Llego del fin de semana como si hubiera recibido una manta de palos. Y es que no se puede esperar menos de un viaje relámpago a la ciudad vecina de Alicante, que aunque pueda parecerles poco, no crean que sábado y domingo dan poco de sí…
Siento cierto pudor al aclararles que nunca había visitado Alicante (las paradojas son así: he recorrido media Europa y no he visitado un lugar a cien kilómetros de distancia), y tras pasar dos días allí afirmo que es un sitio muy agradable, por su clima (la eterna primavera que allí se instala no sólo hace bien a los ajados huesos de los viejos, sino a los casi jóvenes como los de un servidor), por sus gentes, su fisionomía y su turrón -hago una cuña publicitaria para defender las bondades del turrón a la piedra, una exquisitez-. Lejos de la gastronomía (lo cierto es que he regresado más hinchado que un pellejo gracias a las artes culinarias del David, mi anfitrión, ¡es lo bueno/malo de tener amigos cocineros!), comentar que una de las cosas que me empujó a darme un garbeo por allí fue la celebración de las Jornadas del Álbum Infantil Ilustrado, concretamente el poder visitar la exposición “Arte y Álbumes Ilustrados”, una buena excusa para aprender sobre imágenes, palabras y arte… Les recomiendo su visita enteramente ya que es de agradecer, no sólo que se dedique un espacio a mostrar los entresijos de la labor del ilustrador, sino a acercar al público general esta pasión tan desconocida que tenemos algunos (la idea de ubicar en la exposición ejemplares de álbumes ilustrados me ha encantado: si el contexto son los libros, que haya libros).
También me hubiese gustado asistir a algunas ponencias y charlas (por ejemplo la conferencia inaugural de Roberto Innocenti y las dos mesas redondas tituladas “El niño en el álbum ilustrado” e “Ilustrar la vida, entender el mundo”) que se han programado para la ocasión en las antiguas instalaciones tabacaleras, hoy llamadas Centro Cultural “Las Cigarreras”, pero me es imposible dado que se han celebrado en jueves y viernes… Ea, los maestros no podemos elegir las fechas vacacionales… Visítenla, y si les pilla muy lejos siempre conocerán a algún alicantino que disuadir para que este veneno que son los álbumes ilustrados siga propagándose por nuestra geografía.
P.S.: ¡Luis! ¡A ver si puedes recordar en un comentario de esta entrada el título y la ubicación de la exposición que aunaba álbumes ilustrados y comida! ¡Que no me acuerdo! ¡Gracias de antemano!
Siento cierto pudor al aclararles que nunca había visitado Alicante (las paradojas son así: he recorrido media Europa y no he visitado un lugar a cien kilómetros de distancia), y tras pasar dos días allí afirmo que es un sitio muy agradable, por su clima (la eterna primavera que allí se instala no sólo hace bien a los ajados huesos de los viejos, sino a los casi jóvenes como los de un servidor), por sus gentes, su fisionomía y su turrón -hago una cuña publicitaria para defender las bondades del turrón a la piedra, una exquisitez-. Lejos de la gastronomía (lo cierto es que he regresado más hinchado que un pellejo gracias a las artes culinarias del David, mi anfitrión, ¡es lo bueno/malo de tener amigos cocineros!), comentar que una de las cosas que me empujó a darme un garbeo por allí fue la celebración de las Jornadas del Álbum Infantil Ilustrado, concretamente el poder visitar la exposición “Arte y Álbumes Ilustrados”, una buena excusa para aprender sobre imágenes, palabras y arte… Les recomiendo su visita enteramente ya que es de agradecer, no sólo que se dedique un espacio a mostrar los entresijos de la labor del ilustrador, sino a acercar al público general esta pasión tan desconocida que tenemos algunos (la idea de ubicar en la exposición ejemplares de álbumes ilustrados me ha encantado: si el contexto son los libros, que haya libros).
También me hubiese gustado asistir a algunas ponencias y charlas (por ejemplo la conferencia inaugural de Roberto Innocenti y las dos mesas redondas tituladas “El niño en el álbum ilustrado” e “Ilustrar la vida, entender el mundo”) que se han programado para la ocasión en las antiguas instalaciones tabacaleras, hoy llamadas Centro Cultural “Las Cigarreras”, pero me es imposible dado que se han celebrado en jueves y viernes… Ea, los maestros no podemos elegir las fechas vacacionales… Visítenla, y si les pilla muy lejos siempre conocerán a algún alicantino que disuadir para que este veneno que son los álbumes ilustrados siga propagándose por nuestra geografía.
P.S.: ¡Luis! ¡A ver si puedes recordar en un comentario de esta entrada el título y la ubicación de la exposición que aunaba álbumes ilustrados y comida! ¡Que no me acuerdo! ¡Gracias de antemano!
3 comentarios:
Espero que eso de Luis y la comida no vaya con doble sentido... después de tus improperios la noche del sábado (y espera que coja a Luz...)jajjaja. La exposición a la que se refiere Román es: Leer imágenes para comerse el mundo, se trata de una exposición interactiva situada en el antiguo colegio de las franciscanas, hoy Centro de Recursos Educativos en la calle Padre Mariana. Combina ilustraciones, juegos de animación lectora, libros... A mí me impresionó mucho, os la recomiendo. Esta semana prometo ir a la Tabacalera para ver el Álbum Ilustrado. Por cierto Román... ¿nunca habías estado en Alicante? No tienes perdón... te recuerdo lo que decía Mariano, nuestro paisano el marqués de Molíns, en una de sus poesías: "Alacant, la millor terreta del món..." Luis E.
Desde luego, uno no puede decir nada... ¡Deja de hacerte el ofendido, pájaro! ¡Moltes gracies!
Yo voy a ir esta semana! ... Hum... y eso que comenta tu amigo Luis me da curiosidad... voy a ver la programación.
Yo puedo entre semana, es lo que tiene no ser profe todavía... ;)
(que cosas! la palabra secreta o código que me ha salido para enviar el mensaje es: "cante" ... solo le falta un prefijo de ALI para nombrar a la ciudad!)
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