La indignación corre por mis venas, no diría que arrasándolo todo, tampoco quemando la sangre, pero sí que es suficiente para cabrearme un poco… A veces uno se indigna sin motivo, otras porque sí o porque no, pero el cabreo de hoy tiene su causa: el coste de la vida.
La pasta da problemas, y no me refiero a los spaghetti, ni a los penne-rigate, tampoco a los tagliatelle, ni a los gnocci, me refiero a esos billetes verdes que tanto hacían reír en boca de Emilio “El Moro”, pero que hoy, a la postre, producen la expresión contraria. Y es que, amigo, estamos en crisis.
La economía va mu’ mal, de culo y contra el viento. Y aunque un servidor siga sin saber nada de tipos de interés, índices de morosidad, caídas bursátiles, tasas de crecimiento y otras mierdas mercantiles, tengo un indicador que no falla, el bolsillo. La buchaca está vacía, señor, y por más que lo intento, el alquiler, los víveres y otros menesteres, no me permiten el desahogo que necesito… algunos se indignarán al leer esto por encontrarse en una situación mucho peor que la mía, pero como las comparaciones son odiosas, simplemente, desde aquí les envío mis ánimos, porque lo que es papel moneda, tengo poco.
Lo cierto es que cuando arriban estas épocas tan sangrientas para la cartera, recuerdo el diálogo de una película. Decía que todos deberíamos nacer dos veces, una, pobres y otra, ricos, pero esta realidad es la que tenemos, así que, acostumbrarse es el único consuelo.
¡Si por lo menos hubiese bajado el precio de las judías verdes, de los tomates o la leche…! Tendremos que alimentarnos de alcachofas, que este año han bajado un poco… Hasta el papel se ha convertido en un producto de lujo. El del culo y el impreso. Lee bien usted… El otro día, sin ir más lejos, di con un par de libros muy sugerentes, Desencuentros y El sonido de los colores, ambos de Jimmy Liao (Editorial Barbara Fiore) -también autor de La piedra azul-, y al ver su precio, casi me desmayo… Creo que es excesivo pagar semejantes cantidades por un libro-álbum, bien sea para niños o para adultos –como es el caso-, tenga un formato enorme o uno pequeño –como éste-.
El caso es que son dos historias preciosas. La una trata sobre la visión del mundo que tiene una niña ciega, llena de imágenes simbólicas, ilustraciones muy conseguidas, cierto surrealismo y amplia sencillez. Desencuentros nos narra lo absurdo de la vida, sus designios, sus coincidencias, lo simple de su camino, todo ello desde el punto de vista amoroso.
Dos historias hermosas a precio de oro, decida usted si le merece la pena invertir en ellas.
Lo dicho: ¡cómo está la vida!
La pasta da problemas, y no me refiero a los spaghetti, ni a los penne-rigate, tampoco a los tagliatelle, ni a los gnocci, me refiero a esos billetes verdes que tanto hacían reír en boca de Emilio “El Moro”, pero que hoy, a la postre, producen la expresión contraria. Y es que, amigo, estamos en crisis.
La economía va mu’ mal, de culo y contra el viento. Y aunque un servidor siga sin saber nada de tipos de interés, índices de morosidad, caídas bursátiles, tasas de crecimiento y otras mierdas mercantiles, tengo un indicador que no falla, el bolsillo. La buchaca está vacía, señor, y por más que lo intento, el alquiler, los víveres y otros menesteres, no me permiten el desahogo que necesito… algunos se indignarán al leer esto por encontrarse en una situación mucho peor que la mía, pero como las comparaciones son odiosas, simplemente, desde aquí les envío mis ánimos, porque lo que es papel moneda, tengo poco.
Lo cierto es que cuando arriban estas épocas tan sangrientas para la cartera, recuerdo el diálogo de una película. Decía que todos deberíamos nacer dos veces, una, pobres y otra, ricos, pero esta realidad es la que tenemos, así que, acostumbrarse es el único consuelo.
¡Si por lo menos hubiese bajado el precio de las judías verdes, de los tomates o la leche…! Tendremos que alimentarnos de alcachofas, que este año han bajado un poco… Hasta el papel se ha convertido en un producto de lujo. El del culo y el impreso. Lee bien usted… El otro día, sin ir más lejos, di con un par de libros muy sugerentes, Desencuentros y El sonido de los colores, ambos de Jimmy Liao (Editorial Barbara Fiore) -también autor de La piedra azul-, y al ver su precio, casi me desmayo… Creo que es excesivo pagar semejantes cantidades por un libro-álbum, bien sea para niños o para adultos –como es el caso-, tenga un formato enorme o uno pequeño –como éste-.
El caso es que son dos historias preciosas. La una trata sobre la visión del mundo que tiene una niña ciega, llena de imágenes simbólicas, ilustraciones muy conseguidas, cierto surrealismo y amplia sencillez. Desencuentros nos narra lo absurdo de la vida, sus designios, sus coincidencias, lo simple de su camino, todo ello desde el punto de vista amoroso.
Dos historias hermosas a precio de oro, decida usted si le merece la pena invertir en ellas.
Lo dicho: ¡cómo está la vida!
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