Aunque
resulte difícil creerlo, me he pasado los días buscando palabras para hacerte
un regalo en este día, el mismo en el que, dos años atrás nos cruzamos... Y no
he encontrado ninguna. Se me han ido tan lejos como tú…
Tras
cortarte la vida el pasado lunes y quebrar nuestro férreo abrazo, aguardo mudo el día en el que
regresen. ¿Me ayudarás a cazarlas de nuevo? ¿Con tus ojos claros y la sonrisa
luminosa que gastabas? ¿Con la dulzura de tus besos y ese flequillo mimbreño?...
Y desde las nubes, ¿harás brotar en mi boca nuestros recuerdos?
Un
leve y claro cristal leve,
un
pétalo que roza lo indecible,
el
lazo de un matiz que se desata,
la
pasión de la luz que se despide.
Un
leve y claro paso leve,
un
rumor de plumaje fronda arriba,
sendero
que pierde en la espesura,
un
color en quietud de siempreviva.
Un
leve y claro sueño leve,
el
ámbar que destilan los relojes,
una
espera de párpados adentro,
una
espiga que cae sobre la nieve.
Un
leve y claro viaje leve,
lo
que está y de repente ya se ha ido,
la
huella que en el aire se deshace,
lo
que se muere y lo que no se muere.
María Cristina Ramos.
Huella.
En: En un claro del mundo.
2010. Ruedamares: Neuquén.
Imágenes: Rob Ryan
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