Aunque
no me considero un hombre solidario (sobre todo si ello conlleva colgarse una
“kufiyya”, apelmazarse el pelo a lo rastafari, o apuntarse a un curso de
sanación con la voz), he decidido prestar las bondades que a modo de altavoz
presenta este espacio, y cooperar de algún modo con una serie de proyectos
que bien valen un grito de atención. No se confundan, al Sr. Belmonte no le gusta la
caridad, sobre todo si a esta se le presupone religiosidad y conmiseración, dos
ingredientes que, a la postre, tienen consecuencias poco deseables (me
encantaría saber lo que pensaría Margaret Thatcher al respecto, una mujer sobre
la que hago pública mi admiración pese a las encontradas opiniones que origina..., los buenos políticos son así).
El lugar donde viven los monstruos se complace al presentarles tres propuestas que necesitan una mano –y no precisamente al
cuello-… Por ello es que, en esta convulsa década que nos espera, les pido un
aplauso para los valientes que en la función de hoy salen al ruedo en forma de
sueño y que están directamente relacionados con libros de corte infantil y
juvenil. ¡Los citados monstruos son!:
-
Patricia
Lorente que con su novela juvenil Sándwiches
de mermelada pretende entretener y hacer llegar al gran público los problemas
de una enfermedad que vive muy de cerca, la fenilcetonuria. Para más señas,
aquí.
-
Gabriel
Aznarez, que desde Punta del Este, Uruguay, nos presenta su saga de literatura
fantástica Los Andaluins, y que
podréis conocer aquí.
-
Júlia
Díez, que con El Cumhacht de Ethan
quiere convertirse en la ganadora del concurso digital Operación Tagus, y por
el que podéis votar aquí.
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