miércoles, 30 de diciembre de 2015

Los 10 post más leídos en 2015 de DVLM LIJ Blog / 2015 Top 10 Posts in DVLM LIJ Blog


Este 2015 nos ha traído muchas cosas, no sólo cuestiones de política, festivas o futbolísticas (los tres pilares de esta España cañí... ¡qué pena!), sino muchos álbumes ilustrados y un sinfín de discusiones en torno a las que la familia de los monstruos, esos seres maravillosos que viven dentro de nosotros y de los libros, ha podido reunirse.
LIJ y educación, pequeños estudios sobre álbumes ilustrados, selecciones temáticas, curiosidades del mercado editorial, críticas de libros, relaciones entre la LIJ y la actualidad y, sobre todo, mis opiniones y pensamientos, son la piedra angular de este espacio que, muchas veces y a modo de lanzallamas, incinera su paciencia para mandarme después a la mierda. No les diré que están cometiendo un error (cada uno hace lo que quiere con su libertad), pero deben denotar que si deciden ignorar a los demás porque miren a una dirección diametralmente opuesta están empobreciendo la discusión, el enriquecimiento y pensamiento colectivo en torno a la LIJ. De hecho, les animo a replicarme, a corregirme (todos nos equivocamos) y a verter sus opiniones en este espacio totalmente gratuito. No sean tontos: aprovéchense. Por que cada vez somos más los que miramos el mundo con la sonrisa de los niños, cada vez somos más los que encontramos el lado bueno de las palabras. Y eso, más que nada, me llena de alegría
Y para que esta estirpe de monstruos siga creciendo exponencialmente (eso espero…), y para no perder la costumbre de contribuir a todas esas selecciones que nos llenan este mes de diciembre, les traigo los diez mejores “post” de DVLM LIJ Blog. Y ahora dirán: ¿Y qué criterio has elegido para saber que son los mejores, so listo? Pues obviamente, el más básico: son los que ustedes han visitado más a menudo durante este año, es decir, los más populares. No siempre lo que quiere la mayoría es lo mejor, pero yo pienso que sí es lo que más perdura en nuestro ideario (véanse Star Wars, Blade Runner, El Padrino, Eduardo Manostijeras o Psicosis). Así que, ¡ahí van las entradas más leídas de este año!










martes, 29 de diciembre de 2015

Problemas y dificultades de las editoriales de LIJ


Como toda navidad debe recoger una nota triste, tras conocer la campaña de “crowdfunding”que está llevando a cabo la editorial El Jinete Azul (una casa con títulos maravillosos en su fondo como Yo las quería, Pedro y su roble, Historia de un erizo, Historia de Valek, el caballo o La partida del soldado) para no echar el cierre, hoy me pongo al quite para hacer visible desde este portal que cobija a todos los monstruos, una realidad que pasa factura a muchas editoriales españolas y que nos debe hacer reflexionar sobre el negocio (o no) de la LIJ.
Son muchas las casas editoriales que apuestan por los libros para niños, concretamente por el género del álbum ilustrado, para abrirse camino en el mundo empresarial. Muchas son filiales de grandes grupos de la letra impresa (las que menos problemas tienen, todo hay que decirlo) y otras son más independientes, pequeños negocios, casi familiares. Si tuviera que decir en qué proporción contribuyen estos dos tipos de editoriales al mundo del libro ilustrado, me decantaría por decir que las segundas aglutinan un 60% del negocio que mueven estos libros dentro nuestras fronteras, y que, aunque nos puede parecer un volumen de negocio nada desdeñable, tiene muchos sinsabores a la hora de llegar a buen puerto. A mi parecer, los problemas que acucian a estas editoriales independientes se deben a una serie de factores que he podido observar a lo largo de todos estos años y que recojo a continuación...


