Mis alumnos no paran de sorprenderme. Si no es por “h” es por “b”, si no es por “j” es por “q”… La cuestión es que dejamos otros tiempos de lado y la infancia queda encerrada en una pompa de jabón…, aunque, si los profesores servimos para algo es, precisamente, para romperlas con el ligero roce…
Tratando en clase las materias primas de origen natural utilizadas en la industria textil, pregunté un día a mis alumnos del primer curso de Bachillerato la procedencia de la seda. “De las plantas”, contestó una osada mientras el resto del grupo callaba por puro asentimiento. Yo, entre divertido y boquiabierto, propiné una pequeña reprimenda y pregunté si, cuando eran niños, no habían alimentado a los gusanos de seda a base de lustrosas hojas de morera. Sólo una alzó la voz y dijo que sí, y añadió que su hermano pequeño todavía lo seguía haciendo, por lo que le pedí amablemente que trajera unos cuantos para adoptarlos como mascotas…. Y así es como este maestro de poca monta espera rescatar un trocito de la infancia de sus alumnos.
Tratando en clase las materias primas de origen natural utilizadas en la industria textil, pregunté un día a mis alumnos del primer curso de Bachillerato la procedencia de la seda. “De las plantas”, contestó una osada mientras el resto del grupo callaba por puro asentimiento. Yo, entre divertido y boquiabierto, propiné una pequeña reprimenda y pregunté si, cuando eran niños, no habían alimentado a los gusanos de seda a base de lustrosas hojas de morera. Sólo una alzó la voz y dijo que sí, y añadió que su hermano pequeño todavía lo seguía haciendo, por lo que le pedí amablemente que trajera unos cuantos para adoptarlos como mascotas…. Y así es como este maestro de poca monta espera rescatar un trocito de la infancia de sus alumnos.
¡Qué gusano más feo!
Rayas blancas y negras
se estiran, por las hojas
Fresquitas de morera.
¡Vaya vida más tonta
la que este bicho lleva!
No sale de la caja…
Devora lo que encuentra…
Y de repente, un día,
el gusano se encierra
en el leve prodigio
de un capullo de seda.
Rayas blancas y negras
se estiran, por las hojas
Fresquitas de morera.
¡Vaya vida más tonta
la que este bicho lleva!
No sale de la caja…
Devora lo que encuentra…
Y de repente, un día,
el gusano se encierra
en el leve prodigio
de un capullo de seda.
El gusano de seda.
En: Columpio de versos.
Ana María Romero Yebra.
Ilustraciones de Alberto Urcaray.
2006. Valencia: Brosquil.
Ilustración de la noticia: Aldo Islas.
En: Columpio de versos.
Ana María Romero Yebra.
Ilustraciones de Alberto Urcaray.
2006. Valencia: Brosquil.
Ilustración de la noticia: Aldo Islas.
1 comentario:
Yo nunca he podido con los gusanos de seda, pero me parece que los niños de ahora están perdiendo todo el contacto con la naturaleza, así que felicidades por la idea!!
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