¿Que
si estoy harto de la LIJ? Pues unos días sí y otros no tanto. A
veces me decepcionan los libros y otras el poco aperturismo que tiene
este mundo endogámico, pero las más, me lo tomo como un juego. El
juego de la LIJ. Ese que realmente me divierte y por el que estoy
aquí, es el que nos hace lectores. Construir mundos personales a
través de las palabras, establecer conexiones con el mundo real,
cabrearse con lo injusto, alegrarse por las coincidencias o, como las
perdices del poema, imaginar otros finales. Eso es la LIJ. Y pese a
quien pese, por eso estoy aquí.
Se han cansado las
perdices
de los cuentos
infantiles,
pues acaban todos ellos
con finales tan felices
que la gente lo
celebra,
desde el niño hasta la
abuela,
echando unas cuantas de
ellas
a guisar en la cazuela.
Para que esto se
termine
han decidido actuar
cambiando las aventuras
y que acaben siempre
mal.
No habrá más
celebraciones,
pues nadie estará
contento.
Se salvarán las
perdices, pero...
¿Qué pasará con los
cuentos?
Beatriz Berrocal.
En: La revolución de
las perdices.
Ilustraciones de Raquel
Saiz.
XIII Premio de Poesía
Infantil Luna de Aire-CEPLI.
2016. SM/Ediciones UCLM:
Madrid/Cuenca.
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