miércoles, 20 de septiembre de 2017

Aprendiendo de LIJ. Obras de referencia y consulta. 2ª Parte.


Empieza un nuevo curso escolar y todos los engranajes, aunque a duras penas, se ponen a trabajar. Bajamos el interruptor y padres, maestros, bibliotecarios, editores, libreros y demás animadores,  echamos combustible a la caldera, no sea que deje de moverse esa máquina llamada lectura.
Es por ello que he creído conveniente ampliar la selección bibliográfica que titulé Aprendiendo de LIJ. Obras de referencia y consulta. Una segunda entrega que incluye otros títulos que complementan en gran medida a los de la primera y de paso hacen justicia con aquellos que olvidé en ese acercamiento inicial.
Seguramente esta pequeña selección de libros académicos y/o especializados en diversas facetas de los libros para niños no nos conviertan en eruditos sobre el tema, pero sí creo que nos pueden ser útiles, sobre todo a la hora de mirar y valorar este tipo de libros en el contexto actual, una época un tanto convulsa para la LIJ en lo que a cantidad, calidad, tipología y utilitarismo se refiere (revolución lo llaman algunos, crisis otros).
También decir que, tanto los que hoy presento, como los anteriores, han pasado por mis manos y las considero pequeñas parcelas del saber dentro del mundo lij-ero. Quizá unas les sean más útiles que otras, pero todas ellas configuran una pequeña biblioteca sobre lo que esconde este mundillo.
Y sin más, continuo desgranando, que a fin de cuentas, es lo mío.


El primero de los títulos que forman esta segunda entrega es la Introducción a la Literatura Infantil y Juvenil actual de Teresa Colomer (2010, Síntesis). Aunque en principio pudiera ser un libro concebido como manual universitario, ayuda a sentar las bases sobre lo que es la LIJ, presta atención a sus géneros y formas, y plantea los nuevos caminos que se abren hoy día en este tipo de literatura. Si a esta obra unimos la que ya citamos de esta misma autora en la primera entrega y el de Pedro Cerrillo que lleva por título El lector literario (2016, Fondo de Cultura Económica), tenemos una inmejorable triada para todos aquellos estudiantes de los grados de magisterio que deseen introducirse en estas lides.



En relación al género del álbum ilustrado y considerando que cuando elaboré la primera parte de esta selección todavía no lo había leído, he de llamar la atención sobre How picturebooks work de Maria Nikolajeva y Carole Scott (2001, Routledge), seguramente sea el texto más concienzudo y exhaustivo del análisis del libro-álbum que conozco (A ver si pillo alguno de Perry Nodelman y amplío la oferta...). Muy académica, esta obra sigue vigente y abre puertas a pesar de la revolución que ha sufrido este género en los últimos tiempos. (Aviso para navegantes: Sólo existe la edición inglesa).


Sobre los géneros de la poesía y el teatro infantiles, unos que, a pesar de la gran aceptación que tienen por parte del público no reciben mucha atención desde mundo adulto, quiero citar dos pequeños estudios. En materia de poesía infantil hablar de Tomar la palabra: la poesía en la escuela de Mercedes Calvo (2015, Fondo de Cultura Económica), un libro delicioso en el que lo poético toma las aulas. Su autora defiende a ultranza actividades con los niños, las traslada y sugiere diferentes visiones sobre lo que debería ser y la mayor parte de las veces no es. La poesía se integra en el camino educativo de manera integral y seduce al lector-creador. ¡Te dan ganas de recitar!


En cuanto al teatro destacar la Guía de teatro infantil y juvenil (2002) que Julia Butiña, Berta Muñoz Cáliz y Ana Llorente Javaloyes realizaron con el patrocinio de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, la ASSITEJ y la UNED y en la que incluyeron las obras de teatro infantil en castellano más conocidas y representadas por parte del público. Necesitaría una revisión (ya han pasado 15 años y se podrían incluir algunas otras) pero a falta de pan buenas son tortas...

Son muchas las personas que me escriben para pedirme listados de libros imprescindibles y títulos que no pueden faltar en una buena biblioteca. Yo siempre les contesto que hay bastantes de estas selecciones publicadas ya y que deberían echarles un ojo. De entre estas, voy a citar cinco.