Puedo afirmar, y no creo que me equivoque, que muchas de estas casas están dirigidas por personas ajenas al mundo de la empresa, léanse docentes, autores, impresores o ilustradores de LIJ, que, aunque cuentan con gran pasión, empeño, tesón e ilusión, se ven sorprendidos ante lo intrincado de un negocio que, muchas veces, escapa a su completo control.
En bastantes ocasiones estas casa empiezan con mucha fuerza y publican obras de gran impacto que generalmente proceden del extranjero, lo que supone un elevado coste (hablamos de entre 1000 y 5.000 euros por unos derechos de publicación en España -ya saben que si es castellano para el mundo la cosa se sale de madre- o entre 5000-15000 para una co-edición junto a otras editoriales).
Si tenemos en cuenta estos precios con los que (a mi parecer) algunas compañías de mercados más poderosos exprimen a otras sin tener en cuenta el contexto donde publican, muchos sellos independientes se decantan por publicar obras de producción propia que, aunque puede tener sus mieles, también tiene sus amarguras ya que, aunque sean más baratas, sólo en contadas ocasiones tienen una gran repercusión económica (se produce más pero poco reseñable).
También hemos de tener en cuenta que la impresión de un álbum ilustrado suele tener un coste elevado comparado con una obra de narrativa adulta por dos razones principales: 1) Hay que pagar un canon (que suele ser por adelantado para la primera edición de una obra) a dos autores (escritor e ilustrador), y 2) es mucho más caro imprimir un libro con tapa dura y a todo color que una novela de bolsillo.


Está muy instalado entre el público que el mundo editorial es uno que reporta enormes beneficios (algo que habría que ver teniendo en cuenta la diversificación del mercado y el hundimiento de algunas grandes empresas del sector), más si cabe cuando un consumidor paga por un ejemplar de álbum ilustrado un precio que ronda los 15 euros por ejemplar. Lo que no sabe el consumidor es el papel de las distribuidoras (empresas intermediarias entre el editor y el lector) en este cotarro y que representan una doble traba para el editor, a saber:
a) Son las que “regularizan” los precios de los libros y exigen unos porcentajes bastante elevados a la editorial por sacarlos al mercado, promocionarlos y hacerlos visibles. Con esto quiero decir que, cuando compramos un libro, el dinero se desglosa en una gradación que, de menor a mayor porcentaje de beneficio es la que sigue: autor, ilustrador, librero, editor y distribuidor.
b) Si a este laberinto de personas físicas y jurídicas añadimos que, tras la venta, las distribuidoras pagan al editor sus beneficios con una demora de entre 6 y 12 meses, el sello editorial se encuentra con la dificultad añadida de recuperar la inversión en un determinado título ¡un año después!, lo que dificulta la retroalimentación del engranaje económico.


No toda la culpa la tienen los parámetros intrínsecos, sino que también influyen los extrínsecos véanse:
- La poca tradición que hay en nuestro país a la hora de leer álbumes ilustrados, un género, un artículo de lujo para muchos lectores, lo que influye notablemente sobre las ventas (si de un álbum ilustrado se publican 1000-15000 ejemplares de media, muchos editores se dan con un canto en los dientes si venden entre 500 y 750 de un título determinado).
- La disminución de adquisiciones por parte de la administración pública (N.B.: Soy partidario de la diversificación de los recursos públicos, de que el empresario no debe ser subvencionado y, en el caso de serlo, tiene que estar supervisado para que no incurra en irregularidades) de un género como este (también creo que este tipo de libros tan bien editados constituyen un excelente recurso para bibliotecas y centros educativos, que muchas veces abusan de los clásicos en exceso).
- Una legislación laxa y vaga en la que los derechos de los autores y su obra intelectual son nulos, el poco asesoramiento en materia editorial, y la desidia burocrática y fiscal que no promueven la proliferación de autónomos y sociedades, aboca al poco éxito de las editoriales independientes.
Si a todo ello unimos que el sistema de temporadas de novedades, el encumbramiento de las obras comerciales y la poca visibilidad de los fondos editoriales, están empobreciendo al mundo editorial, nos encontramos con que muchas empresas del ramo han cerrado o se están planteando echar el cierre, algo que repercute mucho sobre el sistema cultural español.
¿Y cómo podemos solventarlo? Yo soy un mero lector que mete las narices donde no lo llaman, pero que creo que combinar la compra de derechos de autor extranjeros con la producción de títulos propios, evadirse del calendario de novedades y establecer lanzamientos de cadencia regular, diversificar el tipo de impresión (tapa blanda, por ejemplo), prestar atención al fondo editorial, no publicar a lo pavo, potenciar el género del álbum ilustrado poniendo en alza su valor artístico y literario, y aupar la venta de nuestras obras para su publicación en el exterior, deberían ser puntos a los que los editores deben prestar verdadera atención y confluir para anteponer villancicos y zambombas a la tristeza que nos embarga cuando otra buena editorial se apaga.


