Empieza un nuevo curso
escolar y todos los engranajes, aunque a duras penas, se ponen a
trabajar. Bajamos el interruptor y padres, maestros, bibliotecarios,
editores, libreros y demás animadores, echamos combustible a la
caldera, no sea que deje de moverse esa máquina llamada lectura.
Es por ello que he creído
conveniente ampliar la selección bibliográfica que titulé
Aprendiendo de LIJ. Obras de referencia y consulta. Una segunda
entrega que incluye otros títulos que complementan en gran medida a
los de la primera y de paso hacen justicia con aquellos que olvidé
en ese acercamiento inicial.
Seguramente esta pequeña
selección de libros académicos y/o especializados en diversas
facetas de los libros para niños no nos conviertan en eruditos sobre
el tema, pero sí creo que nos pueden ser útiles, sobre todo a la
hora de mirar y valorar este tipo de libros en el contexto actual,
una época un tanto convulsa para la LIJ en lo que a cantidad,
calidad, tipología y utilitarismo se refiere (revolución lo llaman
algunos, crisis otros).
También decir que, tanto
los que hoy presento, como los anteriores, han pasado por mis manos
y las considero pequeñas parcelas del saber dentro del mundo
lij-ero. Quizá unas les sean más útiles que otras, pero todas ellas configuran una pequeña
biblioteca sobre lo que esconde este mundillo.
Y sin más, continuo
desgranando, que a fin de cuentas, es lo mío.
El primero de los títulos
que forman esta segunda entrega es la Introducción a la
Literatura Infantil y Juvenil actual de Teresa Colomer (2010,
Síntesis). Aunque en principio pudiera ser un libro concebido
como manual universitario, ayuda a sentar las bases sobre lo que es
la LIJ, presta atención a sus géneros y formas, y plantea los
nuevos caminos que se abren hoy día en este tipo de literatura. Si a
esta obra unimos la que ya citamos de esta misma autora en la primera
entrega y el de Pedro Cerrillo que lleva por título El lector
literario (2016, Fondo de Cultura Económica), tenemos una
inmejorable triada para todos aquellos estudiantes de los grados de
magisterio que deseen introducirse en estas lides.
En
relación al género del álbum ilustrado y considerando que cuando
elaboré la primera parte de esta selección todavía no lo había
leído, he de llamar la atención sobre How picturebooks
work de Maria Nikolajeva y Carole Scott (2001, Routledge),
seguramente sea el texto más concienzudo y exhaustivo del análisis
del libro-álbum que conozco (A ver si pillo alguno de Perry Nodelman y amplío la oferta...). Muy académica, esta obra sigue vigente
y abre puertas a pesar de la revolución que ha sufrido este género
en los últimos tiempos. (Aviso para navegantes: Sólo existe la
edición inglesa).
Sobre
los géneros de la poesía y el teatro infantiles, unos que, a pesar
de la gran aceptación que tienen por parte del público no reciben
mucha atención desde mundo adulto, quiero citar dos pequeños
estudios. En materia de poesía infantil hablar de Tomar la
palabra: la poesía en la escuela de Mercedes Calvo (2015, Fondo
de Cultura Económica), un libro delicioso en el que lo poético toma
las aulas. Su autora defiende a ultranza actividades con los niños,
las traslada y sugiere diferentes visiones sobre lo que debería ser
y la mayor parte de las veces no es. La poesía se integra en el camino educativo de manera integral y seduce al lector-creador. ¡Te
dan ganas de recitar!
En cuanto al teatro
destacar la Guía de teatro infantil y juvenil (2002) que
Julia Butiña, Berta Muñoz Cáliz y Ana Llorente Javaloyes
realizaron con el patrocinio de la Asociación Española de Amigos
del Libro Infantil y Juvenil, la ASSITEJ y la UNED y en la que
incluyeron las obras de teatro infantil en castellano más conocidas
y representadas por parte del público. Necesitaría una revisión (ya han pasado 15 años y se podrían incluir algunas otras) pero a falta de pan buenas son tortas...
