Dos
borrascas amenazan con aguarnos el fin de semana a peninsulares y baleares
(¡Qué envidia de los canarios!), es por ello que precisamos atuendos para
hacerle frente al viento, el frío y, sobre todo, a la lluvia, esa que cubre el
suelo de charcos, hace que el agua se oculte debajo de las baldosas callejeras,
o embarra los parques. ¡Busquen unas buenas botas de agua o, en su defecto,
auguro unos pies mojados y fríos!
Simpáticas,
buenas,
botas
cariñosas.
Cómodas,
brillantes,
blanditas,
mimosas.
Dos
túneles grandes
para
mis “patitas”,
saltarinas,
locas,
como
dos cabritas.
Con
olor a goma,
con
olor a pie.
Saltan
en los charcos
¡y
hasta en el puré!
Las
beso en mi casa.
Las
beso en la escuela.
Las
beso en las puntas
pero
¡no en las suelas!
[…]
Vanesa Pérez Sahuquillo.
Mis
botas de lluvia.
En: Cuentos con beso para las buenas noches.
Ilustraciones de Almudena
Aparicio.
2013. Madrid: Alfaguara.
Ilustración de la entrada: Daniel Mackie
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