también cuenta
con algún título extranjero.
-
Descrito Ediciones ha publicado su primer álbum infantil que lleva por título La siesta del drufesario, una labor que
esperamos que continúe en el futuro.
-
Toromítico ha desarrollado en plena crisis económica una colección dedicada
exclusivamente a álbumes ilustrados de poesía infantil con Carmen Gil como
autora.
Dentro
de esta categoría creo necesario nombrar a la editorial Duomo que, aunque se
dedica principalmente al lector adulto cuenta en su fondo con una serie de
libros ilustrados que pueden extrapolarse al público infantil.
Me
gustaría terminar con este recorrido por aquellas editoriales que no se dedican
al mundo del álbum ilustrado de forma generalista pero que bien merecen estar
aquí por suponer una novedad dentro del panorama de la literatura infantil.
Tenemos
al sello Fulgencio Pimentel e Hijos, una editorial dedicada al mundo de la
novela gráfica y el cómico que, con una puesta en escena muy cuidada y una
estética que se aleja del colorido y las líneas clásicas infantiles, da una
vuelta de tuerca a un género del que poco hay publicado para niños.
También
cabe en este grupo Litera-Libros o Editorial Litera (aún no me ha quedado claro
el nombre…), una editorial para padres que quieren compartir con sus hijos esta
experiencia de la crianza, ser recíprocos y aprender los unos de los otros. De
entre su catálogo destacan libros preciosos de poesía o de juegos que bien
merece la pena leer. Lo mismo le sucede a Palabras aladas, una editorial que
está dirigida a madres (la veo más femenina, no sé porqué…) que intentan
inculcar valores y enseñanzas morales a sus hijos.
Me
gustaría citar también a Coco Books, un sello que, aunque se dedica al mundo de
los libros de actividades que no creo conveniente nombrar aquí (tuvo su mayor
cuota de protagonismo hace unos días), tiene publicados un par de álbumes
ilustrados de la familia Mummin (Tove Jansson) que aunque testimoniales, bien
merecen el apunte.
Por
último y como advertencia decir que el mundo de la edición infantil es
bastante complicado y vertiginoso por muchas razones que no cabe señalar aquí,
por lo que también son muchas las editoriales que comienzan con fuerza y ganas,
pero que, por motivos económicos, personales o simplemente temporales, se ven
abocadas a cerrar en un par de años, paralizar su producción temporalmente o
asociarse con otras que absorben el sello. Es por ello que no me gustaría
olvidarme de tres editoriales como Entre Libros (los primeros en darse cuenta
de la valía de Mo Willems y su ¡Paloma
encuentra un hotdog!), República Kukudrulú (con títulos como Mariluna o Bolsillo) y La Galería del Libro, de las
que todavía podemos encontrar libros en las librerías pero que desconozco su
actividad…