Cien libros para un siglo: una historia de la Literatura Infantil y Juvenil del siglo XX a través de cien libros es un volumen escrito por los integrantes del Equipo Peonza y publicado por Anaya en el año 2004. En él se selecciona un título por cada año del pasado siglo y se comenta. Aunque tiene limitaciones (¿Son suficientes cien libros? ¿Incorporan todos los géneros?) sí nos da una visión de conjunto de las obras canónicas que pueden resultar interesantes para gestionar el catálogo/depósito de una biblioteca infantil.


Más completo y profuso es el Tesoros para la memoria: una visión de conjunto y una selección de obras de literatura infantil y juvenil de Luis Daniel González (2002, CIE Dossat), en el que álbum ilustrado y cómic infantil y juvenil tienen una presencia destacable, así como incluye consejos y criterios de selección para los mediadores de lectura. De mis favoritos.


Dentro de este apartado y por hacer referencia a dos de estas guías de libros infantiles que tanto han proliferado durante los últimos tiempos les apunto 150 libros infantiles para leer y releer, editado por A Mano Cultura (2011) que incluye un interesante corpus de libros seleccionado por el Club Kirico (grupo de librerías CEGAL) junto a Ana Garralón, y 1001 libros que hay que leer antes de crecer de Quentin Blake y Julia Eccleshare (2010, Grijalbo) que aporta una selección desde un punto de vista más anglosajón. 


Por último decir que muy sencillito e interesante me resulta el listado incluido en los Cuadernos Blitz, Ratón de Biblioteca una serie de documentos casi imprescindibles editada por el Gobierno de Navarra y dirigida a centros educativos y bibliotecas escolares que pueden descargar en ESTE ENLACE.


Aunque considero que las obras especializadas en creación dirigidas a escritores, ilustradores o editores no deberían tener cabida en una selección como esta, no he podido obviar un título que a día de hoy es el gran abanderado del mundo fantástico que envuelve a las historias infantiles. La Gramática de la fantasía de Gianni Rodari (varias ediciones, la más barata en Booket) es una lectura obligada, no sólo por contener multitud de recetas de las que se servía el genio italiano para acercar la lectura a los niños y que ustedes mismos pueden poner en práctica, sino por defender una literatura preñada de sinsentido, símbolos, humor y juego.


En penúltimo lugar y en el apartado de curiosidades no quería dejar escapar la oportunidad de hablar del Psicoanálisis de los cuentos de hadas de Bruno Bettelheim, una obra especializada que con cierta dualidad (buena o mala, depende de quien la mire) ha contribuido a entender los cuentos tradicionales desde una perspectiva freudiana y para mi gusto, un tanto utilitarista. Las narraciones que han acompañado al hombre desde sus inicios contienen figuras y símbolos que la mente humana puede traducir y procesar de un modo distinto al meramente literal. Quizá a estas alturas de la vida puede sonar anecdótico y trasnochado, pero siempre interesante. 
Si quieren algo más actual aunque no tan concienzudo les recomiendo a Lisa Cron y su Enganchados a los cuentos, una especie de manual para crear historias y editado por Milrazones, que trata algo de este tema desde perspectivas más actuales como la neurociencia o la psicología cognitiva. Un libro a caballo entre los dos anteriores que nunca está de más leer.


Para despedirme, les dejo el nombre de dos estudiosos que reflexionan sobre la lectura y sus formas poliédricas, Michèle Petit y Aidan Chambers (casi cualquier cosa que encuentren de ellos seguramente les parecerá interesante y les incite a hacerse preguntas sobre esto de los libros para críos)...



... y una escritora, Ana María Machado, de quien recomiendo su inspirador Entre gansos y vacas incluido en el libro cuya portada da fin a esta pequeña pero intensa bibliografía.


3 comentarios:

Cuento ambulante dijo...

Buena recopilación, hay varios que no conozco. De la colección Espacios para la lectura de FCE también destacaría Los grandes libros para los más pequeños, de Joëlle Turin, que es la publicación para hispano américa de una estudio de esta francesa. Muy buenos datos y buenas interpretaciones para mediadores un tanto despistados como yo.

Cuento ambulante dijo...

Ah, y me acordé de otro: La orfebrería del silencio. La construcción de lo no escrito en los libros álbum, de Cecilia Bajour, de la editorial Comunicarte.

Román Belmonte dijo...

Gracias ampliar la lista con tus dos aportaciones, Daniel. La primera la conozco pero no la he leído, y la segunda era una total desconocida para mí. ¡Un saludo!