No hay mejor forma de empezar este año 2012 que deambulando por esas páginas literarias que dejo abandonadas de cuando en cuando… Y llegando a Librosfera, leo de la mano de Sfer una entrada dedicada a la crítica literaria en la que se recogen las interesantes visiones de Luis Daniel González o Darabuc, entre otros. Ello me ha hecho reflexionar sobre esta tarea que todos nosotros realizamos, y abandonando mis propias palabras, no he encontrado mejor forma de plasmarla que las del retorcido Oscar Wilde… Ahí las tienen para comenzar con este frío y soleado mes de enero:
El artista es el creador de las cosas bellas.
[…]
El crítico es aquel que puede trasladar de otra manera o a un nuevo material su impresión de las cosas bellas.
La forma más elevada, así como la más baja, de crítica, es un modo de autobiografía.
Los que encuentran significados feos en las cosas bellas son corrompidos sin ser encantadores. Esto es una falta.
Los que encuentran significados feos en cosas bellas son los cultivados. Para estos hay esperanza.
Son los elegidos para quienes las cosas bellas sólo significan belleza.
No existe eso que se llama un libro moral o inmoral.
Los libros están bien escritos o mal escritos. Eso es todo.
[…]
Todo arte es al mismo tiempo forma y símbolo.
Los que van más allá de la forma lo hacen a riesgo suyo.
Los que leen símbolos lo hacen también a riesgo suyo.
Es el espectador y no la vida, lo que el arte refleja realmente.
La diversidad de opiniones sobre una obra de arte demuestra que la obra es nueva, compleja y vital.
Cuando los críticos discrepan, el artista está de acuerdo consigo.
Oscar Wilde.
Prefacio.
En: El retrato de Dorian Gray.
1998. Madrid: Cátedra.
El artista es el creador de las cosas bellas.
[…]
El crítico es aquel que puede trasladar de otra manera o a un nuevo material su impresión de las cosas bellas.
La forma más elevada, así como la más baja, de crítica, es un modo de autobiografía.
Los que encuentran significados feos en las cosas bellas son corrompidos sin ser encantadores. Esto es una falta.
Los que encuentran significados feos en cosas bellas son los cultivados. Para estos hay esperanza.
Son los elegidos para quienes las cosas bellas sólo significan belleza.
No existe eso que se llama un libro moral o inmoral.
Los libros están bien escritos o mal escritos. Eso es todo.
[…]
Todo arte es al mismo tiempo forma y símbolo.
Los que van más allá de la forma lo hacen a riesgo suyo.
Los que leen símbolos lo hacen también a riesgo suyo.
Es el espectador y no la vida, lo que el arte refleja realmente.
La diversidad de opiniones sobre una obra de arte demuestra que la obra es nueva, compleja y vital.
Cuando los críticos discrepan, el artista está de acuerdo consigo.
Oscar Wilde.
Prefacio.
En: El retrato de Dorian Gray.
1998. Madrid: Cátedra.
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