No sé
a qué se debe que las vidas de los demás siempre nos parecen más
interesantes que la propia,una excusa de la que se valen los
programas del corazón para vender sueños a sus acólitos (¡y
pensar que la Literatura lo hizo primero...!). Aunque la realidad
supere a la ficción, hemos de ser conscientes que la fantasía juega
a nuestro favor -es más fácil olvidar lo que no se sufre en el
pellejo de uno- y que siempre se puede encontrar a lo cotidiano en las
vidas literarias. Y como muestra, un botón de versos con una
historia de las que nos gustaría vivir...
Sobre una extraña
colina
rodeada de pinos
blancos,
hay una casa que sube
hacia el cielo como un
faro.
Hecha toda de madera
en marzo huele a
verano.
Bajo la luna de junio
huele a mar igual que
un barco.
En octubre se
entristece
y en diciembre es un
regalo
pintado de diez
colores:
va del rojo hasta el
morado.
Los viejos más viejos
cuentan
que tiene incontables
años.
¿Quién la construyó?
No lo saben.
Ni quién ni cómo ni
cuándo.
Preguntaron muchas
veces
y jamás les
contestaron
Vive allí una
viejecita
de nombre Carmela
Caldo.
También su historia es
un cuento,
uno incluso más
extraño,
de esos que sólo se
encuentran
en los libros
olvidados.
[...]
Bianca
Estela Sánchez.
La artesana de las
nubes.
Ilustraciones
de Leonor Pérez.
2015. México: Fondo de
Cultura Económica.
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