viernes, 21 de febrero de 2025

Como una... mesa camilla


Me pongo negro cuando los compañeros de trabajo no parar de preguntarte sobre tu vida privada. Quieren saber dónde te vas de vacaciones, qué comes, cómo pasas tu tiempo libre y con quién follas. Lo peor de todo es cuando no se zafan de ello y tienes que soltarles una fresca para que te dejen de hablar hasta la jubilación. 
Si bien es cierto que a todos nos gustan los chismes, por lo menos que no se note. Que cuando el cotilleo es tan evidente, me genera rechazo. Entiendo que la gente quiera saber con quién se juega los cuartos, pero sin rozar la obscenidad. Además de ser desagradable, produce demasiado ruido y no nos deja ver lo que de verdad importa: trabajar. Que cuanto más roce, más dimes y más diretes, más se empercuden las relaciones y menos se produce.
Lo dicho: aléjense de chafarderos y correveidiles laborales o acabarán envueltos en un serio problema.

Le dijo que, sin querer,
había roto un plumier.
Aquel dijo que fue adrede:
-Rompió plumier y un juguete.
Y así llegó hasta otra oreja:
-Plumier, juguete y la mesa.
Siguieron cuchicheando:
-Y una silla. Fue bailando.
Luego, a modo de reproche:
-Y también ha roto mi coche.
-Y el perchero y la pizarra,
y tres libros con la jarra.
-Y también se cargó la escuela
y la casa de mi abuela.
-Es que ha roto la ciudad,
quiere romper hasta el mar.
-Y también se cargó el mundo
y el garrote de Facundo.
-Las galaxias y hasta el sol,
eso fue metiendo un gol.
-Un plumier… ¡Será perverso!
¡Si se cargó el universo!

***

Que hay una vaca que vuela.
Que hay un melón que camina.
Que hay una mujer que sabe
cantar ópera dormida.
Que una hormiga tiene manos.
Que hay un perro que habla inglés.
Que han llegado los marcianos
montados en aeroplanos
y con pelotas por pies.
Que si vieron una momia,
Que si bailaba claqué.
Que si había un restaurante
servido por tres ciempiés.

¡Qué barbaridades cuentan!,
lo que dicen por ahí
y aseguran que son ciertas.
¡Hay que ver lo que hay que oír!

Mar Benegas.
Cuchicheos y habladurías y ¡Hay que ver lo que hay que oír!
En: Ruidos y ruiditos.
Ilustraciones de Laia Domènech
2023. Madrid: Bookolia.

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