Olvido que sabe a yogur y miel, también a queso frito. Olvido que sabe a besos, a dulce, a campo y tomillo. En lo alto del monte también campa el olvido. Olvido pintado de trigo y las olas de tu flequillo. Olvido que huele todavía, por eso no es olvido. Mientras guardo en mi corazón el mar de tus ojos, de tu sonrisa, lo infinito...
Guardo estrellas en un
vaso
y en una caja,
suspiros.
Voy haciendo, paso a
paso,
el trabajo del olvido.
Todas las letras del
nombre
y las calles que
anduvimos;
las flores que había
en la tarde
la tarde en que no nos
vimos.
El color claro del sol
disfrazado de amarillo,
y los diamantes de luz
que soltaba en su
flequillo.
La fecha del
cumpleaños,
el teléfono y su
signo.
Voy haciendo, paso a
paso,
el trabajo del olvido.
María Cristina Ramos.
Teolvido del paso a
paso.
En: El mar de volverte a
ver.
Ilustraciones de Federico
Combi.
2014. Buenos Aires: Quipu.
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