lunes, 28 de diciembre de 2015

Miedo a la estupidez y los inocentes


Ya estamos en Navidad y toca una de cachondeo, no sólo porque los bares están a rebosar de borrachos, sino porque en estas fiestas tan entrañables en las que hay más miedo que alegría, hay que poner una nota de color y sacarle una sonrisa a este día. Así que, vamos a echarle guindas al pavo y hablar de realidades que, dado su absurdez, parecen inocentadas...
Las cotas de degradación cultural que estamos alcanzando provocan muchas paradojas encaminadas a hacer de este país un (ch)ocho sin precedentes. He aquí unos cuantos ejemplos... Mis alumnos ya no saben qué animales había en el portal de Belén, algo que no me extraña porque el otro día les oí cantar un villancico que parecía aconfesional (y un servidor, que no ha pasado por la pila bautismal pero que identifica el catolicismo como parte de la cultura occidental, ojiplático).


La cosa no sólo queda ahí... También están esos que alardean de progresistas y prefieren que se caguen en sus muertos a que les deseen ¡Feliz Navidad!, y sufren orgasmos televisivos cuando ven a la edil madrileña poniéndose hasta la trancas de langostinos (y demagogia barata) junto a doscientos pobres (la denominacion de “desfavorecidos” habría que estudiarla...) para pescar unos cuantos votos.
Sólo faltaban “las tres reyas magas” que van a hacer de las suyas en el desfile de Carabanchel (menos mal que a Rosendo Mercado se la sudará tanta puñeta) haciendo gala de esa arenga tan cristiana de “¡Dejad que los niños se acerquen a mí!” (pero sin dan por culo me los meriendo). Lo de que una mujer se disfrace de hombre para reivindicar la lucha feminista es lo más escatológico que he oído después de que un blanco se pinte de negro para ejercer de Baltasar (¡Con la cantidad de subsaharianos que pasan miseria en este país!). Así que, de reinas, poco...


Pero el colmo de la estupidez se resume en esos hijos del socialismo que, no contentos con haber tenido una educación envidiable (fue lo único bueno que trajo la EGB, porque LOGSE, LOE y LOMCE son para mear y no echar gota), demonizan el sorteo especial de navidad (será eso de lo mío pa' mi y lo de los demás, a repartir) no sin razón a tenor de la violencia que se ha desatado entre cuatro pobres de Roquetas de Mar.
Así pasa, que con esta España tan absurda, un servidor y su lectora alemana, están sobrecogidos por el precipicio que se abre entre nosotros y el Viejo Continente. Temblamos ante la que se nos avecina, y no precisamente por las bromas que nos acontezcan en este Día de los Santos Inocentes, sino por las tonterías que haremos con tal de ser el culo de Europa. No sé qué nombre recibirá este miedo ligero y extraño, ni si será fruto de mi estupidez o de la de los demás, pero el caso es que debería recogerse en El gran libro de los miedos del ratoncito, un estupendo catálogo de fobias con mucha chicha ideado por Emily Gravett (hagan click sobre su nombre y déjense sorprender por los entresijos de lo que hace esta mujer) y publicado por Picarona que bien se puede convertir en un regalo para que los niños aprendan sobre sus miedos (y de los demás).


