viernes, 13 de diciembre de 2024

¡Cuidado con la ortografía!


Más de un alumno se va a encontrar con una bajada considerable de nota gracias a sus descuidos con la escritura. ¡Y menos mal que no son galos! Porque si bien es cierto que la ortografía española es bastante complicada, la francesa se lleva la palma. Con los diptongos y sus acentos diacríticos es el único idioma europeo de los que he estudiado que me ha resultado imposible. No pasé del primer curso y eso que oralmente resulta de lo más agradecido para un hispanohablante. Yo no daba pie con bola. El circunflejo y las letras olvidadas me llevaban por el camino de la amargura. Desistí tras el primer curso.
Algo parecido le debió pasar al protagonista del librito de hoy, un ratoncillo que ha perdido la letra n y se ha quedado en “rato”. Como no la encuentra, va por la calle pidiendo enes, lo que, a pesar de ser poca cosa, puede resultar bastante tedioso, porque ya saben ustedes que, con una letra que falte, cambia todo el significado. Un librito para prelectores y pequeños lectores que, con un poco de rima, juegos de palabras y un guiño a una conocida fábula, bien vale un positivo en ortografía. 
¡Recomendadísimo a todos los maestros para justificar los suspensos!

El ratón distraído
llora y llora solito,
que, entre juego y juego,
Su n ha perdido.

Busca en la despensa…
Busca bajo las tejas…
La n voló y voló
hasta una chimenea.

Por más que la busca,
no encuentra la letra.
Ayuda pide a todos,
y a todos pregunta.

-¿Mi señor pino,
Me prestas tu n?
-No, que entonces pío.

-¿Amiga planta,
Me prestas tu n?
-No, que sería plata.

[…]

Lucía Solana.
El ratón distraído.
Ilustraciones de Miguel Ángel Díez.
2024. Ibi (Alicante): Degomagom.


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