Son
muchas las personas que me escriben para pedirme listados de libros
imprescindibles y títulos que no pueden faltar en una buena
biblioteca. Yo siempre les contesto que hay bastantes de estas
selecciones publicadas ya y que deberían echarles un ojo. De entre
estas, voy a citar cinco.
Cien libros para un
siglo: una historia de la Literatura Infantil y Juvenil del siglo XX
a través de cien libros es un volumen escrito por los
integrantes del Equipo Peonza y publicado por Anaya en el año
2004. En él se selecciona un título por cada año del pasado siglo
y se comenta. Aunque tiene limitaciones (¿Son suficientes cien libros? ¿Incorporan todos los géneros?) sí nos da una visión de conjunto de las obras canónicas que pueden resultar interesantes para gestionar el
catálogo/depósito de una biblioteca infantil.
Más completo y profuso
es el Tesoros para la memoria: una visión de conjunto y una
selección de obras de literatura infantil y juvenil de Luis
Daniel González (2002, CIE Dossat), en el que álbum ilustrado y
cómic infantil y juvenil tienen una presencia destacable, así como incluye consejos y criterios de selección para
los mediadores de lectura. De mis favoritos.
Dentro
de este apartado y por hacer referencia a dos de estas guías de
libros infantiles que tanto han proliferado durante los últimos
tiempos les apunto 150 libros infantiles para leer y
releer, editado por A Mano
Cultura (2011) que incluye un interesante corpus de libros
seleccionado por el Club Kirico (grupo de librerías CEGAL) junto a
Ana Garralón, y 1001 libros que hay que leer antes de
crecer de Quentin Blake y Julia Eccleshare (2010, Grijalbo) que
aporta una selección desde un punto de vista más anglosajón.
Por último decir que muy sencillito e interesante me resulta el listado incluido en los Cuadernos Blitz, Ratón de Biblioteca una serie de documentos casi imprescindibles editada por el Gobierno de Navarra y dirigida a centros educativos y bibliotecas escolares que pueden descargar en ESTE ENLACE.
Aunque
considero que las obras especializadas en creación dirigidas a
escritores, ilustradores o editores no deberían tener cabida en una selección
como esta, no he podido obviar un título que a día de hoy es el
gran abanderado del mundo fantástico que envuelve a las historias
infantiles. La Gramática de la fantasía de Gianni
Rodari (varias ediciones, la más barata en Booket) es una lectura obligada, no sólo por
contener multitud de recetas de las que se servía el genio italiano
para acercar la lectura a los niños y que ustedes mismos pueden
poner en práctica, sino por defender una literatura preñada de
sinsentido, símbolos, humor y juego.
En
penúltimo lugar y en el apartado de curiosidades no quería dejar escapar la oportunidad de hablar
del Psicoanálisis de los cuentos de hadas de Bruno
Bettelheim, una obra especializada que con cierta dualidad (buena o
mala, depende de quien la mire) ha contribuido a entender los cuentos
tradicionales desde una perspectiva freudiana y para mi gusto, un
tanto utilitarista. Las narraciones que han acompañado al hombre
desde sus inicios contienen figuras y símbolos que la mente humana
puede traducir y procesar de un modo distinto al meramente literal.
Quizá a estas alturas de la vida puede sonar anecdótico y trasnochado, pero siempre interesante.
Si quieren algo más actual aunque no tan concienzudo les recomiendo a Lisa Cron y su Enganchados a los cuentos, una especie de manual para crear historias y editado por Milrazones, que trata algo de este tema desde perspectivas más actuales como la neurociencia o la psicología cognitiva. Un libro a caballo entre los dos anteriores que nunca está de más leer.
Para despedirme, les dejo el nombre de dos estudiosos que reflexionan sobre la lectura y sus formas poliédricas, Michèle Petit y Aidan Chambers (casi cualquier cosa que encuentren de ellos seguramente les parecerá interesante y les incite a hacerse preguntas sobre esto de los libros para críos)...
... y una escritora, Ana María Machado, de quien recomiendo su inspirador Entre gansos y vacas incluido en el libro cuya portada da fin a esta pequeña pero intensa bibliografía.