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Los mejores libros ilustrados para niños 2015 / 2015 Best children's picture books


Empezando las vacaciones más que liado (no sé porqué hago tanto el tonto) y toda la Navidad por delante para gastar (si los acontecimientos en España nos dejan), aquí les traigo mi lista favorita del año, los mejores libros ilustrados para niños del 2015.
Holidays begin and Christmas comes. It's time to select the best children's picture books in this 2015, a thing that DVLM LIJ blog has been doing since 2012, so… Let’s continue!
Como muchos de ustedes pensarán que este tipo de listados son un error ya que no responden a los intereses y gustos personales, otros lo agradecen sobremanera ya que les permite discriminar entre la ingente cantidad de títulos que se agolpan en las librerías, y un servidor no sabe qué pensar, aquí expongo mis criterios para realizarla que, aplicándolos con rigor (otros las hacen al libre albedrío), vomitan esta selección. A saber:
Many of you think that these lists are a big mistake because it does not recover the interests and tastes of every reader, many other are also greatly thankful because it allows them to discriminate among a massive number of titles that crowd in bookstores… and I don’t not know what to think ... All I know is my own criteria to obtain a balanced picking. These are:
  • Seleccionar obras editadas por primera vez en castellano durante el 2015 (lo siento por las re-ediciones, re-impresiones y re-catalogaciones…, si se incluyesen este tipo de obras no habría cabida para otras más novedosas).
  • Select works published for the first time in Spanish during 2015 (I’m so sorry for the reissues and reprints ... if these works were included there wouldn’t be space for new titles).
  • Seleccionar obras con aceptación entre el público infantil (¿de qué me sirve darles opciones que no les van a gustar a sus hijos, sobrinos o nietos?..., creo firmemente en las ilustraciones de calidad, en las historias hermosas, con mucho humor, de bonito trasfondo, con éxito…, ¡hay que ser práctico!).
  • Select works with acceptance among children (I prefer giving you options that are going to like children, nephews or grandchildren -not to parents, aunts or grandparents, obviously...- I firmly believe in great illustrations, beautiful stories, humorous, meaningful and successful ones ... Let’s be practical!).
  • Que el listado no supere los 25 títulos, que ya son…- (debe ser variado, pero no una amalgama en la que te vuelvas a perder).
  • The list will not exceed 25 titles (It must be diverse, but not a huge mess in which you ever lose).
  • Dividirlas en dos grandes categorías: “Primeros lectores” y “Lectores competentes” (ver AQUÍ el porqué).
  • Divide all titles into two categories: "First Readers" and "Competent Readers" (Why? see HERE).
  • Combinar títulos patrios con otros foráneos -9 de 25 no está nada mal- (nuestra LIJ es tan válida o más que la que procede de fuera de nuestras fronteras).
  • Combine Spanish authors with foreign ones -in this selection, 9 titles- (our children’s literature is as valid as this one that comes from other countries).
  • Incluir obras cuyas ilustraciones tengan un componente artístico-estético sobresaliente o cuya edición la haga destacar de entre las demás (no olvidemos el valor intrínseco de la imagen).
  • Include works whose illustrations have an outstanding artistic or aesthetic component (Don’t forget the intrinsic value of the image!).
  • Incluir, al menos, un título de poesía (¡la poesía al poder!), preferentemente originales en castellano (las obras de poesía traducidas pierden frescura y sentido lingüístico).
  • Include at least one Spanish poetry work (The translated poetry books lose freshness and linguistic sense). Long live Poetry!
  • Este año, debido a la calidad de ciertos libros de conocimientos, he incluído un par de ellos.
  • This year I've included two informative picture books because of their quality.
  • Este año no incluyo teatro infantil (nada reseñable bajo el sol, tomen nota los editores...).
  • This year I haven't included a children's theater book (There's nothing good enough... Open your ears, editors...).
Y así llegamos hasta los mejores libros para niños del 2015 (algunos reseñados ya en este espacio y otros por reseñar… perdónenme, pero no dispongo de tanto tiempo…), con adjetivo o sustantivo que los define de manera sencilla y enumerados por orden de complejidad creciente. ¡Disfrútenlos!
So here you are the best children's books of 2015 in Spain (with some descriptive adjectives or nouns, and listed in order of increasing complexity). Enjoy them!

