Las matemáticas nunca han sido mi fuerte. Sobre todo en lo que se refiere al cálculo. Todavía no sé lo que es una derivada ni una integral. A mí, que me pongan a resolver ecuaciones y despejar incógnitas, pero que no se les ocurra hablarme de áreas ni pendientes. Soy un tarugo o tuve malos profesores. Una de dos o un poco de ambas.
Con razón se habla de pensamiento abstracto y pensamiento analítico. Mientras que uno se enfoca en conceptos, pensamientos y patrones que no están ligados a lo concreto, el otro descompone problemas en partes más pequeñas y las examina de manera metódica para comprenderlos mejor. Aunque todos los seres humanos tenemos parte de los dos, algunas personas desarrollan más el primero y otras, el segundo.
A veces, todo puede mezclarse de manera homogénea y encontramos matemáticos que cultivan las letras (acuérdense de Lewis Carroll) y poemas que nos hablan de aritmética, léanse como ejemplo estos tres divertimentos de Antonio Rubio. Y es que si despojamos de toda seriedad cualquier tema, las ideas fluyen de manera natural y, sobre todo, juntas.
En medio del agua-0
En charcos recién llovi-2
se bañaba don Fort-1
todos sus huesos moja-2
y sin paraguas ning-1
Transeúntes asusta-2
pillabanes y pillas-3
lo miraban desola-2
temiendo grandes desas-3
Pero el pobre don Fort-1
con los ojos empaña-2
cantaba muy oport-1
El aria de los osa-2
Literales
Diez son cuatro,
ya lo ves.
Once son cuatro,
también.
Y doce, cuatro,
¡rediez!
y, sin embargo,
mil
solo son tres.
Ecuación
v = e/t
vivir = estar / temporalmente
o
estar partido por el tiempo
Antonio Rubio.
En: Divertimentos. Juegos poéticos.
Ilustraciones de Carmen Queralt.
2025. Pontevedra: Kalandraka.




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