INICIACIÓN TEXTUAL / FIRST READERS


El león y el pájaro de Marianne Dubuc (Tramuntana) Amistad / Friendship


Linterna mágica de Lizi Boyd (Libros del Zorro Rojo) Descubrimiento / Discovering


El granjero y el payaso de Marla Frazee (Algar) Vitalista / Vitalist


Arlequín de Federico García Lorca y André Da Loba (Barbara Fiore) Diferente /Different


Mil hogares de Carson Ellis (SM) Diversidad / Diversity


El señor tigre se vuelve salvaje de (Océano-Travesía) Instintivo / Instinctive


La oscuridad de Lemony Snicket y Jon Klassen (Océano-Travesía) Miedos / Fears


Si quieres ver una ballena de Julie Fogliano y Erin E. Stead (Océano-Travesía) Evocador / Evocative


La vaca que se subió a un árbol de Gemma Merino (Picarona) Libertad / Liberty


La isla del abuelo de Benji Davies (Andana) Duelo / Mourning


Felicio, rey del rebaño de Olivier Tallec (Algar) Política/Politics


El maravilloso minipelicoso de Beatrice Alemagna (Combel) Cercano / Close


Con el ojo de la i de Mar Benegas y Olga Capdevila (A Buen Paso) Juguetón / Playful


La jaula de las fieras de Juan Carlos MartínRamos y Susana Rosique (Amigos de Papel) Salvaje / Wild

TEXTO AVANZADO / COMPETENT READERS


El deshielo de Riki Blanco (A Buen Paso) Concordia / Concord


Bolobo de Nono Granero (Milrazones) Discapacidad / Disability


Al otro lado de Maurice Sendak (Kalandraka) Complejo / Complex


La casa de los ratones de Karina Schaapman (Blackie Books) Coral / Choral


El libro de las narices de Pepe Serrano y David (Nalvay) Narizudo / Nosy nose


Érase una vez un alfabeto de Oliver Jeffers (Andana) Divertido / Funny


Pedro y el bosque de Jaume Cabré y Júlia Sardá (Planeta-Timun Mas) Aventurero / Adventorous


Juana de Arco de Boutet de Monvel (Thule) Preciosista / Beautiful


La artesana de las nubes de Bianca Estela Sánchez y Leonor Pérez (Fondo de Cultura Económica) Mágico / Magical


Atlas del mundo de Aleksandra Mizielinska y Daniel Mizielinski (Maeva) Geográfico / Geographical


Animalium de Katie Scott y Jenny Broom (Impedimenta) Zoológico / Zoological


martes, 22 de diciembre de 2015

Babar o la vigencia de un clásico


Las reseñas que más me gusta redactar son las de los libros que, como el de hoy, no necesitan presentación alguna, más que nada porque no me tengo que preocupar de introducir el argumento, desglosarlo o hablar de los personajes (¿Quién no conoce a Babar?) y me puedo dedicar a hablar de otras cuestiones que, aunque menos explotadas, pueden resultar igualmente interesantes (N.B.: ¡Así me gusta empezar la Navidad! Y si me toca un pico en la lotería, mejor que mejor...).


Desde hace un tiempo necesitábamos una nueva edición de las historias originales de este elefante y el resto de su gran familia creada por Jean de Brunhoff y que vió la luz en 1931, y eso es algo de lo que se ha encargado la editorial Blackie Books. Yo guardaba un par de ejemplares de las anteriores ediciones facsímiles (de la, casi olvidada en el mundo LIJ, editorial Alfaguara, y que podrán encontrar en librerías de segunda mano y bibliotecas), más pequeñas y manejables para los pequeños lectores, pero estoy igualmente encantado con este nuevo formato (todas en un solo volumen, pero nada que ver con las gigantescas primeras ediciones, todo un lujo hoy por el elevado coste de producción y que no duraron mucho tiempo) mucho más práctico para todos los lectores, y que incluye el prólogo que el enorme Maurice Sendak realizó para la edición del 75º aniversario. Así que ya saben: una oportunidad inmejorable para volver a la infancia...


Aparte de todos estos datos y teniendo en cuenta que el personaje y todo su merchandising llevan en las librerías más de ochenta y cuatro años (¡Si se descuida nace el mismo día que mi abuela!) y teniendo en cuenta el análisis de Sendak en el que habla de una cierta incomprensión inicial hacia esta obra que fue moldeando con el tiempo, he creído conveniente hablar sobre la anacronía y/o sincronía de este clásico de la LIJ con los tiempos que vivimos, resumiéndolo en una pregunta: ¿Sigue vigente Babar? Espero no defraudar con la disertación...


Generalmente se da por hecho que la Literatura (la de la mayúscula e independientemente del género que tratemos) trasciende al contexto en el que se ideó (seré breve), sobre todo porque, aunque hable de las cuestiones, problemas y situaciones universales del ser humano, es capaz de construir un mensaje propio en cada lector, desarrollar su propia libertad. Esto creo que no es objetivo de debate alguno. El problema viene cuando la imagen entra en juego y el formato pasa a ser álbum ilustrado, algo que le sucede a las historias de Babar. Tratándose de una de las obras pioneras de este formato en la LIJ debemos apuntar una serie de puntos, a mi juicio, importantes.


Empezando con La historia de Babar, el inicio de la saga, he de decir que, además de utilizar las ilustraciones como mero apoyo narrativo (carecen de lenguaje propio en la mayoría de las ocasiones), el autor se ciñe en exceso a las formas y a la ideosincrasia de la época, algo que choca frontalmente con la visión que en la actualidad se tiene sobre temas como el machismo, el racismo, la exaltación religiosa o la violencia explícita -véase lo trágico de la muerte de su madre- (N.B.: No me extrañaría nada que muchos trabajadores de la educación o lo social y activistas de distinta índole viesen en esta obra un peligro para las mentes de nuestro futuro... Me descojono, pero cosas peores he visto con tanto proteccionismo y discriminación positiva... ¡Socorro! ¡Los nuevos curas!). Quizá sea esto lo que lleva a muchos, entre los que se incluye Sendak, a aparcar este libro a un lado, puesto que difiere mucho de la concepción actual de álbum ilustrado, una más libre, más transgresora y críptica.


Un año después se obra el gran cambio y De Brunhoof crece como autor con El viaje de Babar, una de las historias favoritas de muchos lectores. Esto se debe a que el autor asume cierta ligereza al tratar los contenidos, a diversificar el colorido, los planos de las imágenes y fluye a un nivel creativo superior en el que las ilustraciones adquieren una nueva dimensión: hablan por sí solas (por ejemplo las caras en las nalgas de los elefantes en la guerra contra los rinocerontes) y complementan al texto (véase el fondo del mar cuando Celeste y Babar están en el islote). Es a partír de esta historia cuando De Brunhoff comienza con un auténtico juego de matices (El rey Babar, las vacaciones de Zefir o Babar y Papá Noel) y crea personajes desconocidos, utiliza formatos novedosos (ilustraciones informativas o de tipo cómic), echa mano del simbolismo y vuela con su imaginación a otros mundos.



No sabemos si esta metamorfosis (por la que pasan pocos autores de una manera natural) se debe al cauce que van marcando sus hijos o el resto de los lectores, o a su capacidad autocrítica. En cualquier caso va adquiriendo más conciencia del uso de dos vías de comunicación, empieza a insertar juegos dobles, imágenes no superponibles que se complementan, y aupa el contenido. Vamos, que da vida al álbum ilustrado contemporáneo y que sí puede ser extrapolado por los lectores a una realidad actual.


No obstante, además de considerar todas estas cuestiones sobre las forma y el atrezzo, no hay que olvidar que Babar no deja de ser el mensaje que un padre enfermo lanza a sus hijos, en definitiva no deja de ser un legado humano que deja su impronta en los lectores. Esta es la principal razón por la que Babar es capaz de ir botando de década en década, de niño a niño, algo que la convierte en una obra canónica dentro del corpus literario infantil.
Y es que, a pesar de que en sus ilustraciones haya un estilo muy determinado, un vestuario diferente y formas muy anticuadas de ver el mundo, Babar es la vida, y hay que leerlo.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Lujuria electoral



La “fiesta de la democracia” (¿Quién se habrá inventado esto? Sólo se lo ha pasado pipa poco más de la mitad del censo... ¡La única lección la han dado los abstencionistas!), esa que nos ha costado unos cuantos millones de euros, por fin ha terminado (¡Qué descanso!), y aquí seguimos, con un lío monumental... ¡y tan contentos! Sólo echo de menos a Manolo Escobar (que en paz descanse) cantando el ¡Que viva España! 


A tenor de esta realidad, muchos hubieran preferido no votar (aunque no se atrevan a admitirlo), porque se dice, se comenta, que en breve tendremos otras elecciones y nos volverán a sacar los cuartos (Ea, para eso estamos...). Yo por mi parte doy buena cuenta de que este país, pese a los universitarios mesiánicos, sigue en crisis económica, educativa, cultural, sanitaria y tecnológica (añadan la literaria también, que este es un blog de libros). En resumen, que este terruño continua siendo un choto bananero. Si al menos la gente metiera la papeleta en la urna con sentido común y no por mera lujuria electoral, víscera, costumbre, ósmosis, o tendencia televisiva, nos podríamos parecer un poco a la vieja Europa, esa que nos mira boquiabierta y frotándose las manos.


Me hallo estupefacto. Todavía más cuando veo el crepitar de la bolsa, la prima de riesgo inflándose, y a una panda de necios hambrientos escribiendo gilipolleces en las redes sociales (esperemos que sólo sea por afición terapéutica...). A ver si entre todos se cargan de una vez la Constitución, se reparten el país y volvemos al feudalismo y la sopa boba (¡Que así se vive muy bien! Se lo digo yo, que he vivido allí los cuatro últimos años). Me pirro por oír el “He sido yo” y “La culpa fue del chachacha” (¿Qué le voy a hacer? Soy un nostálgico).


Más por idolatría que por formación, nos abanderamos defensores de un sistema político que tiene poca cabida en esta idiosincrasia tan mezquina y para el que no estamos preparados (Si al menos fuéramos Noruega y sus petroleras...). Pero vamos, no se asusten. Al césar, lo que le corresponde: los separatistas con los dientes largos (Divide et impera... ¡Arriba los califatos!), eléctricas y bancos siguen haciendo su agosto, y yo, agradecido por no tener hijos de los que preocuparme.


Y mientras me percato de que esta nueva configuración política no nos hará prescindir de nuestras miserias, y constato que ellos, las pirañas del poder, seguirán hinchándose a cordero (los manchegos lo tenemos como un manjar, pero cada cuál que elija en base a la gastronomía regional), me voy a zampar un tentempié por si acaso mañana no tengo a qué hincarle el diente. Señores: el pueblo ha hablado.



P.S.: ¡Ups! Con tanta tontería se me olvidaba (N.B.: ¡Cuánta razón lleva cierta editora diciendo que este no es un blog de LIJ y que yo no sé escribir!) recomendarles dos buenos títulos de corte político -los había reservado para esta bacanal- en los que el poder y sus tretas tienen mucho que decir. 
El primero es El rey que no quería ser rey de Miguel Ángel Pérez Arteaga (editorial Milrazones-Milratones), un libro que me ha encantado por el formato, la sencillez y la inteligencia que desprende. Miguel Ángel Pérez Arteaga da vida a unos personajes mediante el reciclaje de cajas y la fotografía y de paso nos presenta una fábula para todos los públicos que da mucho que pensar sobre la felicidad y el poder.
El segundo, El pequeño Cuchi-Cuchi, de Mario Ramos y publicado por la editorial Océano-Travesía, nos habla de los líderes políticos y sus pobres y predecibles discursos mediáticos. Mucha palabrería y promesas incumplidas que al final se traducen en guillotinar las alas de quienes te ponen en un serio compromiso. Menos mal que siempre hay un pequeño resquicio para los pequeños libertinos como Cuchi-cuchi. 
Disfrútenlos en lo que, esperemos, sea el preludio de una leve tempestad.